Jorge Javier Vázquez ha sorprendido a sus seguidores con un anuncio inesperado: los médicos le han diagnosticado una enfermedad. Lejos de mostrarse preocupado por ello, el presentador de televisión ha desvelado en su nuevo artículo de la revista Lecturas cómo se siente al respecto.

“Me han diagnosticado apnea severa, por lo que tendré que dormir con maquinita. Lo celebro”, ha escrito en su blog Vidas propias. “Dormir mal te hincha, eso lo sabe hasta este Papa que desquicia a los fachas y enamora a las personas de tan buena voluntad como yo (…) He llegado a roncar viendo a la inmensa Rosa María Sardà. Quien sufra de apenas sabe a lo que me refiero”, prosigue. Al mismo modo, cuenta con su habitual tono irónico y desenfadado sus visitas al médico: “El lunes voy al urólogo, que por edad ya me toca. Estoy deseando que me hagan una colonoscopia para que me droguen de manera legal y que no puedan llamarme vicioso”.

La apnea es una enfermedad que afecta gravemente al sueño, ya que se pausa la respiración en un tramo máximo de 10 segundos. Para no dejar que vaya a más, el método más eficaz es utilizar un CPAP, una máquina que bombea aire bajo presión a través de una manguera y la mascarillas que se coloca en las vías respiratorias.

Dejando a un lado estas dolencias, Vázquez también le ha restado importancia a las críticas sobre su aspecto físico, cuando recientemente ha podido escuchar comentarios sobre su subida de peso: “En realidad me da bastante igual todo lo que tenga que ver con mi aspecto externo, en el sentido de lo que puedan opinar los demás. Quiero decir que ese cáliz ya me lo he bebido y no pienso pasar por martirios que tengan que ver con el qué dirán. Me escribió una señora un mensaje lindísimo (eufemismo) hablando de mi cara y de mi cuerpo”, bromea en su artículo de Lecturas.

Otros percances de salud

Cabe recordar que el conductor de Sálvame ya dio un buen susto a sus seguidores durante sus vacaciones. En plano mes de agosto, y durante sus vacaciones en Perú, el presentador se vio afectado por un mal de altura y, como consecuencia de este, sufrió un edema pulmonar -es decir, falta de oxígeno-, por lo que tuvo que ser trasladado a un hospital. No obstante, este percance no le impidió disfrutar de las maravillas de Machi Pichu, a pesar de estar “chutándose oxígeno cada diez minutos”.