Isabel Pantoja ha acudido este martes poco antes de las 10:00 horas a la Ciudad de la Justicia de Málaga, acusada como administradora única de la sociedad Panriver 56. En la puerta, un grupo de periodistas y seguidores la han buscado.

La fiscalía malagueña solicita en su escrito de acusación que se le impongan a la cantante una pena de tres años de prisión, al ser acusada de un delito de insolvencia punible.

Se trata del chalet en el que vivió Pantoja con Julián Muñoz, exalcalde de Marbella, durante su relación, que le ha hecho sentarse en el banquillo de los acusados. Las irregularidades en una investigación sobre la venta de la casa han derivado en la acusación en la cantante y que el fiscal pida para ella tres años de prisión y una multa. Ambos vivieron juntos en este chalet hasta el año 2009, tras hacerse pública la relación de Muñoz con una nueva pareja e Isabel pidiese a éste que se fuera del lugar. Pensó que al vender esta casa se olvidaría, pero está suponiendo una pesadilla para ella.

Ya no queda nada del chalet

De este inmueble no queda nada en la actualidad: en 2017 fue demolida al haber sido ocupada en repetidas ocasiones. El nuevo propietario ordenó demolerla en los 3500 metros cuadrados que tenía la parcela. Finalmente, el hermano de la cantante, Agustín, la vendió por una cantidad aproximada a los 2,2 millones de euros.

La Fiscalía provincial menciona en la acusación de tres años que fue “cooperadora necesaria de un delito de insolvencia punible”, intentando eludir el pago de una deuda. Pantoja se siente muy dolida de enfrentarse a un nuevo juicio de este calibre, y se ha apoyado en su hermano, en el que dice que confía porque “es el único que está a mi lado”. La cantante menciona que se siente nerviosa, está muy delgada y con alteraciones de sueño.