Turquía es un país conocido y muy frecuentado por facilitar un remedio rápido y asequible a la calvicie o los problemas capilares. Pero, ¿y si la solución estuviera a muchos menos kilómetros de distancia? Concretamente, en el Parque Nacional de Doñana.

Para entender esta correlación, hay que focalizar la atención en la Universidad de Ciencias Agrícolas de Uppsala, en Suecia, donde están estudiando la sangre de los burros de la Asociación ‘El Burrito Feliz’, situada en la localidad de Hinojos (Huelva). El fin de este análisis es comprobar si el pelo de estos animales puede ser utilizado como alternativa a la caída del pelo humano.

Veterinarios de esta universidad trabajan en conjunto con la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC) con muestras de sangre de los asnos pertenecientes a la Unidad de ‘Burros Bomberos de Doñana’ -reconocida como la agrupación de asnos que evitan los fuegos forestales que se pueden generar en la reserva natural actuando como cortafuegos-, que cuentan con su cuartel general conocido como ‘Bosque Encantado de Hinojos’. La investigación busca encontrar una relación sobre la fuerza que contienen los pelos de las crines de estos animales con “la obtención de una fórmula que permita conseguir trasladar esa característica de fortaleza a la cabellera humana”.

Así, los veterinarios suecos extrajeron muestras de sangre de estos rucios en compañía de un investigador de la Estación Científica de Doñana. Y es que la elección de estos asnos en concreto se debe a que la universidad sueca buscaba unos ejemplares de buena salud y que vivieran en un entorno de lo más natural posible, por lo que los de habitan en Doñana eran una apuesta segura.

Juan José Negro, investigador de la EBD-CSIC, ha explicado que se trata de un trabajo que tiene que ver con "aspectos genéticos de los équidos del mundo, caballos, cebras, onagros, burros salvajes, africanos y, desde luego, los burros domésticos". "El trabajo tiene que ver con el crecimiento de pelo, compartimos los humanos con caballos el crecimiento indefinido del cabello, ellos en la crin y nosotros en la cabeza, pero es nuestro modelo animal para comprender aspectos que tienen que ver con la calvicie que tan importante resulta para algunas personas", ha subrayado.

La elección de estos animales no fue casual, pues la Universidad de Uppsala "buscaba ejemplares de asno que contaran con una buena salud y vivieran de una forma, lo más parecida posible, a la que llevarían en una vida salvaje", características propias de estos ejemplares que, prácticamente, viven toda su existencia- que puede llegar a los cuarenta años- al aire libre, por enormes extensiones de bosque y pradera.

Buenas noticias para Doñana

Esta novedad no sólo se recibe con los brazos abiertos al poder ser una solución de salud y estética en potencia tomando de la mano un recurso natural, sino que también supone un respiro de aire fresco para Doñana, que ha sufrido en los últimos meses un deterioro de su preservación por la sequía y la polémica de la ley de regadíos que pretendía impulsar el Gobierno andaluz de Juan Manuel Moreno Bonilla pero que, con la mediación de Moncloa, ha desembocado en una paz entre ambas administraciones para salvaguardar el entorno natural.

Por otra parte, y en consecuencia de esta polémica de gestión política, también ha salpicado a su imagen y proyección internacional. Recientemente, el Parque Nacional de Doñana quedó fuera de la lista verde de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), la más prestigiosa del mundo en este ámbito.  La decisión se tomó después del análisis de diez expertos independientes que, durante dos años, evaluaron la gobernanza y conservación del humedal tras detectar un declive de su fauna y flora al no cumplir con los estándares, afectado también por la agricultura intensiva, el turismo y los efectos de la sequía.