La Fiscalía ha renunciado a presentar escrito de acusación contra el abogado y exdiputado de Podemos David Bravo Bueno en la causa por malos tratos contra su expareja, que ha sido procesada por un posible delito de sustracción ilegal de menores al haberse llevado al hijo de ambos a Madrid cuando tenía 8 meses e impedido que tuviese ningún tipo de contacto con él durante más de un año. En su escrito de acusación Bravo señala que éste cortó la relación e inmediatamente después ella le denunció y no volvió de Madrid, auto-atribuyéndose de facto una custodia exclusiva materna como régimen de esa separación pedida por el abogado, que no volvió a ver a su hijo hasta que la Justicia intervino.
ElPlural.com ha tenido acceso por fuentes judiciales a documentos de los sumarios de los dos procedimientos en los que se instruyen las denuncias cruzadas entre el abogado sevillano y Bárbara Butragueño Madrid, que actualmente es subdirectora general de Mujer y Deporte del Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes. La relación de pareja era públicamente conocida, ya que ambos le dieron difusión a través de las redes sociales.
En la causa por sustracción ilegal, penado con entre 2 y 4 años de cárcel y la retirada de la patria potestad entre 4 y 10 años, la Fiscalía también ha renunciado a acusar a la denunciada, decisión en la que ha sido determinante la existencia del procedimiento por malos tratos. Después de que el titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Sevilla, Miguel Angel Gálvez Jiménez, desestimase su recurso de reforma, Butragueño ha recurrido el auto de transformación en procedimiento abreviado ante la Audiencia Provincial, que decidirá si va o no a juicio.
Por su parte, la Audiencia ha revocado el sobreseimiento de la causa contra Bravo dictado por el titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 Sevilla, Francisco Manuel Gutiérrez Romero. Lo hace al considerar que el relato de Butragueño cuenta con "corroboraciones periféricas que le dotan de verosimilitud" y por tanto el caso debe ir a juicio por un posible delito de violencia psíquica habitual, penado con entre 6 meses y 3 años de prisión y, si el juez lo considera adecuado al interés del menor, la retirada de la patria potestad entre 1 y 5 años. Así, el auto menciona a dos testigos y señala que el primero la vio “el 21 de junio de 2021 en la calle llorando y perdida” y “la denunciante le dijo que su novio le había echado de la casa”. Este hecho ocurrió cuando aún no convivían ni se había producido el embarazo.

Frente a esto, el informe de la Unidad Integral de Valoración de Violencia de Género (UVIVG) de Sevilla destaca que, “en la pericial que se le realiza en Madrid”, la denunciante relata que “fue echada del domicilio embarazada de 3 meses y se bajó a la calle a hablar con un amigo”. “Este relato no coincide en contenido ni fechas con el del testigo”, concluyen las peritas de la Unidad de Valoración Integral de Violencia de Género de la capital andaluza.
Inventó agresiones de parejas anteriores
Según el informe de la psicóloga de Madrid, la denunciante afirmó haber tenido "tres relaciones previas, dos con convivencia, sin describir incidencias en las mismas". Sin embargo, en una conversación de Telegram aportada a la UVIVG de Sevilla por el abogado, Butragueño le asegura que “desde los 18 años” ha sufrido “maltrato físico” por parte de anteriores parejas, de las que dice que llegaron a romper una lámpara a un centímetro de su cabeza y arrancar de cuajo la puerta de un baño en el que se escondía. El abogado también entregó a la Unidad una conversación telefónica en la que una de esas exparejas le dice: “esta tía me da auténtico pánico”, “es terrorífica, el demonio, me perseguía por las habitaciones, tuve que recoger mis cosas acompañado de mi madre”.
En su denuncia, Butragueño aseguró que Bravo había maltratado a su primera pareja, ante lo que esta presentó un escrito al juzgado advirtiendo de que no solo era falso, sino que ni siquiera conocía a la denunciante.
Antes de interponer la denuncia, Butragueño había hecho desaparecer todas las conversaciones de Telegram mantenidas por la pareja durante tres años, pero Bravo ya las había guardado y peritado.
Además, en un audio fechado el 12 de diciembre de 2022 (que se adjunta a continuación), Butragueño reconoce que grabó en vídeo una conversación en la que ella mentía para poder usarla en un eventual procedimiento judicial frente a él y que también mintió durante otra conversación porque sabía que él la estaba grabando: "pensaba que me ibas a quitar la custodia por lo de las vacunas", "yo mentí con algo que era totalmente descabellado", "mentí mientras grababas un audio".
La otra testigo que menciona la Audiencia es una de las empleadas de hogar que tuvo la pareja. El auto señala que declaró que, aunque “no oyó amenazas ni insultos”, él “alzaba la voz y no hablaba a la denunciante” y que tuvo que limpiar los restos de un biberón que encontró en el suelo. El auto de la Audiencia señala cómo la denunciante asegura que Bravo “le tiró el biberón de su hija [en realidad es un niño] y ella estaba cerrando la puerta, y dio en la puerta”. Sin embargo, el informe de la UVIVG de Sevilla desmiente esta acusación tras analizar un audio grabado y aportado por la propia Butragueño: “Se oye un golpe y a continuación, risas de ella y cómo ella dice varias frases, haciendo alusión al estado mental de él: ‘estás mal de la puta cabeza chaval’”. “Ella refiere dónde ha impactado el biberón, indicando claramente que ha sido en la pared, contradiciendo lo que ha dicho en algún momento sobre que le lanzaba el biberón a su cabeza”.
El incidente del biberón se produjo el 30 de noviembre de 2021. Ese día hubo una tensa discusión entre la pareja por la mañana, con cruces de reproches tras la negativa de ella a vacunar al bebé. Bravo le indicó que quería poner fin a la relación y le advirtió de que si no accedía a ponerle las vacunas, pediría la custodia. Por la noche, ella regresó a la vivienda tras una comida de empresa y grabó en audio la conversación con Bravo (el audio se adjunta a continuación) (que “Eres una persona de mierda”, “eres un puto loco”, “estás solo”, “tienes un amigo que se mea en tu puta cara”, "solo tienes a tu mamá para contarle tus problemas”, le dice ella a él. La sucesión de insultos dura más de un minuto y, aunque Bravo permanece callado, finalmente termina reaccionando llamándola “hija de puta”, escuchándose risas de ella inmediatamente después, como recoge el informe de la UVIVG de Sevilla.
El auto dictado por la Audiencia de Sevilla señala que los informes elaborados por las unidades de valoración de violencia de género de Sevilla y Madrid son “contradictorios”. Mientras que el segundo identifica “la presencia de secuelas psicológicas consistente en sintomatología de corte postraumático que puede atribuirse a la evolución de pareja mantenida con el Sr. Bravo”, el informe realizado en Sevilla no solo “descarta” esta posibilidad, sino que advierte de que Butragueño “parece utilizar su diagnóstico de Trastorno por estrés postraumático [anterior a la relación] de manera instrumental con el objetivo de responsabilizar al explorado como único causante de sus secuelas”. Además, el informe verifica que la denunciante alteró la transcripción del audio aportado por ella misma eliminando la parte en la que reconocía tener ese trastorno por supuestos hechos previos.

La UVIVG de Sevilla descarta el maltrato
La UVIVG de Sevilla va mucho más allá y expone que Bravo podría haber asumido el rol de víctima tras una pericial realizada por la coordinadora de la Unidad, la médico forense Celia Llopis Giménez, junto a una psicóloga y una trabajadora social. Butragueño no se presentó a la cita en esta Unidad y aportó el informe realizado por una psicóloga de la unidad de valoración adscrita a los juzgados de Madrid.
Por su parte, las profesionales de la UVIVG de Sevilla exploraron al denunciado en dos ocasiones, examinaron el informe de la psicóloga de Madrid y la documentación obrante en autos, entre la que se incluyen tres años conversaciones de Telegram e Instagram y audios aportados por Bravo que, según el informe, “corroboran cada una de las afirmaciones que hace D. David”.
La UVIVG de Sevilla no solo desecha la existencia de maltrato por parte del abogado, como destacó el juez instructor en su auto de archivo. “No descartamos la posibilidad de que haya existido una dinámica abusiva por parte de Dª Bárbara hacia el explorado; dinámica en la que han podido estar presentes insultos, celos y agresiones, como se evidencia en los documentos que el informado ha proporcionado”, añade el informe.
Un ejemplo de esas “agresiones” contra Bravo a las que se refiere el informe aparece en una conversación de Telegram obrante en el sumario, fechada el 29 de junio de 2021. En ella, el abogado afirma: “Sé que a ti te han pegado y tendrás normalizadas o pensarás que es tolerable ciertas cosas o que las toleras más que otra gente. Pero en mi mundo que mi pareja me haga una herida en la mano me explota la cabeza”. A continuación, Butragueño le pide disculpas por lo ocurrido: “No, David. No lo tengo normalizado. La psicóloga me avisó de que se me iba a remover todo. Lo siento mucho”.
El informe también concluye que Butragueño “no emprende su viaje a Madrid con la intención de huir de un contexto hostil”, en contra de lo que ella argumenta en su denuncia. Así, la UVIVG de Sevilla advierte de que “el viaje estaba planificado para esas fechas de Navidad, siendo D. David quien decide no acompañarla por las diferencias surgidas en la convivencia los días previos”.
Según expone el informe, esas “diferencias” son, por un lado, “la instrumentalización que ella hace del hijo al no cambiarle el pañal durante horas como castigo a D. David por haber estado el día 29 de diciembre con su familia, cuestión no aprobada por Dª Bárbaba, por considerarles una mala influencia”. “Y por otra parte, las propuestas de poner fin a la relación verbalizadas previamente por el explorado, cuestión que la peritada parecía no aceptar al enviarle mensajes de Whatsapp en días posteriores, invitándolo a que acudiese a Madrid (...), actitud que denota que deseaba una reconciliación”.
“Consideramos que ha existido una tendencia por parte de Dª Barbara de posicionarse en una postura victimista dentro del conflicto, existiendo una constante justificación de sus conductas inadecuadas (insultos, humillaciones, agresiones, abuso de tóxicos...)”, señala el informe de la UVIVG de Sevilla.
En el sumario consta cómo, tras conocer la existencia de la denuncia, Bravo llegó a presentar al juzgado un escrito con más de 60 documentos de prueba con conversaciones similares a las descritas.

“El 23 de diciembre él trata de dejar la relación”, recoge el citado informe. Según un audio (que se adjunta a continuación) de ese mismo día obrante en el sumario, Butragueño intenta disuadirlo con expresiones como “estamos bien”, al tiempo que le suelta una retahíla de reproches e insultos.
En otro audio de ese mismo día, ella le pide que valore que lo han pasado bien en los últimos días y posteriormente desliza que se marchará con el niño si no se siente “a gusto” en su relación porque la pareja no lleve a cabo las actividades de ocio que a ella le gustan: “Me suda la puta polla que tú me digas no sé qué, no sé cuántos... ¿Tú te das cuenta de lo verdaderamente diferentes que somos, la gran diferencia no solo de edad sino psicológica que hay entre los dos? ¿Tú crees que si yo no me siento a gusto con mi pareja me voy a quedar aquí, tenga un hijo o tenga siete? Yo tengo toda la vida por delante y tú no”.