El ayuno intermitente consiste en establecer una serie de períodos en los que se come y otros en los que la persona permanece en ayunas. Esta serie de cambios en el tiempo dedicado para alimentarse es un método muy útil y con él se puede mejorar la salud y bajar peso, como si de una dieta tratara.

Este tipo de cambios e interés por el ayuno se reanudó con la búsqueda de dietas en internet y cada vez son más las personas que optan por este tipo de ordenación alimenticia.

Entre otras cualidades, el ayuno intermitente permite adelgazar, corregir la diabetes y aumenta la longevidad en pacientes con cateterismo cardíaco.

¿En qué consiste el ayuno intermitente?

Para llevar a cabo en buenas condiciones el ayuno intermitente deberás establecer un rango horario y delimitar que tipo será el utilizado, el diario o el semanal.

Se puede ayunar unas horas cada día o escoger dos días a la semana para reducir las calorías consumidas de forma drástica.

En relación con el ayuno intermitente diario, se trata del 16/8. Se destinan 16 horas para ayunar, es decir, no se puede comer nada durante ese tiempo, y otras 8 horas para poder comer con normalidad. Con esta regulación se pueden llegar a reducir unas 500 kcal por día. Si bien en el tiempo en ayunas se pueden tomar líquidos como infusiones, agua o caldos caseros.

Suele ser más sencillo de llevar a cabo este tipo de ayuno intermitente porque de las 16 horas sin alimentarse se restan las horas de sueño. Lo realmente fácil del tipo diario es que se adapta a la perfección con cada persona y en ningún momento provoca que devoremos todo lo que vemos durante las 8 horas en las que podemos alimentarnos.

La dieta semanal es un poco más drástica. La enorme reducción de calorías en dos días de la semana hace que puede resultar un poco más difícil. Cierto es que, si esos dos días son días laborables, pueden servir de escudo contra el hambre. Entre las horas de sueño y de trabajo, dejamos unas pocas horas para poder comer alimentos con pocas calorías pero que nos permita quitarnos el hambre.

Ayuda a prevenir enfermedades

En varias investigaciones se ha señalado que el ayuno intermitente tiene un funcionamiento con el que ayuda a prevenir enfermedades del hígado. Tal análisis serviría para cambiar el funcionamiento del metabolismo que genera los ácidos grasos en el hígado. Ante tal cambio se mejoraría tanto la tolerancia a la glucosa, como una correcta estabilización de la diabetes.

Por otro lado, el ayuno intermitente también serviría para aumentar la longevidad de vida de las personas que llevan un cateterismo cardíaco. Según señalaron un estudio varios científicos australianos, este cambio de hábitos a la hora de comer mejoraría el funcionamiento cardíaco y reduce las posibilidades de tener una insuficiencia cardíaca.

Uno de los investigadores, Benjamin Home, señaló que el ayuno regular podría terminar "derivando en mejores resultados de salud". El ayuno realizado a largo plazo tiene aspectos analizados con los que se ha observado que mejora los cambios realizados con el diario, disminuyendo más el riesgo de problemas del corazón. Bajo este análisis no se establece que se vaya a vivir más por realizar dicho proceso alimenticio, pero sí puede tener un efecto más positivo que otro tipo de dietas.

Además, el ayuno intermitente ofrece cambios en los niveles de hemoglobina, una hormona que ayuda al crecimiento humano y que ofrece una mejoría en la salud cardíaca.

A pesar de tener beneficios en la salud de las personas, el ayuno intermitente no está recomendado para personas en las que pueda suponer un riesgo a salud. Mujeres embarazadas, niños y personas mayores no deben realizar dicha práctica. También, personas que tienen enfermedades crónicas, que son diabéitcas o con enfermedades cardíacas, es mejor que no prueben el ayuno intermitente o semanal, dado que puede ser perjudicial para su salud ante la falta de vitaminas.

Sin duda, según los diversos estudios, el ayuno intermitente tiene características positivas que permiten una mejora de la salud, pero debe tomarse con prudencia y evitar de hacerlo siempre que se tenga una enfermedad crónica o situación de salud delicada.