A primera vista parece un reto sencillo. En nuestro camino a Marte tendremos que superar pruebas increíbles, más allá de la capacidad humana. Pero estar recostado dos meses parece la más fácil de todas. Es lo que ofrece una institución alemana a cambio de más de 16.000 euros

Los responsables del Instituto de Medicina Espacial, dependiente del Centro Aeroespacial Alemán (DRL), han lanzado una campaña para reclutar participantes en la prueba. Se precisa a personas con una alta capacidad de resistencia. Puede parecer paradójico cuando hablamos de estar senseta días sentado. Pero no es tan sencillo. 

6 grados de inclinación

Los elegidos tendrán que permanecer recostados con una inclinación de la zona de la cabeza de seis grados. Es decir, que los sujetos estarán inclinados hacia abajo. 60 días. Además, estarán así absolutamente todo el rato

Comer, lavarse, realizar las necesidades fisiológicas, leer o ver la tele y el móvil, todo tendrá que hacerse en esa postura. Durante dos meses. 

Como las cosas ya se han complicado para los perezosos aspirantes a voluntarios, la DRL asegura que todo el experimento estará controlado por su equipo de fisiólogos, fisioterapeutas, neurólogos.

Además de controlar el estado de los individuos, extraerán datos que permitan aventurar cuáles serán las  consecuencias de un viaje tan largo en microgravedad. Un viaje con destino Marte

Los elegidos tendrán un auténtico entrenamiento de astronauta. Antes de la prueba pasarán 15 días de familiarización con el entorno y la prueba. Y después de los sesenta día acostados, tendrán otras dos semanas de descanso y rehabilitación  que les pondrá en forma para volver a la vida cotidiana. Un poco de descanso de tantos descansar.