Posiblemente tenga que ver con los ataques informáticos que se han producido en los últimos meses, como WannaCry y el malware NotPeyta: el estudio de Pew Research Center, publicado el 1 de agosto tras un trabajo de campo que ha incluido encuestas en 38 países, señala que la preocupación por la seguridad cibernética se ha disparado entre la población. Comparte los primeros puestos entre nuestras preocupaciones con el grupo terrorista ISIS y el cambio climático.

La mitad de las economías temen ciberataques

En concreto, los ataques cibernéticos representan la principal amenaza para el 51% de las economías de los países en desarrollo. Japón la ubica en primer lugar mientras que otros grandes países como Alemania, Reino Unido o Estados Unidos, donde incluso se investiga un hackeo ruso del proceso electoral en las presidenciales de 2016, la sitúan en segunda posición.

El cambio climático es lo peor para África e Iberoamérica

Por otro lado, para trece países de Iberoamérica y de África, el cambio climático encabeza las preocupaciones prioritarias. Por ejemplo, el 72% de los mexicanos lo percibe como su mayor amenaza, posiblemente porque su capital es una de las ciudades más contaminadas del mundo. En Europa, en general, está en la segundo posición entre las mayores inquietudes. Buena parte de la población estadounidense la percibe como la tercera, así que se sentirá particularmente agobiada después de que Trump haya retirado al país del Acuerdo de París. La otra gran preocupación que está en el pódium mundial es la amenaza que supone el grupo yihadista ISIS, especialmente para Estados Unidos y Europa. Aunque el estudio también señala otros problemas mundiales como la situación económica (Grecia y Venezuela) o la crisis de los refugiados de países como Irak o Siria (Hungría).

La influencia de Estados Unidos se ve como una amenaza

También las preocupaciones por el poder y la influencia estadounidenses han aumentado en los países de todo el mundo,  vinculadas a una caída en la confianza en su presidente; en concreto, una media del 38% de los países encuestados dicen que el poder y la influencia estadounidenses representan una gran amenaza para su país, equiparando esta percepción negativa a las que se reciben del poder chino y ruso en gran parte del mundo: casi tres de cada diez países en todo el mundo consideran a China o a Rusia como una amenaza importante para sus poblaciones.