Jaume Roures, presidente y socio fundador de Mediapro, es una de las personas más influyentes de la industria audiovisual en España y el mundo. Su actividad es casi infinita: retransmisiones deportivas, producción de series de televisión y cine, servicios de transmisión por satélite, producción de contenidos o gestión de derechos deportivos. La crisis del coronavirus ha supuesto un duro golpe para su empresa, que ha tenido que paralizar de repente 46 producciones y reinventar la televisión con programas en directo como ‘El Intermedio’ desde casa, improvisando platós en los domicilios de los presentadores y colaboradores.

Perseguido por la derecha mediática, sigue comprometido con el sindicalismo y el progresismo revolucionario de su juventud. En vez de entrar al trapo ante las críticas, responde con hechos: “Nosotros lo que hacemos es crear miles de puestos de trabajo, entre otras cosas, porque no distribuimos dividendos y todo el beneficio se queda en la casa para desarrollarse”. Para él lo importante es lo que se hace y no lo que digan los demás. Por si alguien cayera en la tentación, lanza todo un aviso a navegantes: “No soy rico y el manifiesto comunista no dice que la gente tenga que ser pobre. Al contrario”

Se le podría definir como empresario social. En este sentido, el Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) aprobado por la crisis del coronavirus para 1.200 trabajadores de Mediapro ha tenido en cuenta a las personas: él y otros máximos responsables de la empresa se han aplicado un recorte de salario del 50%; los directivos con sueldos superiores a 80.000 euros se lo han reducido entre un 15 y un 25% mientras que la empresa complementa hasta el 100% los sueldos de los empleados con salarios más bajos y el 75% al resto.

Roures es el protagonista de una nueva entrevista #PalabrasDeConfinad@ en la que analiza los efectos de la crisis para su empresa y, en general, para la sociedad.

Jaume Roures, presidente de Mediapro ha vivido la crisis del coronavirus confinado en su casa

 “Siempre he sido muy monacal y esto no me ha alterado mucho”

PREGUNTA.- ¿Cómo está viviendo la crisis del coronavirus?
RESPUESTA.- Como muchísima gente, confinado en casa y teletrabajando muchísimo. Creo que trabajamos más ahora que antes, pero es lo que toca y me adapto a ello.

P.- ¿Cómo lleva lo del teletrabajo?
R.- Es muy desgastante. Es difícil pasar todo el día enganchado a las pantallas partidas y no poder ver cerca, tocar o sentir a la gente.

P.- Acaba de cumplir 70 años y entras en el colectivo de población que se considera de mayor riesgo, ¿ha tenido miedo por su salud?
R.- No. Estoy muy bien de salud, o eso creo. Siempre he sido muy monacal y esto del confinamiento no me altera mucho. Lo que más he añorado es no poder ir a correr.

P.- ¿Está siendo muy complicado para Mediapro?
R.- Es un momento muy complicado para todo el mundo. Hemos tenido que parar todos los rodajes de programas, series y películas, en total 46 y estamos esperando a que se reanude el fútbol para volver a emitir partidos. Lógicamente es un golpe duro y es difícil dibujar escenarios de vueltas al no saber cuánto va a durar este paréntesis.

"No hay soluciones individuales frente a una situación como ésta"

P.- En su trayectoria empresarial ha demostrado tener soluciones para conseguir metas que a priori podrían parecer imposibles, por ejemplo los derechos de la Liga frente a Canal+ o rodar una película con Woody Allen ¿cómo ve el panorama a corto y medio plazo? 
R.- No hay soluciones individuales frente a una situación como ésta. Nosotros nos hemos tenido que reinventar en el teletrabajo haciendo producción remota desde casa. Hacemos la continuidad de casi 100 canales de televisión, postproducción y programas como 'El Intermedio' y 'Zapeando' desde casa. Este último ya volvió la semana pasada al plató, con estrictas medidas sanitarias y ahora vuelve ‘El Intermedio’. Estamos reescribiendo guiones de cosas que teníamos pendientes para intentar rodar en cuanto sea posible, más en interiores que en exteriores, por ejemplo.

P.- ¿Se ha inventado en estos días una nueva forma de hacer televisión?
R.- Supongo que encontraremos una vacuna en relativamente poco tiempo y volveremos a trabajar como antes. Durante este periodo se habrán hecho muchas cosas que después se van a quedar. El teletrabajo, por ejemplo, o remotear unidades móviles. La crisis está demostrando que también se puede trabajar de otra manera. La cuestión será preservar la calidad de imagen y sonido, algo que en estos días no se ha podido resolver.

“Que el fútbol vuelva en julio o agosto, aunque sea sin público, permitirá un respiro para todos”

P.- La crisis del coronavirus le ha dejado sin fútbol, una de sus principales fuentes de ingresos ¿se conseguirá recuperar el tiempo perdido?
R.- Nosotros estamos colaborando con las Ligas europeas y fuera de ellas para no perder esta temporada. Para ellos sería perder cantidades muy importantes que habría que sumar al dinero de merchandising, venta de camisetas y entradas que ya se ha perdido y que no se va a recuperar. El esfuerzo de todo el mundo es intentar que no se pierda, además, el dinero de la televisión. Que el fútbol vuelva en julio o agosto, aunque sea sin público, permitirá un respiro para todos y una muestra de que avanzamos positivamente en la salida de esta situación. 

P.- ¿Cambiará la forma de retransmitir las competiciones deportivas y el fútbol en particular?
R.- Nosotros vamos a cambiar las retransmisiones para evitar mostrar mucho vacío y concentrarnos más en el juego. Digitalizaremos las tribunas para que no se vea cemento y trabaremos mucho el audio porque los gritos en un estadio vacío resuenan mucho más y, digamos, no acompañan al espectáculo.

El fútbol y otros deportes van a cambiar porque el golpe económico va a ser fuerte y persistente hasta que la gente vuelva masivamente a los estadios, se recuperen los abonos y las ventas de camisetas o visitas a museos. Las camisetas tendrán que ser más baratas y habrá gente que, hasta que no haya vacuna, renunciará a ir a espectáculos masivos. Esta secuencia va a durar no tres meses, sino bastante tiempo.

“Aquí no se entiende el papel que juega la cultura y se la ve como algo complementario, cuando es transversal y lo que hace avanzar a las sociedades”

P.- Ha tenido que paralizar todas las producciones cinematográficas. ¿Le preocupa la situación en la que se va a quedar el cine español a raíz del coronavirus, un sector que ya antes no estaba en su mejor momento?
R.- Es un problema estructural y alguien debería abordarlo desde el punto de vista legislativo, como hizo Francia hace 20 ó 25 años. En esta situación, la crisis del coronavirus es un golpe fortísimo y lo lamentable es que el Ministerio de Cultura y Deporte no haya tomado ningún tipo de iniciativa hasta el momento, al igual que se ha hecho en Francia, Italia o Alemania. Aquí no se entiende el papel que juega la cultura y se la ve como algo complementario, cuando es transversal y lo que hace avanzar a las sociedades. Ahí no hay gasto, hay inversión.

De momento seguimos con ese atraso tradicional y ninguna medida, sí promesas, pero ya veremos en qué se traducen. Hay medidas que no cuestan dinero, por ejemplo, permitir a los productores que lo deseen estrenar en internet, en vez de pasar primero por sala como exige la normativa. No costaría nada adaptar la norma a la situación del coronavirus y los productores que tengan películas pendientes decidan si lo retrasan o lo estrenan.

“Hay medidas de apoyo al cine que no cuestan dinero, por ejemplo, permitir a los productores que lo deseen estrenar en internet”

P.- ¿Qué otras medidas reclamaría, aparte de esta?
R.- Esta es muy importante porque permite a los pequeños y medianos productores tener unos ingresos ahora, que de otra forma no que podrán tener en muchísimo tiempo, hasta que no vuelva la normalidad a las salas de cine.

Los rodajes que se han parado tampoco se van a recuperar hasta que no sea posible salir a la calle y estamos hablando de 100 personas. Se van a necesitar protocolos que la administración acepte y promulgue, además de ayudas porque las producciones se van a encarecer por las medidas de protección, test, guantes, vestidos, patucos, desinfectante, etc. No puedo entender que, de momento, no se haya hecho nada. 

“Lo que llamamos pomposamente responsabilidad social corporativa es una máscara. Creo más en las cosas que se hacen de puertas adentro”

P.- Hemos visto en estos días muchas empresas, grandes y pequeñas, que han contribuido solidariamente en este crisis del coronavirus. ¿Hemos dado un paso adelante en relación a la responsabilidad social de las empresas?
R.- Siempre he creído que lo que llamamos pomposamente responsabilidad social corporativa es una máscara. Creo más en las cosas que se hacen de puertas adentro y cómo viven las personas que trabajan en tu casa.  Estoy viendo anuncios, entre comillas solidarios, que me molestan profundamente, entre otras cosas, porque nadie se gastó ni un duro en decir que los recortes de la sanidad no eran correctos y ahora lo estamos pagando todos. Homenajear al personal sanitario, que se merece todos los homenajes del mundo, me suena un poco raro si hemos estado más de diez años desprotegiéndolos, a ellos y, de rebote, a nosotros.

“Como decía un señor con barba hace 150 años, al final los ricos son más ricos y los pobres, cada vez más pobres"

P.- Cada vez se habla más de la regeneración del capitalismo, en el sentido de que las empresas se comprometan a devolver a la sociedad parte del beneficio. ¿El coronavirus marca un antes y un después en este sentido?
R.- No sé si será un antes y un después. A las sociedades les cuesta bastante cambiar y lo que se llaman los poderes fácticos son enemigos de cualquier cambio. Es evidente que estaremos obligados a cambiar muchas cosas, de hábitos o de funcionamiento, y todo ello va a tener consecuencias en la mentalidad de las personas. Ojalá cambiemos para bien, pero me temo que al igual que en 2008, como decía un señor con barba hace 150 años, al final los ricos son cada vez más ricos y los pobres, cada vez más pobres.

 “El estado de alarma formalmente nos ha dejado sin un montón de libertades. Nadie se queja y lo encuentro preocupante”

P.- El coronavirus no discrimina entre ricos y pobres
R.- Bueno... Si miras en Barcelona, hay más muertos en los barrios digamos pobres que en los más ricos y vi imágenes de la Cañada Real Galiana, en Madrid, y no me podía creer que algo así existiera en la capital de España. No es una crítica al Gobierno ya que hemos visto que en toda Europa los gobiernos han actuado bien, mal y regular. Frente a situaciones de estas, no creo que nadie supiera qué es lo que se tenía que hacer o se tenía que hacer bien, pero el estado de alarma formalmente nos ha dejado sin un montón de libertades. Nadie se queja y lo encuentro preocupante. Nadie está en contra del estado de alarma, lógicamente había que tomar medidas, pero de golpe y porrazo los reales decretos ya no tienen mucho que ver con el Covid sino con cosas que se van a quedar. Esto no es el estado de alarma, es aprovechar que el Pisuerga pasa por Valladolid para cambiar otras cosas. Al mismo tiempo veo poca sensibilidad en la gente porque la cultura democrática en España es muy floja, por la dictadura, pero también por los últimos 40 años. Vamos a ver ahora si la crisis del coronavirus nos sirve para mejorar algo.

“El coronavirus ha desnudado el significado y las repercusiones de los famosos recortes de hace 12 años”

P.- Esta crisis ha puesto de manifiesto que hace falta más dinero para la investigación, que no éramos la mejor sanidad del mundo y que los recortes nos habían afectado muy seriamente. ¿Al menos en esto habremos aprendido la lección? 
R.- Como mínimo, en sanidad y educación vamos a recuperar niveles importantes a corto plazo. El coronavirus ha desnudado el significado y las repercusiones de los famosos recortes de hace 12 años. Si la sanidad fuese privada o mayoritariamente privada ¿cuánta gente podría habérsela pagado? La mayoría se habrían quedado fuera del sistema. Las administraciones difícilmente podrán seguir con aquella política y van a tener que invertir para recuperar la sanidad pública y también la educación. La victoria de la necesidad de lo público no solo será positivo, sino que difícilmente se tirará para atrás. No digo que vaya a ser fácil, pero ahora nadie va a regatear camas en los hospitales. Seguro.

P.- ¿Cómo es trabajar con los chinos del fondo de inversión Orient Hontai Capital, principal accionista de Mediapro?
R.- Más allá de la inversión, nos ha aportado enormes posibilidades de trabajo en la propia China y el continente asiático. Aunque antes estábamos presentes, ahora es a una escala mucho mayor y estamos hablando de los mercados que van a determinar el crecimiento en general en los próximos años y, en particular, todo lo que tiene que ver con el sector audiovisual. Tener allí a un socio, ayuda mucho en nuestras relaciones y nuestras propuestas.

¿Aprender de China? "Creo en las combinaciones: copiar lo bueno y mezclarlo con lo bueno nuestro"

P.- ¿Tenemos mucho que aprender de su forma de trabajar?
R.- Siempre creo en las combinaciones: copiar lo bueno, y mezclarlo con lo bueno nuestro. Lo que sí es cierto es que la barrera cultural que había hace unos años se va rompiendo y los jóvenes chinos se forman en universidades chinas de muchas calidad, todo el mundo viaja y hay un mayor intercambio y acercamiento cultural.

P.- ¿Ha aprendido chino?
R.- No [Se ríe].

"El 8 de marzo estaba en un partido en Francia con 30.000 personas y el 15 de marzo se celebraron allí elecciones municipales"

P.- ¿Cómo se está viendo desde allí la situación en España?
R.- Hoy mismo he tenido dos videoconferencias con diferentes estamentos chinos. La única visión que tienen es que hemos ido con retraso, pero también ellos fueron con retraso. Estamos frente a algo que nadie se podía imaginar y que continúa siendo un gran desconocido. Yo el 8 de marzo estaba en un partido en Francia con 30.000 personas y el 15 de marzo se celebraron allí elecciones municipales. No sé si los chinos taparon o no supieron medir la dimensión de la tragedia, que también es posible, pero son disciplinados, por decirlo de alguna manera y allí confinar a toda una ciudad y seguir los protocolos más estrictos es más fácil que aquí. Pero al final aquí también lo hemos hecho. ¿Tarde? Mala suerte. A posteriori todo el mundo acierta.

P.- ¿Qué habría pasado si en España se hubieran tomado medidas antes? Por ejemplo suspender la Liga, la Champions, los colegios etc. una semana antes.
R.- Los mismos que ahora dicen que se tenía que haber impedido el 8M, hubieran sido los primeros en chillar contra las medidas. Eso desgraciadamente ocurre siempre.

P.- Siempre se ha manifestado a favor de la autodeterminación y en un hipotético referéndum votaría en contra de la independencia de Cataluña. ¿es correcto?
R.- Sí. Abogo por una confederación que tuviera sentido y ayude, como se ha visto ahora en Alemania, dicho sea de paso.

“Es desafortunado decir que una Cataluña independiente habría podido gestionar mejor la crisis, pero la centralización del Gobierno también me parece errónea”

P.- ¿Cree que una Cataluña independiente habría podido gestionar mejor esta crisis?
R.- No. Me parecen desafortunadas las declaraciones en ese sentido. Esto es una cosa y otra que la centralización, que no coordinación, que ha hecho el Gobierno español también me parece errónea. Pero no por razones de política, sino por eficiencia. Cuanta más proximidad tenga una administración, mejor conoce los problemas reales y la manera de resolverlos. A los ayuntamientos no se les ha dado ninguna bola y es desconocer que la administración más cercana siempre es la que tiene más posibilidades de resolver los problemas. 

“Europa se había disparado un tiro al pie y ahora se está eutanasiando o suicidando”

P.- ¿Abogaría por el federalismo no sólo en España sino también en Europa?
R.- Desde hace tiempo pienso que Europa se había disparado un tiro al pie y ahora se está eutanasiando o suicidando. Es una vergüenza que a día de hoy aún no haya adoptado ya no digo las medidas necesarias, sino simplemente medidas, excepto la de cerrar fronteras. ¿Quién puede creer en esa Europa? ¿Quién puede creer en ese proyecto si no están en las crisis? Ya lo vimos en la crisis de 2008 y ahora vemos que, ni siquiera ha aprendido de los errores de entonces. No es solo insolidaridad, que también, sino la falta de reflejos políticos. La idea de Europa yo creo que está tocada de muerte.

P.- Frente a gigantes como China o EEUU, que seguro saldrán los primeros y mejor parados de la crisis, ¿que le queda a Europa y a España?
R.- A España, los servicios. Se ha desnudado la poca perspectiva que teníamos de la inversión en ciencia, en tecnología. Pero no es sólo un problema español ¿Qué ha hecho Europa para hacer frente a Google o Amazon? Nada. Es más, tiene unas normas de competencia tan antiguas que impiden que se construyan alternativas. EEUU y China nos han comido el terreno de la tecnología. ¿Qué posibilidades hay ahora de levantar alternativas audiovisuales, tecnológicas, de e-commerce tipo Amazon o Alibabá? No hay ninguna. Lo que se quiera hacer ahora es hablar por hablar. No puedes competir con eso.

“Creamos miles de puestos de trabajo, entre otras cosas, lo hacemos porque no distribuimos dividendos”

P.- ¿Le molesta que le critiquen por ser progresista, comprometido con los trabajadores y, al mismo tiempo, tener una empresa rentable?
R.- Nosotros lo que hacemos es crear miles de puestos de trabajo y es algo perfecto para ganar todo el mundo. Entre otras cosas, lo hacemos porque no distribuimos dividendos y todo el beneficio se queda en la casa para desarrollarse. Me parecen planteamientos muy pobres, lo importante es lo que se hace y lo que digan los otros, no me preocupa tanto. Hay que decir lo que se hace y hacer lo que se dice.

P.- ¿Se puede ser rico y de izquierdas?
R.- Tampoco soy rico y el manifiesto comunista no dice que la gente tenga que ser pobre. Al contrario. Ese tipo de críticas no las vas a poder cambiar porque tampoco buscan razonamientos. Es una maquinaria que tiene su propia dinámica y sus objetivos. ¿Qué es lo jodido de esto, socialmente hablando? Que se expande la idea de que cuando uno piensa diferente entonces tiene que ser penalizado. Por ejemplo, si uno es independentista, entonces no hay que darle trabajo en Madrid, y así, con más cosas. Es una idea muy extendida y corrosiva que, al final, afectará a todos los colectivos. El Tribunal Constitucional dictó hace unos meses que se podía despedir a una persona que estuviera en baja médica porque afectaba a la productividad. ¿Cómo puede existir eso? Es una manera de discriminar:  están los que sirven y los que no. Es una monstruosidad que no cabe en una Constitución por mucho que lo dicte un Tribunal Constitucional.

P.- ¿Podría hacerme una valoración de las acusaciones de Sandro Rosell, que le ha señalado en una entrevista con Jordi Évole como el organizador de una conspiración judicial contra él?
R.- Creo que sobrevalora mi capacidad de influencia… hablando en serio: no voy a entrar a valorar sus teorías. Solo un dato verificable. Él mismo sitúa la posible causa en que el Barça vendió sus derechos a Telefónica y no a nosotros. En ese momento, el presidente era Bartomeu. Rosell hacia un año que había dejado la presidencia. ¿Quiere teorías conspirativas? ¿Significa esto que el seguía moviendo los hilos del Barça?

Sobre la multa de Miami por soborno: "Asumimos las responsabilidades, pagamos la multa correspondiente y la fiscalía no presentó cargos contra la empresa matriz"

P.- Al hilo de estas acusaciones, se está volviendo a hablar de la causa por soborno en Miami, que afectó a dos ejecutivos de Mediapro, y del procesamiento ahora de Gerard Romy, un exsocio de Mediapro, también por corrupción en el fútbol. ¿Qué tiene que decir al respecto?  
R.- Imagina asumió en su momento, hace años, las responsabilidades que le correspondían en dos delitos por la actuación de 3 directivos, que fueron inmediatamente apartados de la compañía. Asumimos las responsabilidades, pagamos la multa correspondiente y la fiscalía no presentó cargos contra la empresa matriz. Es un asunto cerrado. No creo que tengamos que decir nada más.

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