La última novela de Juan Aparicio Belmonte no va de virus, pero empieza con parásitos: La encantadora familia Dumont comienza narrando la historia de Paula, Juliá y su negocio El Matapiojos, donde la pareja se dedica a exterminar a esos bichos y fracasa aunque los esparce para tener clientes. Otros dos personajes estrambóticos para la colección de este brillante escritor de novelas de intención satírica, como El disparatado círculo de los pájaros borrachos (2006), XII Premio Lengua de Trapo de Novela; Una revolución pequeña (2009) o Mis seres queridos (2010), II Premio Bubok de narrativa. Le queda una trama por resolver: si el largo catarro que tuvo antes de la cuarentena fue, en realidad, COVID-19.

¿Cómo lleva el confinamiento? Al principio peor, pero poco a poco me he hecho a ello, y ahora bien. Somos cinco en casa. Dos adultos y tres niños. Los cinco padecimos, antes de la cuarentena, una suerte de largo y fatigoso catarro. Tengo la esperanza de que fuera el virus en su versión leve y ahora tengamos los anticuerpos.

¿Qué hábitos conserva de los que tenía, y cuáles nuevos hasadquirido? No he cambiado de hábitos. Pero desde luego no puedo permitirme hábitos vacacionales. Tenemos que organizarnos con los niños, la casa y el teletrabajo, y la cosa es complicada. Los principales cambios de hábito son modestos: el lavado de manos cuando regreso de hacer la compra o de echar la basura. Y que toso en el pliegue del codo. 

¿Se pasa el día en pijama? No. Me visto con ropa de calle. Pero llevo varios días sin afeitarme.

¿Cuántos rollos de papel higiénico tiene en casa? Los de costumbre. No hemos acaparado ni comprado más rollos de lo normal. Hubo un par de días en que creímos que nos quedaríamos sin papel, pero pronto volvió a haber en el supermercado de nuestra manzana. Lo que ahora echo en falta son pimientos rojos. Un producto que no está, pero del que nadie habla. ¿Tanta gente sabe cocinar pimientos rellenos de arroz?

Recomiéndenos un libro, una peli y una canción para pasar este mal trago. Si vives solo y tienes tiempo: Los miserables de Victor Hugo, por decir uno, Fortunata y Jacinta de Galdós o, por qué no, el Ulises de James Joyce. Si vives en pareja y tienes hijos apenas tendrás tiempo para leer, así que uno corto y refrescante tipo Nosotras, el hombre de Lorea W. Lluna (Eolas ediciones), Grandes éxitos de Antonio Orejudo, Tatami de Alberto Olmos o alguno de Amelie Nothomb. Películas: La trinchera infinita (hay quien ha tenido que pasar mucho más tiempo en casa y en peores condiciones). Y canción, por ejemplo, Maneras de vivir de Leño (hay una versión patrocinada por el gobierno de Navarra muy psicodélica).

"Twitter, con su fomento de la emotividad más fanática y roma, es perjudicial para la vida política. La desgracia es que nuestros dirigentes le den tanta importancia".

Una cosa que haya aprendido de todo esto… Que cuando todo termine seguiremos igual que antes, pero más pobres. Lo que, para tantos de nosotros, parece sentido común, que la sanidad pública debe estar en el centro de la actividad de todas las administraciones (y no condicionada por el negocio privado), no será tal para muchos políticos ni muchos ciudadanos. El panorama político se va a volver inquietante. Y que twitter, con su fomento de la emotividad más fanática y roma, es perjudicial para la vida política. La desgracia es que nuestros dirigentes le den tanta importancia.

Y una cosa que haya desaprendido… Nada especial. 

¿Cómo saldrá la Cultura de esta? Pues tocada, claro, pero confío en que la alegría de salir del confinamiento nos haga recuperarnos rápidamente. Hay que ser optimistas, aunque sea a fuerza de voluntad.