La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha vuelto a protagonizar uno de esos momentos que refuerzan su perfil más histriónico y populista. En el marco del XXI Congreso Nacional del PP, celebrado este fin de semana, Ayuso intentó sacar partido de uno de sus eslóganes más desafortunados: el ya célebre “me gusta la fruta”. En un ejercicio de autocomplacencia que despertó vítores entre los suyos, la dirigente del PP aseguró: “Tenemos la inmensa suerte de celebrar en Madrid cada año la fruit attraction, que es la feria hortofrutícola más importante de España, una de las más importantes del mundo, porque nos gusta la fruta”. Las palabras, lejos de aportar algo al debate político, se sumaron al repertorio de frases vacías que Ayuso utiliza para alimentar su leyenda entre los más fieles.

Uno de los primeros en señalar el disparate fue Gaspar Llamazares, concejal en el Ayuntamiento de Oviedo y excoordinador federal de Izquierda Unida. En la red social X, Llamazares resumió en pocas palabras lo que muchos pensaron al escuchar la intervención: “Esta chulería pija es insoportable”. Su comentario recibió en pocas horas el respaldo de cientos de usuarios, hartos del estilo bronco y provocador que la presidenta madrileña despliega en cada cita pública.


El episodio del “me gusta la fruta” no es nuevo, aunque Ayuso se esfuerce por maquillarlo como una simpática ocurrencia. La expresión saltó al primer plano en noviembre de 2023, cuando las cámaras del Congreso de los Diputados captaron a la presidenta de Madrid pronunciando un improperio dirigido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, mientras este intervenía en la Cámara. Aunque el insulto parecía claro —un “hijo de puta” según numerosos medios y los propios vídeos—, su equipo se apresuró a fabricar una excusa poco creíble: Ayuso, según sus portavoces, habría dicho en realidad “me gusta la fruta”. Desde entonces, la dirigente del PP ha tratado de convertir aquella salida de tono en un eslogan recurrente, como si la repetición de la mentira pudiera borrar la ofensa original.

Ayuso, estrella del XXI Congreso Nacional del PP

Lejos de la autocrítica o del tono institucional que cabría esperar en un congreso nacional de su partido, Díaz Ayuso se dedicó a reforzar su imagen de azote del Gobierno de coalición y de supuesta portavoz de la calle. Sus intervenciones en el XXI Congreso Nacional del PP se centraron más en alimentar el enfrentamiento con Pedro Sánchez y en ofrecer titulares efectistas que en presentar propuestas de calado para Madrid o para el conjunto del país. La presidenta madrileña volvió a exhibir esa mezcla de desparpajo y altanería que tanto gusta a su núcleo duro, pero que deja fuera a buena parte de la ciudadanía que espera de sus gobernantes algo más que frases hechas y gestos teatrales.

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