Ana Obregón continúa en el centro de las noticias del corazón del país. Desde que la portada de la revista ¡Hola! salió a la luz en la que apareció con su nieta, nacida por gestación subrogada, en brazos y saliendo de la clínica de Miami, la presentadora de televisión ha sido el blanco de todos los comentarios, tanto positivos como negativos.

Jorge Javier Vázquez ha sido el último rostro conocido que se ha pronunciado abiertamente sobre este tema. “¿Nos cansaremos en algún momento de lo de Ana Obregón?”, se pregunta en las primeras líneas de su último artículo en la revista ‘Lecturas’. “Sí. Nos cansaremos. Pero todavía no ha llegado el momento”, prosiguió reproduciendo una conversación.

A continuación, el presentador de Sálvame confesó que la también bióloga “nunca ha sido uno de sus personajes preferidos”, aunque le reconoce su “profesionalidad indiscutible”. “Sus avatares emocionales me han traído siempre bastante al fresco. Quizás porque siempre detectaba en ellos poco calado, escasa profundidad”. Motivo por el que señala que en ningún momento ha llegado a empatizar con el dolor de la actriz, “tan bien empaquetado como un lujoso regalo de Navidad”.

El caso es que nunca me la he creído, he ahí el problema. Ha confundido la vida con un plató de televisión y al final, en su caso, es difícil adivinar cuándo se apagan las luces y empieza la verdad”, prosigue en su blog ‘Vidas propias’.

La noticia del año

Ana Obregón se ha convertido en madre legal y abuela a partes iguales y por sorpresa, una noticia que no ha dejado a nadie indiferente y que incluso ha llegado a traspasar fronteras. “No hay que ser padre para entender que perder a un hijo es el mayor palo que puedes sufrir en la vida. Frente a este hecho indiscutible no cabe discusión alguna”, valora Vázquez con firmeza.

Es así como el presentador hubiera optado, como el mejor escenario, que Obregón hubiese dicho que “ha sido madre porque era la única manera que encontraba de seguir viva”, pero lamenta que, por todo lo contrario, “ha sido incapaz de ser discreta por una sola vez en su vida”, no solo a título personal, sino por la repercusión que tiene en su entorno cercano.

En las líneas siguientes, es cuando Vázquez expone su mayor reproche contra su compañera de televisión: “Un aplastante egoísmo aderezado con insoportables dosis de exhibicionismo”. De este modo, Vázquez apunta a que el dolor de Ana Obregón ha pasado a “un segundo plano” para, en su lugar, “salir mona en las revistas y que la gente no se olvide de que existe”.

Sale a la venta el libro de Aless Lequio

Y es que la llegada de Ana Sandra Lequio a la vida de Ana Obregón no es la única novedad que rodea a la bióloga, ya que este miércoles se ha publicado El chico de las musarañas, el libro póstumo de Aless Lequio en el que vertió sus últimos deseos y reflexiones antes de fallecer. A través de su cuenta de Instagram, ha publicitado el libro y agradece el éxito en ventas, sin olvidar la pérdida del "amor de su vida": "Ojalá estuvieras aquí para disfrutar de tu éxito, espero que al cielo lleguen las noticias buenas". Además, ha recordado que los beneficios de autor irán destinados a la Fundación Aless Lequio, creada para para investigar el cáncer infantil y juvenil.

La propia Ana Obregón describe lo que sintió cuando leyó por primera vez lo que su hijo dejó en su ordenador: “Termino de leerlo y dejo que las lágrimas corran sin piedad por mi rostro, abundantemente. Te estabas preparando para la muerte, y no lo sabía, perdóname”, explica, culminando con un mensaje que deja ver su dolor: “Si la magia existe, devuélveme la vida, hijo mío”.