La empresaria Carmen Lomana ha reaccionado, una semana después de los Premios Goya, al discurso que el actor estadounidense Richard Gere pronunció en dicha gala. El intérprete de históricos papeles cinematográficos como el que encarnó en Pretty Woman, cargó muy duramente contra el presidente de su país, Donald Trump, y sus recientes giros autoritarios contra inmigrantes y países extranjeros con una política comercial muy agresiva.
Lomana, desde su columna semanal en Egos, ha cargado contra el intérprete estadounidense y otros discursos similares pronunciados por otros actores españoles enel mismo evento.
"Cada año, quienes seguimos por televisión la gala de los Goya nos encontramos con la misma cantinela: la ceremonia es demasiado larga y, en ciertos momentos, se torna insoportable", ha arrancado diciendo. "Es comprensible que los premiados quieran expresar su gratitud y felicidad, pero algunos llevan el histrionismo al extremo aprovechando ese instante de gloria para dedicar el galardón hasta al vecino del quinto. No hay forma de frenarlos", ha señalado la televisiva.
Tras ello, la empresaria ha pasado a la parte política. Su conservadurismo no es ningún secreto, por lo que no sorprende que haya calificado algunas intervenciones como "un inevitable discurso panfletario, perfectamente ensayado, que muchos llevan preparado 'por si acaso' ganan un Goya".
"No parecen darse cuenta de que al público le importan bien poco sus ideas políticas o sus filias y fobias. Lo único que nos interesa es que sean magníficos profesionales", ha opinado.
En concreto, Lomana ha mencionado el discurso de Richard Gere y no ha dudado en dejar claro lo que le pareció. "Algunos discursos me hacen desear que alguien pronuncie un sonoro '¿por qué no te callas?'. Ejemplo claro fue el de Richard Gere, proclamando con tono condescendiente que sería maravilloso ver nuestros barrios llenos de inmigrantes y menores no acompañados", ha expuesto.
"Al mismo tiempo, nos exhorta a ser más conscientes con el ahorro energético y la reducción de emisiones de CO₂. Todo muy loable, sí, pero resulta difícil tomarlo en serio cuando él mismo reside en una lujosa urbanización de Madrid, protegida como un búnker infranqueable, y se desplaza en su jet privado, fotografiándose junto a su esposa para después compartirlo en Instagram", ha indicado.
La empresaria, no obstante, ha refrendado que pueden vivir "como quieran", pero, al menos, "nos ahorren sus sermones". "La hipocresía de quienes se creen investidos de una autoridad moral que no poseen resulta demasiado evidente", ha zanjado.
