Carlota Corredera es la la primera protagonista de #PalabraDeConfinad@, una serie de entrevistas en las que diferentes personalidades nos cuentan cómo están viviendo la crisis del coronavirus y cómo prevén que será la desescalada. La copresentadora de 'Sálvame' es uno de los rostros más populares de Telecinco y la crisis del coronavirus no le ha impedido seguir 'colándose'  en los hogares de millones de españoles. "Hemos casi duplicado la audiencia", nos cuenta al tiempo que pone en valor la necesidad de programas como éste, que están ayudando durante la cuarentena a desconectar. "Somos un antídoto contra la tristeza", resume sin complejos y critica desde el cariño a aquellos seguidores clandestinos que no se atreven a reconocer que les gusta el programa. "¡Ni que fuéramos de estraperlo!", se queja. 

Entrevistamos a Carlota Corredera, copresentadora de 'Sálvame'

Carlota, de 46 años, es una persona cercana y comprometida con las personas más vulnerables. Participa en numerosas causas solidarias y lucha muy activamente por la igualdad de mujeres y hombres. Le preocupa enormemente que en la España postcoronavirus haya un retroceso en este sentido. "Siempre que ha habido una crisis económica, social o política, ha habido pasos atrás en los derechos de las mujeres y me temo que va a volver a suceder", lamenta.

¿Y cómo está viviendo esta cuarentena? Aunque ha tenido licencia para salir a presentar 'Sálvame', la mayor parte del tiempo ha estado en su casa junto a su marido y su hija, lejos de su gran referente, su madre, que vive en Vigo y a la que está deseando ver. Como muchos de nosotros, ha tenido miedo y ha sufrido noches de insomnio, preocupada por esta enorme crisis. Su optimismo natural, sin embargo, la lleva a ver esta crisis como una oportunidad para construir un mundo mejor, pese a los políticos, de los que dice, no han estado a la altura. 

Carlota Corredera mostró su solidaridad con los mayores de las residencias de ancianos, uno de los colectivos más castigados por la crisis del coronavirus

 

"He pasado por varias fases, al principio, con mucho miedo"

PREGUNTA.- ¿Cómo estás viviendo el confinamiento?
RESPUESTA.- Lo más importante es que estamos todos bien, tanto mi familia de Vigo como la de Santander. En este escenario lo mejor que puedes hacer es dar gracias por ello y sobre todo por no haber tenido que pasar por un hospital.

Luego vamos a los detalles del confinamiento. En este sentido, he pasado por varias fases, al principio, con mucho miedo. Recuerdo la sensación de salir a aplaudir el 14 de marzo, que fue el día que se había decretado el estado de alarma de forma oficial. Era noche cerrada y me agarré a la niña sintiendo miedo: a lo desconocido, al virus o a cuánto duraría, con el añadido de la emoción del momento, junto a mis vecinos que imagino estarían igual de asustados que yo.

Ahora estoy en una etapa más esperanzada ya que, aunque no sabemos lo que va a pasar, los datos van acompañando. Más allá del caos de los encuentros en la tercera fase de la desescalada, vemos ya más cerca la salida hacia una nueva normalidad.

Lo primero que hará cuando pueda salir de Madrid, donde pasa el confinamiento, es viajar a Vigo para ver a su madre

P.- ¿Qué será lo primero que hagas?
R.- Mi prioridad absoluta es viajar a Vigo, el día que se pueda, para ver a mi madre, que tiene 70 años y es grupo de riesgo por edad. Mi sueño es volver a abrazarla y besarla. Incluso aunque no pudiera hacerlo, me gustaría tenerla a un metro. Ella es mi referente absoluto y uno de los pilares de mi vida. Me ha afectado verla tan afectada ya que ella es una mujer súper fuerte a quien la vida la ha puesto a pruebas muy límite. Pero también me ha hecho más fuerte para tirar de ella.

También echo muchísimo de menos ver el mar. El año pasado sacrifiqué muchos viajes a Vigo por escribir el libro 'Hablemos de nosotras' para llegar a tiempo con los plazos. Entonces pensé: 'Bueno, no pasa nada, en 2020 me quito la espina', y ¡madre mía lo que me está costando!

P.- ¿En este intermedio hasta que puedas viajar a Vigo a ver a tu madre, qué es lo primero que harás?
R.- El dinero mejor invertido es el que se disfruta: una buena cena o una buena comida en un restaurante, un viaje, unas vacaciones… Aunque me encantan los restaurantes y los bares, voy a quedar a comer con mis amigos en casa con un buen vino y buenas charlas. Creo que se van a poder hacer ambas cosas a la vez. Ya son dos pequeñas victorias.

“Me parecería muy triste que no sacáramos nada limpio de toda esta situación, que también puede ser una gran oportunidad”

P.- ¿Tienes la sensación de estar viviendo en una película de ciencia ficción?
R.- Aunque no me gusta el cine de ciencia ficción, tengo la sensación de que estamos todos metidos en una película que no acabamos de creernos. El precio que se está pagando es muy alto. Han muerto muchísimas personas en circunstancias horribles y sus familiares no han podido en muchos casos hacer el duelo. Me parecería muy triste que no sacáramos nada limpio de toda esta situación, que también puede ser una gran oportunidad. El Planeta nos está mandando mensajes y nos ha hecho ver lo pequeños y vulnerables que somos. En un mundo globalizado, con más medios que nunca, algo que ni siquiera podíamos ver, nos ha parado y se está llevando por delante cientos de miles de personas.

P.- ¿Esta crisis ha puesto en valor las pequeñas cosas?
R.- Todo esto ha sido un aprendizaje absoluto y he aprendido mucho de las personas que han entrado en Sálvame por videollamada, que ha sido toda una revolución en la tele, algo impensable hace dos meses. Un escritor al que entrevisté en directo dijo que debíamos dejar a un lado la necesititis con la que vivíamos. Nos hemos dado cuenta de que no necesitamos tantas cosas para ser felices y generamos necesidades que no son reales. 

Incluso las niñas y los niños, a ellos les gusta jugar con sus amigos y estar en la calle, pero lo que más quieren es estar con sus padres, sobre todo en edades más tempranas. Mi hija de cinco años ha visto cómo se para el mundo y ella está 24 horas con nosotros y está absolutamente feliz. Espero que este tipo de cosas no se nos olviden. 

Me preocupa mucho la conciliación y tenemos que aprovechar todo lo que estamos aprendiendo de teletrabajo para acabar con el presencialismo que tan infelices hace a tantas familias. Hay que plantearse cambios reales e importantes. Pero también la conciliación también tiene que ser para las personas que viven solas y que en estos tiempos lo tienen que estar pasando muy mal. Ellos también tienen derecho a conciliar y tener su tiempo. Ojalá aprendamos a vivir de nuevo.

"Tenemos que aprovechar todo lo que estamos aprendiendo de teletrabajo para acabar con el presencialismo que tan infelices hace a tantas familias"

P.- ¿Habéis salido con la niña?
Sí, todos los días, turnándonos su padre y yo. Ella ha estado viendo todos los informativos con nosotros y llegó un momento en que empecé a tener cuidado porque escuchaba muertos y me miraba asustada. No tiene miedo a salir, pero está súper concienciada. Viendo las imágenes de niños jugando unos con otros y padres que no respetaban el distanciamiento me decía 'mamá, eso no se puede hacer'. Los niños han demostrado una resiliencia increíble. Todos los españoles en general, aunque haya habido cafres. Los políticos no han estado a la altura, pero los españoles sí.

Carlota Corredera con un cartel de #YoMeCorono
 

P.- En este momento Salvame a pesar de llevar 11 años en antena, se ha convertido en el programa revelación ¿paradójico, no?
R.- El lunes se cumplieron 11 años de 'Salvame Diario', que duraba 45 minutos y ahora hacemos cinco horas en directo. Es una satisfacción haber perdurado tanto tiempo en antena, a pesar de las polémicas y haber sido tantas veces denostados. Ahora, con el confinamiento, mucha gente ha descubierto un programa diario que antes, por cuestiones laborales, no podía ver. Hemos pasado de una media de 1.700.00-1.800.000 espectadores a 3 millones.

 

“Carles Francino y Àngels Barceló demostraron muchísimos prejuicios y un desprecio innecesario al negarse a entregar el Ondas a Jorge Javier”

P.- Se criticó mucho a Pedro Sánchez por la famosa llamada en directo. Ahora Ada Colau, Echenique o Irene Montero, por nombrar a algunos, han puesto en valor al programa, ¿el tiempo pone las cosas en su sitio?
R.- Cuando le dieron el premio Ondas a Jorge Javier en 2009, los presentadores de la gala, Carles Francino y Àngels Barceló, se negaron a entregárselo, con muchísimo prejuicios y un desprecio innecesario que no se merece nadie. En once años, aunque sólo sea por estadística, es imposible que no se haya visto 'Sálvame'. Si estás en el mundo y tienes televisión, en algún momento nos has tenido que ver.

Me hace mucha gracia cuando la gente me dice 'te conozco, pero yo no veo 'Sálvame'. Vamos a ver, tú me conoces porque ves el programa. Para algunos somos una especie de placer prohibido, gente que nos sigue, pero no le gusta reconocerlo. Al final todo eso te da un punto de clandestinidad que a mí me hace mucha gracia.

"Para algunos somos una especie de placer prohibido, gente que nos sigue pero no le gusta reconocerlo"

P.- ¿Te molestan las críticas?
Cuando era directora las críticas me llegaron a doler físicamente, sobre todo por el equipo. Me daba mucha rabia que tirasen de esa manera el trabajo de la gente y su esfuerzo. Ahora, no me importa tanto, salvo por nuestro público. Cuando nos atacan, están atacando a la gente que nos ve y merece el mismo respeto que los que ven cualquier otro programa o tienen otros entretenimientos.

"Sería precioso que nos dieran un premio Ondas y, sobre todo, para el equipo"

P.- ¿Qué tal un premio Ondas ahora?
R.- Sería precioso. Como cuando nos dieron el Premio de la Crítica de la Academia de la Televisión 2019 y que recogió en el escenario parte del equipo, algo que me gustó mucho. A todos nos gustan los premios y quien diga lo contrario, miente.

¿Qué ha sorprendido que nos hayamos convertido en un referente en la divulgación del coronavirus? A mí no. El equipo está formado por periodistas a los que hay que reconocer su enorme versatilidad, haciendo lo que toque, corazón, reality o coronavirus. 

P.- ¿Harás tú la entrevista a Irene Montero en plató, cuando pueda ir?
R.- Me encantaría, pero también a Jorge Javier y quiero recordar que la primera vez que Irene Montero entró en nuestro programa fue en el ‘Deluxe’, con él. Tampoco tendría que descartarse que la pudiéramos hacer juntos, cosa que sería una novedad en el programa.

"En esta crisis no hemos salvado vidas, pero sí hemos entretenido a personas que estaban asustadas"

P.- ¿Qué puede aportar la televisión a la reconstrucción en un mundo postcoronavirus? ¿Y Carlota Corredera?
R.- Sálvame empezó en una época muy dura, en plena crisis económica, con muchas gente pasándolo mal y en el paro. Una de las claves del éxito fue conseguir que la gente desconectar de su realidad y los problemas. De alguna manera, hemos contribuido a la paz social ayudando a desconectar. En esta crisis no hemos salvado vidas, pero sí hemos entretenido a personas que estaban asustadas y hemos informado sin alarmismos sobre lo que estaba pasando. Las hemos ayudado a evadirse de una realidad dolorosa y esa seguirá siendo nuestra línea en la reconstrucción. 

Considero que nuestra labor es preciosa y también para nosotros ha sido terapéutico en estos días habernos convertido en un antídoto contra la tristeza.

P.- En las grandes crisis sale lo mejor y lo peor de las personas ¿qué te ha emocionado en estos días?
R.- Te hablo a nivel profesional. El equipo, que con la incertidumbre y precupación de estos días ha continuado trabajando con más entrega si cabe, en una situación extremadamente difícil. Son cosas que te ponen a prueba y ha salido lo mejor de todos ellos.

"Escuchar cacerolas a la hora de los aplausos me partió el alma"

P.- ¿Y qué no has soportado?
Por supuesto, los fallecidos, sus familias y todos aquellos que están en la UCI luchando por su vida. Las heridas emocionales que va a dejar esta crisis son muy profundas y me da mucha rabia el clima de enfrentamiento que hay. Escuchar cacerolas a la hora de los aplausos me partió el alma. Para mí, el aplauso era un reconocimiento a los sanitarios y también una manera de automotivarnos, de decir que juntos saldríamos de esta con independencia de a quién votaras o lo que pensaras. Todos estábamos unidos para decir, un día menos y un día más que hemos aguantado en casa, algunos sumamente preocupados.

Que se traslade a los balcones el enfrentamiento político y ese ambiente guerracivilista me da una pena tremenda. ¡Con lo que cuesta ponernos todos de acuerdo en algo! Cada vez que ves una sesión de control al Gobierno, se te cae el alma a los pies con los insultos, el discurso y el tono. No están a la altura. Confío muchísimo más en los españoles que en los políticos españoles. 

 

“Ningún sanitario se acercó a las víctimas del coronavirus para preguntarles a quién votaban para ver si le salvaban o no”

P.- ¿Has sufrido personalmente los efectos de esta polarización?
R.- Jorge Javier contó en el programa que tiene una vecina a la que ha tenido que bloquear porque empezó a insultarle tras entrevistar a Irene Montero o por hablar abiertamente de sus ideas políticas. Y no te quiero ni decir lo que se lee en redes sociales. En mi caso, que voy con el feminismo por delante, bloqueo cada día a incontables haters que quieren sembrar odio. Más que miedo me da tristeza.

Entre los fallecidos hay mucha gente de derechas, de izquierdas y de todos los colores, pero ningún sanitario se acercó a ellos para preguntarles a quién votaban para ver si le salvaban o no. Si en 2020 no puedes decir lo que piensas por miedo a lo que digan los demás, habremos perdido el norte. Mucho.

"Bloqueo cada día a incontables haters que quieren sembrar odio"

P.- Tú también te has caracterizado por decir lo que piensas en cada momento, pese a quien pese. Hace poco afeaste la actitud de una concursante de Supervivientes, Yiya, que se burló de los problemas de sobrepeso de Rocío Flores.
R.- Lo que tienes que tener muy claro cuando presentas un programa de telelvisión es que hay cosas que no se pueden pasar por alto. No se puede pasar por alto que la gente ataque utilizando los complejos de Rocío Flores o cualquier otra persona. No puedo mirar a otro lado cuando veo que machacan a alguien con el tema de la comida o el peso. Me da igual quién lo diga.

También pasa con el feminismo y te pongo un ejemplo, Kiko Matamoros, que se define como machista converso, dijo que en casa ayudaba un poco. ¿Cómo puedes decir eso en televisión? Tú no ayudas, es parte de tu corresponsabilidad. No puedo con esas actitudes y hay que decirlo.

"Todos somos machistas de cuna. Hay que corregir y revertir esta injusticia"

P.- En Sálvame denunciáis actitudes machistas en la sección Con M de Mujer donde la periodista Geles Hornedo analiza el discurso de los colaboradores, ¿fue complicado hacer una sección de este tipo en el programa? 
R.- Una de las razones por la que estoy muy orgullosa de La Fábrica de la Tele, la productora en la que trabajo, es que las tres personas de la cúpula respaldan este tipo de iniciativas. Geles ha puesto toda su sabiduría y experiencia al servicio del programa para, de una manera didáctica y muy comprensible, explicar que cosas que son consideradas normales, no lo son en absoluto. Se dirige no sólo a los hombres y mujeres que nos ven en sus casas, también a los colaboradores y colaboradoras.

Es fundamental que todos reconozcamos que somos machistas de cuna. Todos hemos nacido y crecido en una sociedad machista y ahora es el momento de corregir y revertir esa injusticia.

Revindicar la igualdad es una responsabilidad con mi generación, con la de mi madre y la de mi abuela y, sobre todo, con la de mi hija. Ser madre de una niña me ha dado una fuerza y me ha abierto los ojos con cosas que yo consideraba antes normales. No estoy dispuesta a que mi hija las pase, ni ella ni nadie. Eso me da un extra y un plus para dar la cara por la causa, una causa en la que creo firmemente. Para mí poder acompañar a Geles en esta guerra es maravilloso.

Nosotros somos un reflejo de la sociedad y también en 'Sálvame' hay machismo. Ojalá consigamos cambiar mentalidades o por lo menos que chirríen cosas que antes se veían normales. Hay una falta de conocimiento absoluto y mucha ignorancia ante el tema del feminismo.

"Las mujeres que sufren violencia machista por parte de sus parejas han estado con sus agresores 24 horas al día. Hay mujeres que se juegan la vida cada día y no por el coronavirus"

P.- En tu segundo libro, ‘Hablemos de nosotras’, reflejas ese compromiso con el feminismo.
R.- Durante el confinamiento ha habido 700 detenciones por denuncias de violencia de género. Las mujeres que sufren violencia machista por parte de sus parejas han estado con sus agresores 24 horas al día. Desgraciadamente hay mujeres que siguen jugándose la vida cada día y no por el coronavirus. Uno de los regalos más grandes que me ha hecho el libro 'Hablemos de nosotras', ha sido acercarme a los huérfanos de la violencia machista [ha cedido los derechos por la venta de este libro al Fondo de Becas Soledad Cazorla],  muchos de ellos sin medios. En estos días estamos intentando conseguirles ordenadores para evitar que se cierren la puerta a la educación porque es la única que tienen. Entre tanto dolor por el coronavirus, por desgracia, hay realidades que no han cambiado. 

Carlota Corredera ha seguido colaborando con causas solidarias durante el confinamiento, por ejemplo, con el Banco de Alimentos de Vigo

"Soy solidaria por egoísmo"

P.-  Además del feminismo, te has comprometido con numerosas causas solidarias. ¿La solidaridad será si cabe más necesaria en el mundo postcoronavirus?
R.- Yo seguiré en la trinchera del feminismo y creo que vienen tiempos muy duros. Siempre que ha habido una crisis económica, social o política, ha habido pasos atrás en los derechos de las mujeres y me temo que va a volver a suceder. Tenemos que estar más que nunca luchando por la igualdad de las mujeres.

Soy solidaria por egoísmo. Puede ser una contradicción pero no lo es. Soy de las que cree firmemente que cuanto mejor te portas con los demás, mejores cosas te pasan. Cuando yo ayudo a Cruz Roja, el Banco de Alimentos, a las asociaciones de ayuda a niños con cáncer o a cualquier persona que lo esté pasando mal, me siento bien. Desde una posición de privilegio como es la mía, que tengo más que suficiente para vivir cada mes, si alguien te pide que les eche una mano con mi visibilidad, tengo que hacerlo. No podría dormir si no lo hiciese y no cuesta nada.

"Vamos a necesitar mucha empatía para ponernos en la piel de los demás y ayudar"

A partir de ahora vamos a necesitar mucha empatía para ponernos en la piel de los demás y ayudar. Yo lo he aprendido de mis padres y quiero que mi hija Alba sepa cuando crezca que todo el tiempo que le he quitado para estas cosas, no era un tiempo desperdiciado. Ella también me ha acompañado a algún evento de la Fundación Aladina y espero que ella también crezca con un espíritu solidario.

"Ser famoso también tiene su letra pequeña y hay que renunciar a cosas"

P.- Eres una mujer de grandes retos, por ejemplo, adelgazar 60 kilos, una experiencia que compartiste en tu primer libro con la intención de ayudar a otras personas que, como tú, tenían una relación tóxica con la comida. Sin embargo, según cuentas en el prólogo de tu segundo libro, ‘Hablemos de nosotras, te encontraste con una reacción con la que no habías contado: el escarnio del público. ¿Tuviste que reinventarte de nuevo?
R.- La vida nunca te puede preparar para esto y menos mal que no me pilló con 20 años. Algo tan bonito como intentar dar esperanza a la gente con una enfermedad como la que yo tengo, con el tema de la comida, se volvió en mi contra. Yo todos los días tengo que luchar contra mis instintos de comer cosas que no debo o que no puedo y me desnudé emocionalmente para ayudar a los demás, pero no calibré bien el efecto. Lo pasé muy mal, como cuento en el prólogo, pero las críticas me hicieron más fuerte.

Fue un aprendizaje complicado dar la vuelta al eje, convertirme en el personaje y saber llevar la situación. Muchos que quieren ser famosos piensan que es un chollo y solo ven ventajas, que las hay, pero también tiene su letra pequeña y hay que renunciar a cosas.

Para mí presentar ha sido un regalo porque me ha permitido estar más tiempo con Alba. Eso me compensa y el día que deje de hacerlo, hasta luego. Hay muchos juguetes rotos en televisión a los que les ha costado mucho reciclarse y volver atrás. Yo, sin embargo, no le tengo nada de miedo. Para mí esto es absolutamente pasajero y tengo un Plan B como periodista, que es mi vocación y no sería nada infeliz volviendo a ello, al contrario.

Más entrevistas #PalabraDeConfinad@

Jaume Roures: “Una Cataluña independiente no habría gestionado mejor la crisis, pero la centralización también es errónea

Entrevista con Mercedes Milá: "No me veréis de tertuliana"

Juan José Badiola: "Los gatos no trasmiten el coronavirus a humanos y los perros son poco receptivos"

Máximo Huerta: "Deberíamos poner una mascarilla informativa a las manifestaciones y caceroladas"