Continúan desvelándose detalles del corredor de hidrógeno verde, conocido como H2MED, que conectará la península ibérica con el resto de Europa. Si antes de la navidad se hacía público su coste aproximado (2.800 millones de euros) y la pretensión de la que mitad fuese afrontada por la Unión Europea (UE), al ser considerado un proyecto de interés común (PCI); ahora Teresa Ribera, vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha revelado que la previsión es que el tubo esté operativo “en torno a 2028 o 2029”.

Así lo ha transmitido la ministra en una entrevista concedida a TV3, en la que ha descartado que los tiempos manejados ronden el año 2025, ya que, la infraestructura “requiere unos plazos largos”. Ribera ha aprovechado la ocasión también para seguir haciendo presión para que la Comisión Europea apruebe la financiación comunitaria. De confirmarse, los recursos económicos europeos llegarían en 2024 e “inmediatamente después” comenzarían las obras. No obstante, hasta ese momento, se desarrollarán los trabajos de preparación para evitar perder tiempo.

Yendo más allá, y en línea con la propuesta de reforma del mercado energético europeo presentada por el Gobierno, la titular de la cartera de Transición Ecológica ha asegurado que desde el Ejecutivo se presionará de igual manera para conseguir “desarrollar técnicas de almacenamiento” que incentiven la producción a través de renovables y garantice la seguridad de suministro. Esta estrategia a plazos, como presentaron los expertos del Ministerio, ayudaría también a reducir los precios finales reflejados en las facturas de los consumidores. De igual manera, se combatiría el cambio climático.

¿Qué se conoce del H2MED?

El corredor verde, que convertirá a España en el primer hub de hidrógeno renovable del mundo, conectará las ciudades de Barcelona y Marsella, parte conocida como BarMar, y las de Celourico da Beira (Portugal) y Zamora, parte conocida como CelZa. El proyecto español propone también conectar los principales centros de producción con la demanda del interior del país y, gracias a las dos interconexiones, con la demanda del resto de Europa. Uno de los ejes discurrirá por el Cantábrico, el nordeste y la costa mediterránea, y el otro por el oeste y el sur del país. Junto con los ejes, se presentan dos propuestas para analizar la viabilidad de dos almacenamientos subterráneos de hidrógeno ubicados en sendas cavidades salinas de Cantabria y el País Vasco.

Mapa del H2MED

El desarrollo del proyecto tendrá una colaboración pública-privada debido a la participación de los operadores de la red de transporte de gas de los tres países: Enagás (España), REN (Portugal) y GRTGaz y Terega, por Francia. Con esto, se espera que para 2030 el tubo permita exportar el 10 % del total de la demanda europea, es decir, unos 2 millones de toneladas anuales. La estimación de consumo de hidrógeno renovable que ha sido estimada por la UE alcanza un total de 20 millones de toneladas, una suma de la producción propia (10 millones de toneladas) y de las importaciones (10 millones de toneladas).