El diagnóstico es, sin duda, una de las principales claves para poder controlar la pandemia del coronavirus​. Al inicio la escasez de pruebas PCR limitaba el diagnóstico a una confirmación de los casos más graves. Ahora se han generalizado y permiten, incluso, encontrar asintomáticos allí donde un foco lleva a las autoridades a realizar un gran número de pruebas. Sin embargo, hay mucha capacidad de mejora. Científicos y las distintas Administraciones de cada país trabajan en la búsqueda de test rápidos, sencillos y baratos, que faciliten el seguimiento de la cadena de contagio y reduzca la medidas preventivas, tales como las cuarentenas, para dejar de matar moscas a cañonazos.

Mucho mejor si, además, es posible evitar molestias a la persona que se somete a la prueba. Una opción que cobra fuerza ante la proliferación de test que, en lugar del bastoncillo por la nariz o la extracción de sangre para su análisis, utilizan la saliva para detectar el coronavirus y sus anticuerpos.

Test de sangre de coronavirus - EP

La FDA, que actúa como agencia del medicamento en Estados Unidos, aprobó el pasado fin de semana un test que utiliza esta metodología. La prueba desarrollada por científicos de la Universidad de Yale se ha probado con éxito en los jugadores de la NBA concentrados en Florida. Con un precio que a penas ronda los cinco euros, la denominada SalivaDirect ha comenzado a comercializarse ofreciendo 90 resultados en tres horas.

No es, ni mucho menos, un caso aislado. El aeropuerto de Mánchester está realizando pruebas, con intención de generalizar su uso, con otro test basado en la saliva del paciente y ofrece resultados fiables en 12 minutos. Pero lo más sorprendente del test de Reino Unido es que ha sido desarrollado por científicos españoles.

Una prueba con marca España

Se trata de un equipo de investigación del Hospital Carlos III de Madrid, liderado por Anabel Gil, Antonio Madejón y Pablo Castán. Su test pretende ser aprobado en los próximos días también por la FDA americana aunque, al contrario que el test ensayado con la NBA -que emplea la técnica RT-qPCR, más rápida aunque parecida a la PCR-, la prueba de desarrollo español utiliza “la tecnología para poder solubilizar proteínas en estado nativo y que reaccionen bien. No buscamos el ARN del patógeno, sino que el cuerpo del propio individuo nos da la pista a través de los anticuerpos que haya generado para combatir la infección”, comenta Pablo Castán, doctor en biología molecular.

La prueba del Carlos III mide la presencia de inmonuglobulinas, con anticuerpos IgM, que indican que el paciente está infectado y puede infectar, y anticuerpos IgG, cuya presencia indica anticuerpos a largo plazo tras superar la enfermedad. Castán asegura que este tipo de análisis de las IgM mediante saliva “Permiten identificar a pacientes con sintomatología muy leve e incluso a los asintomáticos sin necesidad de realizar la PCR”.

Los ensayos con otros virus nasofaríngeos han comprobado que la saliva permite “una detección más rápida que en la sangre” de las inmunoglobulinas IgM, responsables de la primera respuesta inmunitaria de nuestro cuerpo a la infección.

Test de coronavirus - EP

Rápido, sencillo y eficaz

El método del Carlos III también destaca por su sencillez: La saliva se deposita en un pequeño tubo, donde se mezcla con una solución que permite, en tan solo diez minutos, que una tira reactiva muestre la presencia de IgM, de IgG o de ambas, o lo que es lo mismo, si el paciente sufre la infección, si ya la ha pasado y no contagia o si la ha pasado pero aún es contagioso. Una sencillez que multiplica por mucho las posibilidades de la PCR.

Aunque siempre cabe la posibilidad de confirmar un positivo posteriormente con una PCR, la prueba de saliva no muestra falsos negativos (0%) y pocos falsos positivos (entre un 5% y un 22%). Igualmente, “en el 100% de los casos en los que hemos realizado una detección temprana de IgM en saliva en pacientes que no tenían síntomas o con síntomas muy leves, la PCR ha confirmado ese resultado”, comenta el mismo investigador que, a la espera de más evidencias, informa de la posibilidad de que su prueba detecte infectados antes incluso que la PCR.

La financiación hay que buscarla fuera 

La idea española, desarrollada en a penas cuatro meses, ha contado con la financiación del banco de inversiones británico Zeus Capital. Unas situación habitual en los laboratorios españoles, donde la mayoría del dinero llega desde EE.UU u otras zonas del norte de Europa. “Planteamos esta idea al grupo inversor Zeus Capital, que es el segundo más grande de toda Europa en capital riesgo aplicado a biomedicina. Estudiaron la propuesta y, a través de sus fondos, se gestó la empresa Medusa19, que es la que ha invertido todo lo necesario para completar el desarrollo y fabricar el producto”, ha contado Castán, que también informa de que, tras el aeropuerto  de Mánchester, “En el Reino Unido tienen la idea de utilizarlo como un sistema de cribado cara a empleados que tienen que trabajar juntos”, por lo que pretenden fabricar 1,2 millones de test antes de que acabe el año.

Test de sangre de coronavirus - EP

Una técnica en auge pero que no eliminará las PCR

El diagnóstico mediante saliva lleva años mostrando su pujanza, la empresa española Geroa Diagnostics también ha destacado presentando una prueba diagnóstica del alzheimer mediante saliva. Técnica también utilizada por la startup SOMAprobes, otra empresa radicada en el País Vasco, para su test de coronavirus.

Pablo Castán reconocía que los diagnósticos salivales “llevan siendo el Santo Grial mucho tiempo”, aunque presenta complicaciones para su desarrollo, ya que "es necesario contar con una tecnología que te permita mantenerlas en un estado nativo pero soluble para asegurar que el 100% de las proteínas disponibles sean capaces de interactuar con los reactivos”. Por suerte, los investigadores del hospital madrileños se encontraban trabajando precisamente sobre proteínas en muestras líquidas cuando el SARS-CoV-2 apareció en escena, por lo que no dudaron en lanzarse a probar su método diagnóstico.

Lo cierto es que el éxito de las técnicas salivales dependen de cada enfermedad. Aún no hay conclusiones clara sobre el coronavirus, pero este método resulta especialmente efectivo con la hepatitis, que se desarrolla en el hígado. La lógica parece aconsejar su uso en enfermedades del tracto nasofaríngeo: “Los nódulos linfáticos de la garganta son los primeros que van a reclutar y liberar anticuerpos y están al lado de las glándulas salivales”, informa Castán.

Pero, de cualquier forma, este tipo de pruebas no pretenden sustituir a las PCR. Al contrario, pretenden coordinarse para ofrecer un diagnóstico más exhaustivo de la propagación del virus. La prueba PCR es capaz de informarnos  sobre posibles mutaciones de este coronavirus, lo que puede resultar crucial para enfrentarnos a un incremento de su virulencia.