El Hormiguero volvió a ser este martes por la noche el programa que acaparó los comentarios en las redes sociales tras la entrevista de Pablo Motos a Vicente Vallés. Ambos presentadores hablaron sobre la actualidad política, la salud del Gobierno de Pedro Sánchez y la oposición que ejerce el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo.

Tocando varias cuestiones de principal relevancia tales como la reforma del Código Penal, el debate que rodea a la Ley del ‘solo sí es sí’ o los cambios sobre el delito de malversación. En lo que concierne a la normativa del Ministerio de Igualdad, Motos le preguntó al periodista si la ministra Irene Montero debe ser destituida (tal y como planteó Vox con su reprobación en el Congreso de los Diputados, que se debatirá este jueves).

Lo que no sabemos es qué hubiera hecho si hubiese sido una ministra del PSOE. Porque aquí lo que ocurre es que hay un Gobierno que, en realidad, son dos gobiernos”, explicó Vallés, recordando que solo Unidas Podemos puede actuar en sus ministros.

“Si hubiese sido del PSOE, Sánchez la podría haber cesado... hasta qué punto Sánchez tiene poder frente a Irene Montero”, insistió el conductor del programa. “Es el presidente del Gobierno. La teoría es que tiene todo el poder posible. Otra cosa es que el pacto al que hayan llegado libere la posibilidad de que un ministro de Podemos o ministra pueda ser destituida sin que haya un acuerdo de los dos lados del Gobierno, del sector PSOE y Podemos. En ningún momento se ha producido un cambio de ese tipo hasta fecha de hoy”, zanjó su invitado.

¿Cómo va Feijóo?

En otro orden de ideas, el presidente de los populares también fue una de las figuras clave que resurgió durante la conversación de ambos presentadores y, preguntado por cómo percibe su acción política, Vallés se pronunció en estos términos: “Bueno, se va gestionando el hombre. Ha llegado a Madrid y creo que le está costando hacerse con el sitio y está tanteando el terreno a ver si consigue encontrar un carril por el que circular, que esté despejado y por el que él se sienta a gusto. En una situación en la que la política se ha vuelto un territorio comanche en el que es muy difícil circular”, valoró.

De este modo, y ateniéndose al perfil de Feijóo, aseguró que el gallego se aleja de aquellos líderes que “tienen como gran bandera pegar muchos gritos o decir cosas muy trompeteras”: “No está en esa línea, se siente incómodo en ese ambiente. (…) Está intentando gritar lo justo”, sentenció.