Resulta que no hay que viajar a Marte para explorar Marte. Basta con quedarse en Marruecos. El país vecino ha resultado ser un perfecto banco de pruebas para testar robots teledirigidos, vehículos espaciales y trajes de astronautas, y los resultados, se espera, pronto se podrán extrapolar al planeta rojo.

Son, sobre todo, las grandes extensiones vacías las que, por su geología y su morfología, se asemejan bastante a lo que hasta ahora se conoce del planeta Marte, según ha explicado a la Agencia EFE el profesor Kamal Tajeddine, profesor de Geología en la Universidad Cadi Ayyad de Marrakech. Se trata de zonas pedregosas y lejos de la idea tópica de las cadenas de dunas.

También existen, reconoce Tajeddine, que hay otros países africanos (Argelia, Etiopía o Botswana) con desiertos más o menos similares, pero Marruecos cuenta con varios factores extracientíficos de peso, comenzando por la seguridad. A ello se añade la estabilidad política del país y la existencia de una infraestructura hotelera muy desarrollada con acceso rápido a internet, fundamental para que los equipos investigadores descarguen sus trabajos al final de una jornada bajo el sol y el viento.

El último experimento, desarrollado a principios de diciembre, consistió en probar la autonomía del astromóvil bautizado como Sherpa TT, un robot con ruedas que recuerda a una araña por sus brazos articulados y que debía demostrar al mismo tiempo su capacidad de seguir las órdenes y de improvisar una acción propia si en su camino encuentra un objetivo científico.