Hay que tener las gónadas de cemento armado para subirse al atril del Congreso de los Diputados, envolverse en la bandera del feminismo, y atacar a Sánchez por el machismo que según él reina en el PSOE. Hay que ser indecente y miserable, como poco, para hacer el discurso que ha hecho Alberto Núñez Feijóo en el pleno monográfico sobre corrupción cuando no hace ni 24 horas que, el Tribunal Supremo ha confirmado la condena de 16 años y 11 meses de cárcel al exconcejal del PP de Ponferrada, Pedro Muñoz Fernández, que dejó parapléjica a su mujer tras años de maltrato físico y psicológico. Aun estamos esperando que salga el partido a condenar estos hechos señor Feijóo.
Resulta vomitivo verle acusar de machista al presidente del Gobierno cuando usted, sí, usted, Alberto Núñez Feijóo, ha callado mientras su sucesor al frente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, abrazaba y pedía recuperar al conselleiro dimitido por estar acusado de agresión sexual, Alfonso Villares. Ni una palabra le he escuchado decir sobre el hecho de que Rueda ocultara varios meses esa acusación contra Villares, y mucho menos le he visto condenar esas muestras de afecto público.
Le voy a decir una cosa, lo que hemos escuchado en las grabaciones del Caso Koldo me abre las carnes, me da un asco que me muero. Lo mismo que las acusaciones contra Francisco Salazar. Todo eso es indecente e intolerable, pero más indecente e intolerable es que usted venga a dar lecciones de feminismo cuando se ha comportado como un auténtico cobarde callando ante lo que anteriormente le he descrito.
La sentencia de Ponferrada
Usted, señor Feijóo rabia contra el PSOE pero calla como el cobarde que es ante hechos tan graves como los que recoge la sentencia de Ponferrada. Unos hechos que le voy a recordar: “Dio muestras (el exconcejal del PP) de un comportamiento violento e intimidante para con su pareja sentimental como manifestación de su dominio sobre la misma caracterizado por constantes amenazas, humillaciones, agresiones físicas y maltratos psíquicos, cometidos con una clara intención de menospreciarla, humillarla, anularla, denigrarla, controlarla y dominarla mediante una verdadera subyugación psicológica, aislándola de su familia, amigos y de su entorno social y profesional, y todo por el simple hecho de ser mujer y por un correlativo sentimiento de superioridad por parte”.
La mujer, “como consecuencia del maltrato continuado a la que se vio sometida por el acusado en el seno de la relación sentimental por ellos mantenida, presenta síntomas de maltrato psicológico, sumisión y dependencia, traumatismo mixto ansioso depresivo, signos de inestabilidad emocional, distorsión cognitiva, sentimiento de desesperanza e inutilidad, sufrimiento emocional, somatizaciones, obsesión, hipersensibilidad, alteraciones del sueño o desconexión social, desajustes psicológicos, afectación en áreas vitales a nivel social, familiar, laboral o de salud física y estrés postraumático con el consecuente malestar psicológico ante un deterioro del funcionamiento alto”, sigue narrando esta sentencia que más parece un relato de terror.
Pero claro, si ya callaron con Nevenka Fernández, y siguieron callando con sus famosos ‘volquetes de putas’, así como con la cantidad de comentarios machistas que políticos de su partido han ido vertiendo en los últimos años, como no van a callar ahora como los cobardes que son. Por tanto, señor Feijóo, haga el favor de cerrar la boca mientras no salga con contundencia a denunciar la burrada que supone apoyar a un imputado por agresión sexual, o a condenar sin paliativos a miserable de Pedro Muñoz Fernández. Lecciones de feminismo de usted, ni una.