Muchos medios dan por hecha la ruptura de Tamara Falcó con Íñigo Onieva, pero lo cierto es que aún no se han pronunciado públicamente. En cualquier caso, durante este fin de semana, la presunta ex pareja ha sido la comidilla de cualquier reunión social, tras la filtración del vídeo que destapó la infidelidad del empresario. De acercarse al sonido de las campanas, al abismo más absoluto en menos de 72 horas. Una polémica que ha llegado hasta el plató de El Intermedio y ha provocado que hasta el Gran Wyoming se moje.

En el programa de este pasado lunes, el humorista no ha podido comentar la noticia del fin de semana en corazón. Sandra Sabatés guio los pasos de Wyoming hasta hilar un comentario político con la posible ruptura de Tamara Falcó e Íñigo Onieva. “El PP y el Gobierno siguen enfrentados por los impuestos y es que a la supresión del impuesto de patrimonio en Andalucía por parte de Moreno Bonilla se suma ahora el IVA de los alimentos”, avanzó la copresentadora.

La periodista continuó su disertación, desgranando que el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, reclamó al Ejecutivo la reducción del gravamen en el precio de los alimentos básicos. “Ha lanzado una dura acusación afirmando que el Gobierno se está quedando con el dinero”, prosiguió Sabatés, que dejaba paso al humorista.

Ambos destacaron los posicionamientos socialistas y el impuesto que prepara con mimo el Ejecutivo para gravar a las grandes fortunas con recargo al IRPF. “Algunos pensarán que es una medida a la altura del Gobierno más progresista de nuestra democracia”, indicó el presentador de El Intermedio, antes de subrayar que al menos lo era “hasta hace tres meses”, aludiendo a que el PSOE declinó la propuesta de Podemos para la creación de un gravamen a las “rentas más altas”.

Es en este punto donde ha hilado política con crónica social. “No pasa nada. ¿Quién no ha cambiado de opinión de junio a septiembre? Mira Tamara Falcó”, deslizó el humorista, quien recordaba que en junio “soñaba con ponerse un anillo en el dedo anular” y, ahora, ha pasado a sacar “el dedo corazón”.