El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, no da puntada sin hilo. El político socialista, ex alcalde de Valladolid, siempre contesta contundente a algunas cuestiones y personas concretas en redes sociales, mostrándose así muy activo, sobre todo, en X, antiguo Twitter.

En esta ocasión la respuesta ha ido dirigida al líder de Vox en Castilla y León, vicepresidente asimismo de la Comunidad Autónoma, Juan García-Gallardo, después de que éste defendiera un “patriotismo social frente a la indiferencia de las élites”. Ante estas acusaciones al Gobierno de Pedro Sánchez, al ministro le han bastado tres palabras y una imagen para retratar a la cara visible de la ultraderecha en el territorio castellanoleonés. “Las élites, dice”, ha escrito en su perfil, acompañando la frase con una instantánea de Gallardo a caballo.

La persona que es mano derecha de Alfonso Fernández Mañueco en la Junta había respaldado un “patriotismo social, sensible al sufrimiento de millones de personas, frente a la indiferencia de las élites” durante su intervención en la Asamblea General de Voz en la que Santiago Abascal fue reelegido presidente del partido por cuarta vez.

En lo que respecta a Gallardo, éste entra en el nuevo Comité Ejecutivo Nacional (CEN) como vocal junto a otros vicepresidentes autonómicos del partido. En el acto en el que entró como tal señaló a la izquierda por fomentar “una deriva a la ruina” y postular a las siglas que representa como alternativa ante la “cobardía de la derecha”. “Aquí seguimos pese a que nos quieren enterrar. Hay un movimiento patriótico y social que no va a volver a traicionar a España como lo han hecho unos y otros”.

Estas palabras llegan con las diferencias que los de Abascal han querido estipular con los de Alberto Núñez Feijóo, y viceversa. Así, aunque a veces sin éxito, la ultraderecha advirtió a la derecha que no darían una respuesta conjunta a la amnistía, por ejemplo, mientras los populares intentan distanciarse y mantenerse en un conservadurismo de Estado que, eso sí, a veces les cuesta conseguir. Y la situación en Castilla y León tampoco dista demasiado. Se vio un ejemplo claro en el llamado Noviembre Nacional, del que Gallardo fue partícipe en la calle mientras que el PP mantiene la idea de la protesta pacífica contra la amnistía.

Óscar Puente no se corta

En otro orden de cosas, Puente no se corta en redes sociales ni fuera de ellas. La semana pasada quedó claro una vez más cuando habló del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, después de que éste se postulara abiertamente en contra de la inclusión de los delitos de “terrorismo” en la ley de amnistía, siempre y cuando no hayan provocado “de forma manifiesta y con intención directa, violaciones graves de derechos humanos”.

La crítica encarecida de Page encontraba unas palabras no menos directas del responsable del ministro con las que aseguraba que quien está en el “extrarradio del PSOE” desde hace tiempo es el líder castellanomanchego.

No menos sonado fue el zasca que dio a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, después de que esta dijera que hoy en día muchos jóvenes “prefieren no trabajar”. El miembro del Ejecutivo apuntaló que le da “pereza” entrar en el “marco” la líder regional. “A mi me reprochan que los tuits, me dicen que no ponga tuits y me dedique a trabajar. Yo creo que trabajo mucho, pero yo a la señora Ayuso no la veo trabajar nunca. Todos los días nos hace una filípica sobre temas que no tienen nada que ver en muchas ocasiones con lo que son sus tareas de Gobierno. Entonces, yo sí que me planteo seriamente cuándo trabaja esta mujer”, dijo.

Pero lo cierto es que Puente tiene para todos. Uno de las últimas demostraciones de esto ocurrió el viernes pasado, cuando respondió al portavoz de Sumar en el Congreso, Íñigo Errejón, después que este criticara el anuncio que había hecho el presidente del Gobierno respecto de la ampliación del aeropuerto de Barajas. Errejón se refería a la cuestión como un “despropósito económico y ecológico” que “supone regresar a modelos del pasado”, mientras que el ministro de Transportes respondía de manera irónica. “Íñigo quiere viajar a Buenos Aires o a Hong Kong en tren. Estamos en ello, pero de momento es un poco difícil”, indicaba.