Isabel Pantoja ha vuelto a sentarse en el banquillo de los acusados de la Ciudad de Justicia de Málaga. Esta vez lo hace acusada como administradora única de Panriver 56 por participar esta empresa en una operación supuestamente irregular de deuda relacionada con su casa de Marbella. Tremendamente abatida y llorando ha aparecido en este juicio, en el que le piden tres años de cárcel. Mientras esta imagen se ha producido, muchos fans se han agolpado a las puertas del juzgado para mostrarle su apoyo, aunque el hijo del que fuera su marido Fran Rivera ha cargado duramente contra ella desde el plató de Espejo Público.

“A las personas malas les pasan cosas malas y esta mujer no es buena”, ha comenzado asegurando Rivera al ser preguntado por la llegada de la tonadillera al juzgado. Después, ha añadido que todo lo que le está ocurriendo a la cantante es por su “soberbia y avaricia”. Por su parte, Susanna Griso, presentadora del programa de Antena 3, ha respondido que “esta mujer es una delincuente”.

Pero las palabras del torero sobre la tonadillera han ido más allá. Así, ha relatado la frialdad de Pantoja exponiendo que “ha utilizado a todo el mundo: familia, amigos, fans, ligues…”. Además, ha recordado: “He hablado con amigos suyos del pasado a los que pidió mucho dinero y que no les ha devuelto ni un duro”.

No me da ninguna pena”, ha apuntado sobre Isabel Pantoja, añadiendo: “Gente del mundo de la discografía me ha contado que, a la semana de morir mi padre, ella llamó a Manuel Alejandro y le dijo que era el momento de sacar un disco”.

“Era una madrastra de cuento”

Además, al ser preguntado por cómo era la cantante, Rivera no ha dudado en volver a cargar contra ella: “Delante de mi padre era de una forma y detrás, de otra. Era una madrastra de cuento. No nos hacía sentir bien en casa de mi padre. No nos pegó, pero no nos hablaba ni nos trataba bien. Creo que esta mujer no ha querido nunca a nadie. Quizá a su madre, pero a nadie más”.

Bajo el mismo gancho, el torero ha querido narrar un episodio de la vida de su padre, asegurando que éste siempre estuvo enamorado de Carmina Ordoñez: “Mi padre no se casó enamorado. Vistiéndose de novio, llamó a mi casa para hablar con mi madre y, aunque mi madre no se quiso poner, él le dijo a mi tía que si Carmen quería que volviera a casa, volvía en ese momento. Como mi madre dijo que no, él dijo que entonces se casaba”.