El magistrado y portavoz territorial de Juezas y Jueces para la Democracia, Joaquim Bosch, ha hecho una comparación que sirve para reflexionar sobre el tratamiento mediático y político de la okupación, dando a entender que es un tema magnificado y al que se le da más peso del que merece, en comparación con otros problemas más acuciantes. 

"Las oficinas de atención a víctimas de violencia de género reciben al año más de 100.000 consultas. Las oficinas sobre ocupación de inmuebles reciben unas decenas de consultas anuales", arrancaba el magistrado, comparando los datos de ambas vulneraciones. 

"Es la diferencia entre un grave problema social y un delito leve magnificado a lo bestia", sentenció el magistrado. Un mensaje que se ha extendido rápidamente por las redes sociales, alcanzando los 17.000 'me gusta' y superando el medio millón de visualizaciones.

 

Desmontando el argumentario okupa de la derecha

A esta afirmación que ha hecho Bosch a través de Twitter le pueden acompañar otras cifras y argumentos legales que desmontan el argumentario de la derecha y la extrema derecha al respecto. Para empezar, los partidos de derechas no concretan qué supuestos engloba la okupación cuando utilizan el término. El Ministerio del Interior, por su parte, muestra la suma de allanamientos de morada (se considera morada la vivienda habitual, segunda vivienda o vivienda vacacional, entre otras) y usurpación (las que no son moradas como las abandonadas, vacías en venta, para alquiler o propiedad de bancos y otras entidades), que en 2021 ascendió hasta los 17.274 y en 2022 de 16.726 (la cifra crece anualmente desde 2016). No existe diferenciación alguna entre ambos delitos en las cifras totales, ni ninguna tipificación concreta que haga referencia a la ‘okupación’ como se hace desde ciertas formaciones y altavoces mediáticos.

Estos datos se quedan muy lejos de reflejar una inundación de okupaciones que esté arrasando el parque de vivienda español, tal y como se desprende del discurso de las derechas y que está calando en la sociedad española a fuerza de repetición con la inestimable ayuda de los medios de comunicación. Así lo refleja de Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que desde octubre incluye en sus barómetros mensuales “la ocupación de viviendas” como uno de los principales problemas mencionados por los españoles, a pesar de los datos expuestos.

Sin embargo, existen otros problemas más acuciantes en torno a la vivienda de los que la derecha no se ha preocupado tanto. Es el caso del precio de los alquileres, que se han encarecido hasta un 8% durante el año 2022, o del precio de la vivienda nueva, que ha seguido en aumento a pesar de crecer la disponibilidad de pisos vacíos. Ni que decir de las hipotecas, que han visto como el Euríbor -principal valor al que se indexan- inició el 2022 en el -0,477% y lo cerró en el 3,02%. Las hipotecas variables ya suscritas incrementaron su valor cerca de 3.000 euros al año y las de nueva suscripción vieron como los tipos medios se situaban en el 2,67% (2,18% las variables y 2,93% las fijas), según los datos del INE.

A su vez, en el año 2021, según la base de datos del Consejo General del Poder Judicial, se produjeron 41.359 desahucios, 10.103 de ellos por impago de la hipoteca, 28.993 por impago del alquiler y 2.263 por otras causas (entre las que se incluyen la ocupación ilegal del inmueble, motivos de herencia o enfrentamientos familiares, entre otras); datos que se reproducen en 2022, con 38.269 desahucios totales (8.511 por impagos hipotecarios, 27.531 por impago del alquiler y 2.227 por otras causas). 79.628 personas fueron expulsadas a la calle, desprovistas de hogar y alternativa durante estos dos años, pero con la deuda vigente. 109 desahucios al día, 109 familias en la calle.

Dos años muy complicados en los que, en materia de vivienda, tan solo mejoraron las cifras para las empresas de alarmas. De ello presume la líder del sector, Securitas Direct, que en 2021 alcanzó las mejores cifras de su historia y, tras incrementar sus beneficios en un 79,6%, pulverizó su récord con 126,5 millones de euros de beneficios, tal y como muestran las cuentas que la propia empresa depositó en el Registro Civil. No se conocen aún las cuentas anuales de 2022, pero sí las cifras de negocio. Según datos revelados por la propia Securitas Direct, la compañía “refuerza su liderazgo […] con un crecimiento sostenido de dos cifras” y cuenta con 1,8 millones de alarmas conectadas que engloban a seis millones de personas. Buenos años para este sector empresarial, de la mano de la labor mediática que lo ha favorecido.