Ya sabes que en El Telescopio hemos decidido dedicar cada día, hasta la vuelta al cole, un espacio a los Objetivos de Desarrollo Sostenible [ODS] de Naciones Unidas. Los repasamos de dos en dos y hoy nos centramos en el 14, vida submarina, y el 15, vida de ecosistemas terrestres. Esperamos que toda la audencia telescópica tengáis por lo menos un recuerdo [¡y una acción!] para ambos.  

S WEB Goal 14

El océano es clave para que la Tierra sea un lugar habitable para el ser humano 

Vida submarina 

Como señala Naciones Unidas, “el océano impulsa los sistemas mundiales que hacen de la Tierra un lugar habitable para el ser humano. Nuestra lluvia, el agua potable, el tiempo, el clima, los litorales, gran parte de nuestra comida e incluso el oxígeno del aire que respiramos los proporciona y regula el mar”. 

Por eso, uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible se centra en la protección de los océanos. “La biodiversidad marina es vital para la salud de las personas y de nuestro planeta”. 

Según la organización, su gestión es clave para un futuro sostenible. Pero desde la ONU señalan: “En la actualidad, existe un deterioro continuo de las aguas costeras debido a la contaminación y a la acidificación de los océanos que está teniendo un efecto adverso sobre el funcionamiento de los ecosistemas y la biodiversidad. Asimismo, también está teniendo un impacto perjudicial sobre las pesquerías de pequeña escala”. 

Para conseguirlo, es preciso “reducir significativamente la contaminación marina de todo tipo, en particular la producida por actividades realizadas en tierra”. Una de las claves, asegura Naciones Unidas, es conseguir “una mayor cooperación científica a todos los niveles”.

S WEB Goal 15

Es necesario rehabilitar las tierras y los suelos degradados 

Vida de ecosistemas terrestres 

Este ODS se centra en “la conservación, el restablecimiento y el uso sostenible de los ecosistemas terrestres y los ecosistemas interiores de agua dulce y los servicios que proporcionan, en particular los bosques, los humedales, las montañas y las zonas áridas”, explica la ONU.  

Como claves para conseguirlo, señala la promoción de “la gestión sostenible de todos los tipos de bosques, poner fin a la deforestación, recuperar los degradados e incrementar la forestación y la reforestación a nivel mundial”. 

Por eso, es necesario “rehabilitar las tierras y los suelos degradados, incluidas las tierras afectadas por la desertificación, la sequía y las inundaciones”. 

También son fundamentales los “ecosistemas montañosos, incluida su diversidad biológica, a fin de mejorar su capacidad de proporcionar beneficios esenciales para el desarrollo sostenible”.  

Y, como sucede con tantos otros problemas relacionados con el impacto del ser humano en el medio ambiente, se nos acaba el tiempo. Por eso, Naciones Unidas exhorta a “adoptar medidas urgentes y significativas para reducir la degradación de los hábitats naturales, detener la pérdida de la diversidad biológica y, para 2020, proteger las especies amenazadas y evitar su extinción”. 

 En cifras: 

  • Los océanos cubren las tres cuartas partes de la superficie de la Tierra, contienen el 97 por ciento del agua del planeta y representan el 99 por ciento de la superficie habitable del planeta en volumen. 
  • Más de tres mil millones de personas dependen de la biodiversidad marina y costera para su sustento. 
  • Los océanos absorben alrededor del 30 por ciento del dióxido de carbono producido por los humanos, lo que amortigua los impactos del calentamiento global. 
  • Además, sirven como la mayor fuente de proteínas del mundo. Más de 3.000 millones de personas dependen de los océanos como fuente principal de proteínas. 
  • Alrededor de 1.600 millones de personas dependen de los bosques para su sustento, incluidos 70 millones de indígenas. 
  • Los bosques albergan más del 80 por ciento de todas las especies terrestres de animales, plantas e insectos. 
  • Unos 2.600 millones de personas dependen directamente de la agricultura, pero más de la mitad de la tierra utilizada para la agricultura se ve moderada o severamente afectada por la degradación del suelo. 
  • De las 8.300 razas de animales conocidas, el 8 por ciento está extinto y el 22 por ciento está en peligro de extinción. 
  • De las más de 80.000 especies de árboles, menos del 1 por ciento se han estudiado para su posible uso. 
  • Solo diez especies proporcionan alrededor del 30 por ciento de la pesca de captura marina y diez especies proporcionan alrededor de la mitad de la producción acuícola.