Después de que la ley del 'solo sí es sí' haya permitido que agresores sexuales hayan podido ver sus condenas rebajadas, tanto Irene Montero como el Gobierno de coalición ha sufrido un duro golpe. Las críticas vienen de muchos frentes, no solo desde la derecha.

Es el caso de Clara Serra, exportavoz de Podemos en la Asamblea de la Comunidad de Madrid, quien ha elaborado un hilo en Twitter explicando su visión sobre lo sucedido: "Lo que ha ocurrido hoy en relación a la Ley de libertades sexuales sitúa de nuevo el debate sobre la violencia machista en el ámbito penal y pone a la sociedad a pedir penas más duras en lugar de aportar soluciones más eficaces para las mujeres", ha reflejado.

Serra exclama que ha habido muchas feministas que se han puesto en contra de esta ley ya que "implica un aumento del punitivismo y supone una ampliación de las conductas delictivas: endurece penas anteriores e introduce castigos que antes no existían". Asimismo, ha afirmado que también hubo jueces progresistas que también se posicionaron de forma similar además de destacar que "los informes ya advertían hace 16 meses que la fusión de los delitos de agresión y abuso llevaba a horquillas más amplias y abría la puerta a un efecto indeseado y no buscado por el legislador: una posible rebaja de algunas condenas".

A continuación, Serra acusa a Igualdad de "improvisación", "prisas" y "falta de escucha de los informes expertos, que siempre, aunque vinieran de la judicatura progresista, se han calificado como machistas por parte del Ministerio". Asimismo, afirma que Montero ha optado por "una huída hacia adelante que pasa por acusar a los jueces de no saber aplicar la ley".

Pero contextualiza: "Obvio que la judicatura incorpora prejuicios machistas y que la formación fortalece a nuestros empleados públicos, eso es, en efecto, parte de lo que debemos hacer. Pero la aplicación de la norma más favorable para los condenados (y su retroactividad si les beneficia) es un principio básico del Derecho Penal que todo gobierno de izquierdas debe legitimar y proteger".

Serra añade que "nunca jamás se puede utilizar el feminismo para aprobar códigos penales más duros y abrir debates que llaman feminista al populismo punitivo y llaman patriarcal al garantismo penal". Y termina: "No se trata de un estás conmigo o contra mí, sino de qué políticas no benefician a las mujeres y a la sociedad en su conjunto. El debate sobre las penas nos mete de lleno en el marco de la derecha, lo hizo en su momento y lo hace ahora. Entrar en ello es una trampa mortal".