La reunión entre el Ministerio de Trabajo y los agentes sociales para reducir la jornada laboral ha terminado sin acuerdo debido a la negativa de la CEOE. El Secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, ha sido el encargado de anunciar el fracaso de estas negociaciones. Lo ha hecho en una rueda de prensa en la que ha sido bastante duro con la Patronal, calificando el papel de estos como "decepcionante". De esta manera, el próximo lunes 8 de julio se volverán a reunir, aunque no han descartado que pueda haber más cónclaves ante la postura inamovible de la CEOE.

"Nosotros hemos convocado y vamos a convocar también a la patronal a la mesa del próximo lunes. Que vengan o no vengan es una decisión que solo les corresponde a ellos; obviamente creo que deben estar en esa mesa y que deben de alguna manera reflexionar sobre cuál es esta actitud", ha subrayado Pérez Rey. "Nuestro objetivo es ahora pulir un texto, pero insisto, con las organizaciones sindicales, que son las que han mostrado predisposición a hacerlo, pero si la patronal de aquí a la semana que viene recapacita, (...) pues bienvenidos serán", ha añadido.

Pérez Rey ha asegurado que la patronal ha mantenido su postura y no ha presentado propuestas ni alternativas durante la reunión y que, incluso, ha cuestionado el objetivo del Gobierno de reducir legalmente la jornada a 37,5 horas. "La postura de la patronal ha dejado mucho que desear, ha sido claramente decepcionante", ha lamentado.

Para Pérez Rey, la posición de la CEOE está lastrada "por la ideología" más que por la "democracia" y advierte de "lastres políticos" en la decisión de la patronal sobre reducir la jornada para adecuarla a las empresas a las que representa. "Yo no pierdo la esperanza de que puedan hacer un favor a las empresas a las que representan y poner propuestas concretas encima de la mesa", ha sentenciado.

Las claves de la propuesta de Trabajo

La distancia entre el Ministerio de Trabajo y los empresarios se ha ensanchado considerablemente durante la última semana. El pasado lunes, el ministerio presentó oficialmente su propuesta, que incluye una serie de medidas clave. Así, entre las principales se destacan:

  •  Reducción de la jornada laboral: La norma establece una disminución a 38,5 horas semanales este año, reduciéndose a 37,5 horas a partir del 1 de enero de 2025.
  •  Mejora salarial para empleados a tiempo parcial: Se propone un aumento salarial proporcional para aquellos que mantengan sus horas de trabajo actuales.
  •  Registro de jornada digital: Las empresas deberán implementar un sistema digital para registrar las jornadas laborales, eliminando los registros en papel.
  •  Sanciones por incumplimiento: Las penalizaciones se aplicarán por cada trabajador afectado, en lugar de una única sanción por empresa, aumentando así las consecuencias para las compañías infractoras.

Esta propuesta ha sido bien recibida en términos generales por los sindicatos. Tanto UGT como CCOO han señalado algunos aspectos mejorables, pero el borrador refleja la mayoría de sus demandas. Sin embargo, la reacción de la patronal ha sido muy diferente, expresando su descontento tanto con el contenido del texto como con la urgencia que manifiestan los sindicatos y el Ministerio de Trabajo.

Las negociaciones comenzaron el 25 de enero con un diálogo bipartito entre sindicatos y empresarios que concluyó a mediados de junio sin alcanzar ningún acuerdo. Ante esta situación, el Ministerio de Trabajo presentó su propuesta y quedó a la espera de una respuesta formal de la CEOE.

Por su parte, la propuesta de Trabajo para la reducción de jornada es una medida que beneficiará, previsiblemente, a unos 12 millones de personas. Según los cálculos de UGT, el primer paso para la reducción de jornada planteada por el Gobierno supondrá una adaptación del horario de entre 3 y 4 millones de trabajadores, mientras que el segundo paso, hasta llegar a las 37,5 horas, beneficiará a casi 10 millones de trabajadores. En lo que concierne a lo que resta de 2024, este cambio se materializaría en una rebaja de 9 días en los convenios que tienen el máximo de horas legales y de unos 14 días en 2025, cuando la jornada se reduzca a las 37,5 horas semanales.

Los beneficios de la reducción de la jornada laboral

La reducción de la jornada laboral se presenta como una medida con múltiples beneficios, tanto para los trabajadores como para las empresas. Dos áreas clave donde se observan estos beneficios son la salud mental de los empleados y la productividad en el lugar de trabajo.

Uno de los beneficios más significativos de reducir la jornada laboral es la mejora de la salud mental de los trabajadores. Las jornadas laborales largas y extenuantes están asociadas con altos niveles de estrés, ansiedad y agotamiento. Estos problemas pueden conducir a trastornos más graves como la depresión. Al reducir las horas de trabajo, los empleados tienen más tiempo para descansar, recuperarse y dedicarse a actividades personales y familiares, lo cual es crucial para su bienestar emocional.

Estudios han demostrado que los trabajadores que tienen una mejor conciliación entre la vida laboral y personal son menos propensos a sufrir agotamiento y más capaces de manejar el estrés. Este equilibrio no solo mejora su salud mental sino que también reduce las tasas de absentismo y rotación, ya que los empleados se sienten más valorados y satisfechos con sus condiciones laborales.

Por otra parte, contrario a lo que podría pensarse, reducir la jornada laboral no disminuye la productividad; de hecho, puede incrementarla. La idea de que más horas de trabajo equivalen a mayor productividad ha sido desafiada por diversas investigaciones. Cuando los empleados trabajan menos horas, tienden a ser más enfocados y eficientes durante su tiempo de trabajo. Saben que disponen de menos tiempo para completar sus tareas y, por lo tanto, gestionan mejor su tiempo y eliminan distracciones. Además, al estar menos fatigados, son más creativos y toman mejores decisiones.

Las empresas también se benefician de la reducción de la jornada laboral a través de una fuerza laboral más saludable y productiva. Empleados felices y saludables son más propensos a estar comprometidos con su trabajo, lo cual puede traducirse en una mayor calidad del trabajo y en una cultura empresarial positiva. Además, las empresas pueden ver una disminución en los costos relacionados con la salud y el bienestar de los empleados, como los gastos médicos y las bajas por enfermedad.

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