La investigadora de Democracy Earth Foundation y ponente del primer congreso mundial sobre Democracia Digital Directa, D3CON, Sofía Cossar nos habla en esta serie de entrevistas sobre el “Empoderamiento cívico a través de la tecnología blockchain: claves para un futuro escenario global”. Cossar, que ha trabajado para la red global más grande de legisladores nacionales, Parliamentarians for Global Action (PGA), y con organizaciones como la Corte Penal Internacional y la Organización de Estados Americanos, analiza temas como la tiranía de la mayoría y la democracia líquida, el Ingreso Básico Universal y la tecnología blockchain.

 

Estamos en un momento histórico, ¿consideras que es el idóneo para la evolución de la democracia? ¿Qué aspectos deben cambiar y cuáles podrían permanecer?

Los efectos de la pandemia del COVID-19 y las respuestas unilaterales y concertadas de los Estados y organismos internacionales a la misma han puesto en evidencia que no solo es idóneo sino imperativo que la democracia evolucione.

La democracia puede definirse como una institución o conjunto de reglas sobre la participación y el proceso de toma de decisiones en el ámbito público, en donde el poder descansa en el “pueblo” de forma directa o indirecta, dependiendo del tipo de democracia. La mayor parte de las democracias actuales son representativas, es decir, el pueblo gobierna “indirectamente” a través de los representantes a quienes elige periódicamente.

Las principales fallas de este sistema surgen de la forma en que se adoptan las políticas y las leyes.

 

Primero, es un mecanismo de agregación de intereses ineficiente: los ciudadanos votan cada 4 o 6 años por un candidato o partido político con propuestas y plataformas predefinidas y rígidas. Los ciudadanos no pueden manifestar sus preferencias ni la intensidad de sus preferencias por cada asunto político que se esté debatiendo y tienen que confiar que su candidato ganará y que representará fielmente sus intereses o el “bien común”.

Segundo, es un mecanismo de agregación de intereses injusto: si bien teóricamente vivimos en un sistema de “una persona, un voto”, fenómenos como el lobby político o cabildeo y la falta de transparencia en los mecanismos de elección intrapartidarios favorecen a ciertas elites económicas y políticas más que al ciudadano común.

Tercero, es un sistema que no ofrece posibilidades reales de rendición de cuentas frente a desempeños pobres o cuestionables de nuestros representantes. Nuestra capacidad de “sancionar” estos desempeños queda en espera hasta las próximas elecciones.

Si bien teóricamente vivimos en un sistema de “una persona, un voto”, fenómenos como el lobby político o cabildeo y la falta de transparencia en los mecanismos de elección intrapartidarios favorecen a ciertas elites económicas y políticas más que al ciudadano común.

 

Las características democráticas que deberían mantenerse, se relacionan, sobre todo, con las reglas de participación en el ámbito público, incluyendo la separación de poderes, el Estado de derecho, la igualdad ante la ley, la libertad de expresión, el sufragio universal y la libertad de prensa.   

 

¿Cómo afectará la aplicación de la tecnología a los procesos electorales y, a la posterior, gobernanza?

 

Aún si no se implementara una reforma legal y política comprensiva que modifique el paradigma democrático actual, los procesos electorales actuales pueden beneficiarse enormemente del uso de las TICs, Big Data, la teconología blockchain y la criptografía.

A diferencia de las propuestas de voto digital pre-blockchain, la implementación de esta tecnología con proyectos como Monero permitiría mantener el voto secreto y volvería a los procesos electorales más accesibles, transparentes y auditables.

 

La gobernanza o el ejercicio de las funciones de gobierno ejecutivas, legislativas y judiciales, también pueden beneficiarse de esta tecnologías, particularmente de los llamados smart contracts o softwares que ejecutan, controlar o documentar automáticamente eventos y acciones determinadas en un contrato, sin intermediarios. Desde los sistemas de identificación de personas físicas y jurídicas, a los registros de propiedad, al otorgamiento de transferencias de dinero como políticas de ayuda social, la ejecución de presupuestos públicos, la recepción y análisis de evidencia multimedia, la resolución de disputas - todos estos procesos pueden volverse más eficientes, participativos, descentralizados, transparentes e incorruptibles.

 

La pandemia, ¿contribuye como acelerador de los cambios?

 

Las pandemias son eventos sin precedentes, de gran alcance, indiscriminados y nocivos. Sus efectos, sin embargo, son raramente neutrales. Ciertas partes de la población son más vulnerables que otras y cuentan con menos recursos para paliar las consecuencias sanitarias y socioeconómicas. Generalmente, estos grupos son mujeres, niñas, personas LGBTI, personas viviendo en la pobreza, refugiados, migrantes y trabajadores del sector informal.

 

Por lo tanto, las pandemia no solo expone fallas sistémicas en la forma en que producimos, consumimos e interactuamos entre nosotros y con el medioambiente. También evidencian sistemas de opresión cristalizados en nuestras leyes, políticas y cultura, que vuelven a algunos más vulnerables que a otros.

 

Eventos como la pandemia del COVID-19 nos obligan a reaccionar de forma rápida y creativa y, de esa forma, aceleran la adopción de cambios. Que estos cambios sean positivos, deseables y sostenibles en el tiempo dependerá de la capacidad que tengamos de cooperar y planificar, más allá de las fronteras, un futuro más inclusivo, participativo, igualitario y sustentable.

Esto incluye, entre otras medidas, repensar el rol del Estado en la provisión de servicios sociales y de salud accesibles para todos, revalorizar la producción de bienes locales y a pequeña escala, disminuir el consumo de bienes y servicios no esenciales que destruyen el ecosistema, digitalizar procesos de trabajo de forma responsible en pos de aumentar la eficiencia y la inclusión y promover sistemas de información pública transparentes y accesibles.

 

¿Puede la tecnología modificar la democracia para que pase de ser representativa a directa?

 

Una nueva generación de TICs que capitalice los beneficios de la tecnología blockchain ayudaría a incorporar elementos o evolucionar hacia un sistema de democracia digital directa, instaurando una “verdadera soberanía popular para el siglo XXI”.

Las personas podrían debatir y votar directamente sobre las políticas o leyes públicas desde sus teléfonos móviles, con la certeza de que su voto no será alterado aleatoriamente.

 

Podrían auditar el sistema de contabilización de votos de forma automática y transparente. Sistemas de identificación soberana permitirían a los votantes tener control pleno de sus datos.

 

¿Cuál es el principal desafío que afronta la nueva democracia?

 

Los desafíos de incorporar un sistema de democracia digital directa son múltiples.

  • Se debe extender el nivel de penetración de internet global, que actualmente apenas supera el 50%.
  • Se deben diseñar aplicaciones que tengan en cuenta las necesidades y limitaciones particulares de los sectores sociales más vulnerables.
  • Se deben resolver cuestiones de escalabilidad propias de la tecnología blockchain para volver a las transacciones más rápidas y menos costosas.
  • Se debe seguir explorando la implementación de “privacy coins” para transacciones de información el sector público, o protocolos blockchain con sistemas criptográficos robustos que protejan el anonimato.
  • Se deben incorporar mecanismos como el voto cuadrático para evitar fenómenos como la tiranía de la mayoría.
  • Se deben encontrar incentivos para que la elite política decida o acepte descentralizar el poder o ceder parte del mismo a los ciudadanos.
  • Se deben encontrar incentivos para que la ciudadanía decide asumir la responsabilidad y el derecho de decidir directamente sobre asuntos públicos.   

 

Para inscribirse hay que rellenar el formulario de contacto de la web de la Fundación Líderes del Sentido  indicando en el cuerpo del mensaje  INSCRIPCIÓN D3CON

 

Más entrevistas a participantes en D3CON:

 

Leequid Magazine, medio oficial del congreso D3CON

Bajo el nombre D3CON se celebra el miércoles 24 y jueves 25 de febrero de 2021 el primer Congreso mundial de Democracia Digital Directa, impulsado por la Fundación Liderar con Sentido Común (FLSC). Y como corresponde al momento en que vivimos y fieles al eje central del mismo, se llevará a cabo de forma virtual.

Para inscribirse hay que rellenar el formulario de contacto de la web de la Fundación Líderar con Sentido  indicando en el cuerpo del mensaje  INSCRIPCIÓN D3CON