Iker Casillas ha sido el último en destapar la caja de las conspiraciones. El portero español del Oporto ha preguntado a sus seguidores en redes sociales si de verdad ellos creen que el hombre fue a la Luna en 1969, o si, por el contrario y como él, opinan que fue todo un cuento chino (o mejor dicho, americano).

Casillas no ha sido, ni de lejos, el único en aguarnos la fiesta dudando de que Armstrong pisó, cual Principito, la superficie lunar aquel 20 de julio de hace cuarenta y nueve años. Según la misma NASA, el 11% de los norteamericanos piensa que el alunizaje tiene de real lo que los Reyes Magos, y que la Casa Blanca nos ha tratado a todos como niños ingenuos estas cuatro décadas. Se dice que las cintas que documentaron el alunizaje se habrían destruido, que los astronautas no podían haber sobrevivido a la radiación de la luna, que no se ven estrellas en las míticas imágenes de Armstrong, que nunca se ha vuelto a ir a la luna, que el Kremling chantajeó al Pentágono  por la estafa global del Apolo 11… Se dice hasta que todo el alunizaje se filmó en un estudio. Algunos mencionan incluso el nombre de Kubrik como artífice de tal ciencia ficción, a pesar de que su hija se ha hartado de desmentirlo, y varias películas y supuestos documentales, como el thriller de ciencia ficción de Peter Hyams Capricornio Uno, han abonado las ideas conspiratorias.

He aquí algunos argumentos y contrargumentos para convencer definitivamente a Casillas, y a aquellos que siguen dudando, de que Armstrong de verdad pronunció el “Este es un pequeño paso para el hombre, pero un gran paso para la Humanidad”, y se merece seguir siendo leyenda e inspiración para el avance de la ciencia y la tecnología.

  1. Los aterrizajes lunares han sido detectados por la sonda lunar Chang'e 2 de China, la sonda Indian Chandrayaan-1 y varias otras agencias espaciales independientes (no financiadas por la NASA).

2. Una afirmación recurrente de los teóricos de la conspiración es que la bandera estadounidense se movía en la superficie de la Luna, donde no hay viento. No lo hay, pero hay impulso e inercia. La tela de la bandera se movió mientras se colocaba en su posición. También tiene un poste en la parte superior para mantenerlo en su posición; de lo contrario, podría colgar hacia abajo.

  1. Otra de las afirmaciones anti alunizaje es que la misión Apolo 11 ofreció imágenes de los dos astronautas sin haber un camarógrafo identificado. National Geographic explicó que había cámaras en los cofres de los trajes de ambos astronautas, y en el Lander.
  2. Para celebrar el 40 aniversario del aterrizaje en la Luna, la NASA remasterizó una serie de tomas de la misión Apolo 11. Las imágenes diluyen la antigua duda de que el metraje del Apolo fue intencionalmente malo para ocultar el hecho de que se había filmado en un estudio.

Neil Armstrong se manifestó sobre las teorías conspirativas en una entrevista en Fox News, explicando los riesgos que asumieron en la expedición del Apolo 11. "La diferencia entre 20 minutos allí arriba y volver, yendo a la Luna, era algo más allá de lo concebible técnicamente por entonces", expresó. "Un mes antes del despegue del Apolo 11, decidimos que teníamos la confianza suficiente para intentar descender en la superficie"; sin embargo, poco antes de emprender el vuelo, "calculé un 90% de posibilidades de volver sanos a la Tierra, pero sólo un 50% de aterrizar en un primer intento. Había muchas cosas desconocidas en ese descenso de la órbita lunar a la superficie que no se habían demostrado aún". Tampoco el aterrizaje allá arriba parecía seguro, "no era un buen lugar en absoluto", recordó. "Tomé el control manual y lo volé como un helicóptero en dirección oeste", porque el ordenador de abordo le estaba indicando un lugar para alunizar que no era el idóneo, pues estaba al lado de un cráter. Lo llevó a una zona más llana, sin tantas rocas, “y encontré un área pareja y pude bajar allí, antes de que nos quedásemos sin combustible. Teníamos apenas para 20 segundos". Menos de un minuto para hacer historia.

El entrevistador, Alex Malley, pregunta a Armstrong qué tal le sabe que aún hoy haya gente que dude de la llegada a la luna. "A la gente le encantan las teorías conspirativas", considera. Asegura que puede probar que estuvo en la Luna con el propio satélite natural de la Tierra. Las dudas “nunca me han preocupado, sé que algún día alguien volará de vuelta y levantará esa cámara que dejé allí arriba".