Ya sabes que en El Telescopio hemos decidido dedicar cada día, hasta la vuelta al cole, un espacio a los Objetivos de Desarrollo Sostenible [ODS] de Naciones Unidas. Normalmente, los repasamos de dos en dos, pero hoy -por su relevancia en nuestra sociedad y en las fechas en las que estamos- nos centramos en el 12, producción y consumo responsables. Esperamos que toda la audencia telescópica tengáis por lo menos un recuerdo [¡y una acción!] para él.  

Además, en esta ocasión, nuestro compañero Borja García ha preparado una de sus infografías en las que puedes ver todos los datos sobre nuestro consumo durante estas fiestas, de un solo vistazo.  

Si tu abuela, como la mía, en estas fiestas parecía estar reutilizando las sobras del capón en pepitoria para hacer croquetas, arroces y mil platos más hasta que se acabara, quizá sea el momento de preguntarnos qué hemos olvidado nosotros.  

Mi abuela podía darnos de comer durante una semana con las sobras del capón en pepitoria 

Producción y consumo responsables 

Durante décadas, la producción masiva trató de dar respuesta a un consumo cada vez más fomentado desde la empresa privada y las instituciones públicas como motor de la economía mundial. Sin embargo, ese enfoque ha demostrado ser erróneo y Naciones Unidas advierte del uso excesivo “del medio ambiente natural y de los recursos de una manera que continúa teniendo efectos destructivos sobre el planeta”. 

El resultado ha sido una de cal y una de arena: “El progreso económico y social conseguido durante el último siglo ha estado acompañado de una degradación medioambiental que está poniendo en peligro los mismos sistemas de los que depende nuestro desarrollo futuro (y ciertamente, nuestra supervivencia)”. 

Un tercio de toda la comida producida termina en los cubos de basura 

Basura hasta arriba 

Seguro que durante estas fiestas, tu cubo de basura está más lleno que nunca. La ONU estima que cada año"un tercio de toda la comida producida (el equivalente a 1.300 millones de toneladas, con un valor cercano al billón de dólares) acaba pudriéndose en los cubos de basura de los consumidores y minoristas, o estropeándose debido a un transporte y unas prácticas de recolección deficientes”. 

Y la situación para el futuro es menos halagüeña: “En caso de que la población mundial alcance los 9.600 millones de personas en 2050, se podría necesitar el equivalente a casi tres planetas para proporcionar los recursos naturales necesarios para mantener los estilos de vida actuales”. 

Cambia tus bombillas por otras más eficientes y ahorrarás dinero 

Contribución individual 

Sin embargo, podemos contribuir de forma individual a invertir esta situación con pequeños gestos. Por ejemplo, Naciones Unidas calcula que “si todo el mundo cambiase sus bombillas por unas energéticamente eficientes, se ahorrarían 120.000 millones de dólares estadounidenses al año”. 

Desde la organización internacional aconsejan aprovechar la oportunidad que la pandemia de la COVID-19 ofrece a los países para “elaborar planes de recuperación que reviertan las tendencias actuales y cambien nuestros patrones de consumo y producción hacia un futuro más sostenible”. 

El consumo y la producción sostenibles consisten en hacer más y mejor con menos 

Hacer más 

Como bien señala la ONU, no se trata de prescindir de nada: “El consumo y la producción sostenibles consisten en hacer más y mejor con menos. También se trata de desvincular el crecimiento económico de la degradación medioambiental, aumentar la eficiencia de recursos y promover estilos de vida sostenibles”. 

Ese cambio de mentalidad es fundamental, no solo para la población actual sino, sobre todo, para el futuro de la Humanidad. “El consumo y la producción sostenibles también pueden contribuir de manera sustancial a la mitigación de la pobreza y a la transición hacia economías verdes y con bajas emisiones de carbono”, señala Naciones Unidas. 

Es preciso reducir a la mitad el desperdicio de alimentos per capita mundial 

Gestión sostenible 

Por eso, ha marcado como objetivo lograr, antes de 2030, “la gestión sostenible y el uso eficiente de los recursos naturales”. Para conseguirlo, es preciso “reducir a la mitad el desperdicio de alimentos per capita mundial en la venta al por menor y a nivel de los consumidores y reducir las pérdidas de alimentos en las cadenas de producción y suministro, incluidas las pérdidas posteriores a la cosecha”. 

Otro aspecto importante es gestionar de forma racional desde un punto de vista ecológico los productos químicos y todos los desechos a lo largo de su ciclo de vida y “reducir de forma significativa su liberación a la atmósfera, el agua y el suelo a fin de minimizar sus efectos adversos en la salud humana y el medio ambiente”. 

Para conseguirlo, juegan un papel crítico la prevención, reducción, reciclado y reutilización de deshechos.  

El gasto medio por persona en España durante las fiestas será de 526 euros  

Consumo desmedido 

Estas fiestas son un ejemplo del consumo desmedido y la producción sin visión de su efecto en el medio ambiente. Según datos de la OCU y Deloitte, el gasto medio por persona será de 526 euros, muy por debajo de los 655 del año pasado.  

Por desgracia, esta reducción no viene provocada por una concienciación repentina por parte de la población. España es el segundo país de Europa en el que más personas afirman que van a gastar menos que en las fiestas del año pasado: casi una de cada dos.  

La principal partida de gasto, 334 euros, se la llevan los regalos; seguidos de las comidas y cenas familiares, con otros 70 euros. Y la lotería, por supuesto, en la que nos gastamos 60 euros por persona.  

Sin embargo, como decía mi abuela, “la mejor lotería es el ahorro y la economía”. Y, por lo menos en materia de sostenibilidad, parece que tenía toda la razón. 

Consumo medio por persona en estas fiestas en España