Las elecciones generales no solo han reflejado un panorama político en el que la derecha y la extrema derecha tienen prácticamente imposible gobernar, sino que, además, en lo que respecta a Vox, la formación ultraderechista ha perdido de cara a esta nueva legislatura dos de sus armas políticas: la potestad de presentar nuevas mociones de censura y la de recurrir las leyes del Gobierno ante el Tribunal Constitucional (TC).

Y es que, la abultada pérdida de escaños de Vox, los grandes perdedores del 23J al pasar de 52 escaños a tan solo 33, le impedirá a los de Santiago Abascal y compañía recurrir las leyes del Gobierno ante el TC y presentar nuevas mociones de censura. Para ser más precisos, esta perdida de 19 representantes ha dejado a los ultras por debajo del umbral de los 50 diputados necesarios para presentar recursos de inconstitucionalidad y de los 35 necesarios para intentar forzar la dimisión del presidente del Gobierno.

De esta manera, la extrema derecha pierde dos de sus grandes bazas políticas, puesto que hay que recordar que durante la última legislatura Vox, gracias a sus 52 escaños, presentó dos mociones de censura contra Sánchez. Y, aunque ambas maniobras fracasaron con estrépito desde el principio, situaron a los ultras en el centro del debate político. La primera de ellas se debatió en octubre de 2020, en plena pandemia de Covid-19, y el propio Abascal fue el candidato alternativo a la Presidencia del Gobierno. La segunda moción de censura fue en marzo de este año y en este caso el candidato fue el profesor Ramón Tamames. En ambas vitas Vox registró en solitario las mociones de censura gracias a los 52 escaños con los que contaba en el Congreso y también fue el único grupo parlamentario en votar a favor (solo contó con el apoyo adicional del diputado del Grupo Mixto Pablo Cambronero en la moción de Tamames).

En cuanto a los recursos presentados ante el Tribunal Constitucional, Vox utilizó esta vía en diversas ocasiones. En este sentido, algunos de los recursos presentados -recurrieron más de 40 normas- fueron contra el estado de alarma de la pandemia, la posterior prórroga de seis meses, la ley de la eutanasia o la reforma educativa, por citar algunos ejemplos. Además, algunos de sus recursos aún están pendientes de resolución, como los presentados contra la ley trans y la reforma de la ley del aborto.

La ley dicta que pueden interponer recurso de inconstitucionalidad el presidente del Gobierno, el defensor del pueblo, 50 diputados o 50 senadores y los gobiernos y parlamentos autonómicos; de manera que los 33 diputados obtenidos por Vox se quedan lejos de poder hacerlo sin el concurso de parlamentarios de otros partidos. Tampoco Sumar, que logró 31 diputados este domingo, podrá hacer uso de estas dos herramientas, que quedan así reservadas a los dos grandes partidos, PP y PSOE, con 136 y 122 diputados, respectivamente.

Vox se deja 19 escaños y más de 600.000 votos y se queda con las ganas de entrar en el Gobierno de Feijóo

Volviendo a los resultados electorales de Vox, la formación ultra concurría a estas elecciones generales como una cita "histórica" en la que todos sus pronósticos pasaban por ser imprescindibles para que el PP de Alberto Núñez Feijóo pudiera gobernar. Sin embargo, el escrutinio a más del 99% ha dejado esa posibilidad en prácticamente una utopía.

Pese a mantenerse como tercera fuerza parlamentaria, la extrema derecha ha perdido un tercio de sus diputados, más de 600.000 votos (de 3,6 millones en 2019 a 3 millones) y el porcentaje ha pasado del 15,08% al 12,40%. Una abultada caída que ha sido generalizada en la mayoría de CCAA, aunque el mayor descalabro se ha producido precisamente en Castilla y León, el primer lugar donde entraron a formar parte de un Gobierno en coalición con el PP. En la región han perdido a cinco de sus seis diputados, logrando así únicamente mantener el escaño por Valladolid.

No obstante, también ha perdido representación en las otras dos autonomías en las que Vox ha pactado con los populares tras las elecciones autonómicas y municipales del pasado 28 de mayo, Extremadura y la Comunidad Valenciana. En el caso de la primera región, han pasado de dos diputados a solo uno (se queda sin el de Cáceres) y en la segunda pasan de siete a cinco (mantiene el de Castellón y baja de tres a dos en Valencia y en Alicante).

En Murcia, por su parte, Vox ha pasado de tres representantes en el Congreso a dos escaños. El partido quedó en primer lugar en la comunidad en las elecciones de 2019 y ahora ha bajado al tercer puesto, en plena pugna con los 'populares' por la formación del Ejecutivo regional. Asimismo, el partido ha mantenido su único escaño en Aragón y ha perdido uno de los dos diputados en Baleares, donde hubo un pacto con el PP. En Andalucía, han bajado de doce a nueve escaños, pero aún mantienen representación en todas las provincias. En Castilla-La Mancha, han pasado de cinco a tres diputados, manteniendo algunos escaños y perdiendo otros.

Por otro lado, Vox ha perdido representación en Madrid y Ceuta, y ha conservado sus dos diputados en Cataluña, así como un escaño en Asturias, Cantabria y Canarias. Sin embargo, no se han logrado obtener escaños en las provincias gallegas, vascas, Navarra y La Rioja.

Vox evita cualquier atisbo de autocrítica y responsabiliza al PP de la caída

Por último, ya este lunes en plena resaca electoral, la formación ultra ha evitado hacer autocrítica del resultado obtenido, achacando al PP toda la responsabilidad de que no haya una suma de los partidos de la derecha, tanto por sus llamadas al voto útil como por la "demonización" que sostienen que han hecho los populares de Vox.

"La campaña al voto útil ha resultado el voto más inútil. Solo ha servido para truncar la alternativa y el cambio de rumbo que merecen la nación y los españoles", ha denunciado el secretario general de Vox, Ignacio Garriga, acusando a Feijóo de haberse "equivocado de aliados y de adversarios" e insistiendo en lamentar la errática campaña electoral del PP con sus "continuas" ofertas de pacto al PSOE, que ha tenido como consecuencia el "blanqueamiento" de Pedro Sánchez, y empeñado en "mirar por el retrovisor" a los de Santiago Abascal. "Eso al final ha tenido consecuencias", ha apostillado.

"Quizá en Génova están muy contentos, nos sorprenden los saltos y alegrías, seguramente porque cumplieron su objetivo de ganar las elecciones sin tener que contar con Vox", ha ironizado el 'número dos' del partido atacando a los populares por haber "truncado" el vuelco electoral "cacareando permanentemente" en campaña el voto útil al PP. "El voto útil al cual convocaba el PP y medios afines lo único que ha sido y servido ha sido para ser útil a Sánchez y dañino para España y el conjunto de los españoles, truncando la posibilidad de una alternativa que devolviera la esperanza y las certezas a los españoles", ha añadido.

En este contexto, Garriga ha evitado cualquier atisbo de autocrítica -en la misma línea que Abascal el domingo- y ha dicho que Vox seguirá enarbolando "las mismas banderas" en cualquier escenario que se abra a partir de ahora para defender sus posiciones. Y ha agradecido el "voto heroico" de los más de tres millones de ciudadanos que eligieron la papeleta de Vox "en las peores circunstancias".