El resultado de las elecciones generales de este domingo en España no sólo han sido el foco de atención en nuestro país, sino que han traspasado fronteras internacionales, llegando a oídos de Hollywood. Y es que el hecho más significativo de esta cita en las urnas españolas y que ha calado más en el foco mediático ha sido la pérdida de votos de la extrema derecha, un factor más que condicionante que ha llamado la atención de uno de los actores más reputados de la industria cinematográfica: John Cusack.

El intérprete de películas como ‘Cómo ser John Malkovich’ o ‘Serendipity’ se pronunció en redes sociales este martes sobre la debacle de Vox en las urnas: “Gracias, España”, destacó en su perfil de Twitter.

Cabe destacar que el actor es uno de los personajes famosos que más se ha posicionado políticamente en los últimos años, ya que se postuló a favor de las marchas y manifestaciones del ‘Black Lives Matter’, momentos convulsos en Estados Unidos y causa en la que colaboró llegando a denunciar abiertamente agresiones. Además, Cusack también ha llegado a emplear un tono de lo más crítico contra los magnates de la comunicación y sus respectivos modus operandi en redes sociales: Mark Zuckerberg y Elon Musk.

El artista también es miembro de Freedom of the Press Foundation, una organización que busca defender la libertad de expresión y la de prensa reclamando transparencia a los medios de comunicación, por lo que no resulta anómala esta postura que ha adoptado ahora en sintonía con la caída de apoyos de la ultraderecha en España.

El 23J fuera de nuestras fronteras 

Lo cierto es que, a ojos de la prensa internacional, fueron dos los factores que más llamaron la atención de cómo transcurrió la jornada electoral decisiva en España y los resultados extraídos de las urnas: por una parte, la apretada situación actual del país, por la cual es difícil adivinar qué líder representará la siguiente legislatura; por otro, la debacle de la ultraderecha como diferencia al camino en ascenso que sí se percibía desde otros países europeos.

Periódicos de renombre tales como The New York Times, The Guardian, Le Monde o Corriere della Sera, entre otros muchos más, publicaron sendos análisis exhaustivos sobre el escenario que afronta España y lo que se puede esperar del mismo en las próximas semanas.

En cuanto a las posturas adoptadas con respecto al resultado del partido de Santiago Abascal, la mayor parte de las publicaciones se manifestaron en la misma dirección: la caída de apoyos. Y es que Vox ha pasado de contar con 52 escaños en el Congreso de los Diputados -resultantes de las urnas de 2019- a los 33 actuales, es decir, 19 representantes parlamentarios menos, lo que se traduce a una pérdida de votos más que notable. Pese a ello, consiguieron mantenerse como la tercera fuerza más votada, por delante de Sumar.

Desde diarios alemanes y franceses pusieron en valor los resultados de la ultraderecha española, que en poco guardan relación con el subidón que han dado los mismo partidos de parecido o igual calibre en países vecinos y que han conseguido entrar en gobiernos centrales, siendo los casos más destacables los de Finlandia o Italia, en este último, a cargo de la primera ministra Georgia Meloni quien, en reiteradas ocasiones, ha participado en actos de campaña de Vox.

¿Por qué España resiste al auge de la extrema derecha?

En comparación con el resto de Europa, los datos cosechados por Vox en estas elecciones -19 escaños con un 12,4% de los votos-, este partido ha conseguido recoger muchos menos votos que sus sucedáneos. Cabe destacar así los ejemplos de Hungría (60%) o Polonia (50,4%).

Pero, ¿a qué se debe esta resistencia? Son varios los factores que influyen a la hora de que los dogmas de la extrema derecha no ganen mayor peso entre la ciudadanía. La estabilidad económica lograda por el Ejecutivo de coalición es uno de ellos, teniendo en cuenta aún más que lo ha hecho tras una pandemia que puso en jaque la sanidad pública y una guerra que debilitó los recursos energéticos. A la hora de ir a las urnas, también se ha visto que otro de los factores condicionantes han sido el refuerzo del bipartidismo, es decir, la desviación del voto a los partidos de toda la vida que, como consecuencia, han hecho que la izquierda a la izquierda del PSOE y la derecha a la derecha del PP pierdan peso.