Antonio Resines ha querido compartir sus experiencias “cercanas a la muerte” y lanzar un bonito -y esperanzador alegato- a sus seguidores. El actor ha tomado la decisión después de dejar atrás de manera definitiva el coronavirus el pasado 10 de febrero y tras pasar más de un mes en el hospital Gregorio Marañón de Madrid.

Uno de los históricos de Los Serrano, entre otras muchas series y películas, ha escrito en su perfil de Linkedin cuatro experiencias cercanas a la muerte, más allá de los momentos -algunos de ellos preocupantes- que sufrió durante su estancia en el hospital.

“Con 16 años casi muero. Con 18 casi muero, con 19 casi muero y con 23 casi muero otra vez”, señala en la red. El actor cuenta así que ha tenido en total “cuatro siniestros" en su vida. Relata de la siguiente manera cómo fueron.

“Son experiencias que te marcan para toda la vida. Pero en una de ellas tuve una experiencia cercana a la muerte. Te cuento. Un accidente de coche en Italia y una transfusión de 3 litros de sangre de un grupo distinto al mío hacen que casi la palme. Yo diría que por un momento la palmé, porque me vi a mí mismo sobre la camilla, y a mi padre y a mi hermana a mi lado llorando. Me provocaron una anemia brutal que casi me manda a las puertas del cielo”, desliza.

Un consejo imprescindible

El artista reflexiona sobre lo que es realmente importante. “No sé si alguna vez alguien te ha contado una experiencia cercana a la muerte, o si la has sufrido en tus carnes, pero se te quitan las tonterías de golpe. Dicen que aprendemos a base de hostias, y doy fe de que es verdad, porque cuando te enfrentas a la incertidumbre de vivir o morir no te queda otra que confiar”, añade en el escrito.

Por último, Resines habla de la necesidad de “disfrutar” del camino y asegura que todo “excepto ya sabes qué” tiene solución.  “El mensaje que te quiero mandar hoy es este: No existe nada que no tenga solución (excepto ya sabes el qué), así que no te amargues y disfruta del camino, que para eso hemos venido. BeLiquid, my friend. P.D: si te da miedo subir conmigo en un coche no me lo tomaré a mal”, termina el texto.