Fernando Grande-Marlaska se ha reunido este viernes con su homólogo marroquí, Abdelouafi Laftit, y la comisaria europea de Interior, Ylva Johansson, para abordar la gestión de la migración semanas después de la muerte de 23 personas que saltaron la valla de Melilla, una cuestión que ya investiga la Fiscalía.

El ministro del Interior español ha lamentado la muerte de los migrantes al traspasar la frontera a la par que ha deseado “el restablecimiento a la mayor brevedad de los gendarmes marroquís y guardias civiles españoles que resultaron heridos en ese asalto violento”, según reza el comunicado emitido por el Ministerio.

Por este motivo, Marlaska ha ensalzado la acción conjunta de España, Marruecos y la Unión Europea para abordar “la gestión de la migración irregular”, culpando así a las mafias que “usan la violencia y a los migrantes” para “fines ilícitos”.

Sobre las posturas que ha tomado Marruecos al respecto, el titular de Interior español ha ensalzado su labor asegurando que el país “está realizando un trabajo de contención hacia la migración irregular importante y que debe ser asimismo reconocido”.

Cabe recordar que la Fiscalía General del Estado y el Defensor del Pueblo se encuentran trabajando en las investigaciones correspondientes ante la tragedia de Melilla, respondiendo así a las peticiones de Naciones Unidas y otras organizaciones que velan por los derechos humanos.

Más colaboración entre España y Marruecos

La reunión también ha dejado otros titulares relevantes, como el aumento de colaboración entre España y Marruecos para controlar los flujos migratorios, un acuerdo que se enmarca dentro de la “nueva etapa” de relaciones entre los países vecinos tras la postura del Gobierno de Sánchez respecto al Sáhara Occidental, lo que le ha costado fuertes críticas desde la oposición y ha abierto una brecha con Argelia, otro socio clave y estratégico.

Grande-Marlaska y Laftit ya escenificaron el 15 de junio en Madrid las buenas relaciones bilaterales en una reunión donde coincidieron en destacar la "excelente labor" conjunta para hacer frente a los flujos migratorios o para organizar la Operación Paso del Estrecho (OPE), retomada tras la Covid-19, al igual que el tránsito por las fronteras terrestres de Ceuta y Melilla, aunque con restricciones y quedando pendientes las prometidas aduanas.