Trabajar menos, vivir más. Este es el objetivo que persigue buena parte de la sociedad y los gobiernos en los últimos años para reducir el tiempo laboral y aumentar la calidad de vida de los ciudadanos. España es uno de los países que ha abierto el debate sobre la necesidad de bajar el número de horas de la jornada laboral -en concreto a 37,5 o menos, como Telefónica-; sin embargo, ha sido Portugal uno de los países que ha dado un paso más y ha probado la semana de cuatro días. El proyecto piloto impulsado por el ejecutivo portugués cuenta con más de 40 empresas y 1.000 empleados y ya ha arrojado unos resultados muy reveladores. Según un estudio, este sistema mejora la salud mental y la conciliación de los trabajadores de forma considerable. El Gobierno de Pedro Sánchez ya se ha hecho eco de los datos.

Jornada laboral de 4 días, un éxito en Portugal

Esta semana se ha dado a conocer un estudio sobre los primeros meses de implementación de este programa que refleja mejoras significativas en la salud mental de los trabajadores. Por ejemplo, el nivel de ansiedad desciende un 21% con una jornada laboral de cuatro días. Así lo refleja un informe elaborado en septiembre a raíz de las entrevistas a 200 trabajadores implicados en este proyecto, que comenzó el pasado mes de mayo, por parte de los investigadores Pedro Gomes, profesor de Economía de la Universidad de Londres, y Rita Fontinha, profesora de Gestión Estratégica de Recursos Humanos de la Universidad de Reading, contratadas por el Gobierno portugués para analizar este proyecto.

"Portugal ha implementado un proyecto piloto de jornada laboral de 4 días sin reducción salarial. Los resultados son alentadores: más facilidad para conciliar y 20% menos de insomnio y ansiedad. De esto va también la salud mental, de tiempo y condiciones compatibles con la vida", ha escrito en las últimas horas la ministra de Sanidad, Mónica García, en su perfil oficial de X -antes Twitter-. Y es que los beneficios que se muestran para los empleados sometidos a este proyecto son tan claros como que se reduce la fatiga, el insomnio o incluso los estados depresivos entorno al 20% en tan solo unos meses. Un extremo que se suma a la mejora de la conciliación del trabajo con la familia y la vida en general.

Se trata de un análisis que finalizará en abril de este 2024 y que busca evaluar la forma en la que las empresas se están adaptando a esta nueva forma de organizar los recursos humanos así como a los beneficios que esta tiene en las personas. Los resultados son muy positivos y demuestran que no solo se puede aplicar sino que es un éxito tanto a nivel empresarial como a nivel personal de cada uno de los trabajadores acogidos a este sistema. Las compañías han reducido los tiempos de trabajo en un 12% sin acometer una reducción del salario, pasando de una media de 41,1 horas previas al proyecto piloto a las 36,5 horas semanales, mientras el 60% de las empresas han reducido un día de trabajo a la semana.

Más conciliación y salud mental

Pese a que este informe no es definitivo, ya ha evidenciado algunos datos muy reveladores sobre las buenas dichas que deja este sistema laboral a nivel personal para los trabajadores. Con el problema de la salud mental creciendo en todo el mundo, este estudio deja claro que tomar medidas para atajar las problemáticas derivadas del trabajo son posibles. De hecho, las empresas que han participado en este piloto señalan casi en su mayoría la necesidad de "reducir los niveles de estrés y de burnout" entre los empleados como prioridad principal. Tanto es así que es el primer asunto a tratar por detrás de facilitar la atracción de personal y mejorar la calidad del servicio. Y las conclusiones son esclarecedoras.

El informe recoge que, en cuanto a las complicaciones derivadas de la salud mental, "los niveles disminuyeron significativamente en los tres meses posteriores al inicio del ensayo" con cifras muy positivas. Así, el índice de ansiedad descendió un 21%, el de fatiga un 23%, el de insomnio o problemas para dormir un 19%, el de los estados depresivos un 21%, el de tensión un 21% y el de soledad un 14%. "Más del 85% de los trabajadores informan de un descenso en, al menos, uno de los indicadores", sentencia este estudio, que refleja además que, de media, los siete indicadores de agotamiento laboral que se han medido "mejoraron un 19% con respecto al periodo anterior al piloto".

Pero junto a la salud mental está el tiempo libre. Un 65% de los entrevistados afirman que pueden pasar más tiempo con su familia así como dedicarse al "cuidado personal" gracias a la jornada de cuatro días. Por su parte, cerca de un 60% apunta que se dedica a sus aficiones e intereses y casi un 45% afirma que puede pasar más tiempo con sus amistades. Además, el estudio también advierte de "una clara mejora del equilibrio entre la vida laboral y familiar". Unas cifras que se traslada a las opiniones sobre este sistema dado que el porcentaje de trabajadores que consideran que es "difícil" o "muy difícil" conciliar el trabajo con la familia desciende del 46% al 8%. En el caso de la conciliación de trabajo con la vida en general, el dato pasa del 50,5% al 9,5%.

El papel de las mujeres

Cabe destacar que en la muestra para la elaboración de este estudio predominan personas "jóvenes" que cuentan con "mayores niveles de escolarización" y una mayor representación de mujeres "respecto a la media nacional del país". De hecho el 71,5% son trabajadoras "mientras que en el país hay una mayoría de trabajadores varones", como apunta la investigación. Esto no es baladí dado que se suma a que casi el 60% de las personas que han iniciado el contacto con el piloto -es decir, con un puesto de liderazgo en la empresa- eran mujeres, lo que contrasta con el mundo empresarial del país. En Portugal "solo el 27% de los puestos de liderazgo" están ocupados por ellas.

Muchos expertos señalan que, quizá, si hubiera más mujeres en puestos de poder, la semana laboral de cuatro días estaría más avanzada a nivel generalizado dado que las mujeres son mucho más conscientes de "la presión del tiempo" como consecuencia de "las dobles jornadas" que suelen ocupar por su horario laboral y las tareas de cuidados en el hogar. Precisamente en Portugal son dos ministras las que están impulsando estos pilotos tanto a nivel público como privado, mientras en España es la vicepresidenta y ministra de Trabajo Yolanda Díaz quien ha mostrado su voluntad por llevar a cabo este sistema. Actualmente el marco de debate del uso del tiempo y el trabajo pivota en torno a la reducción de la jornada hasta las 37 horas y media.

Sea como fuera, el 95% de las empresas que han participado en él han considerado positivo el piloto pese a colocar en el foco algunas dificultades que se han encontrado en la implantación de este nuevo sistema. Entre ellos se encuentra la medición de la productividad, la gestión de las vacaciones del personal o las rutinas enmarcadas en la cultura del país. En este último punto apelan directamente a la necesidad de cambiar varios hábitos existentes, como las pausas para tomar café o comer, llegar tarde a las reuniones o interrumpir a los compañeros para comentar temas personales o de ocio, con el objetivo de evitar pérdidas de tiempo a lo largo de las jornadas.

España se fija en Portugal

Estos resultados han llegado hasta el Gobierno de España, donde se ha comenzado a llevar a cabo estas pruebas, por ejemplo, en Valencia. La capital valenciana ya implantó hace unos meses un programa por el cual todos los lunes se marcaban con día festivo. En este participaron más de 350.000 vecinos, quienes han valorado con siete puntos sobre diez esta propuesta. En línea con Portugal, un gran porcentaje considera que la semana de cuatro días tiene beneficios para su rutina. El 34,9% de los trabajadores encuestados reconoce niveles más bajos de estrés y el 17,5% percibe menos cansancio y más tiempo de sueño. 

La conciliación y el equilibrio entre la vida laboral y familiar también ha sido favorable. El 46,1% de los participantes ha dedicado más tiempo al seguimiento de actividades culturales y el 35,5% dice haber consumido productos más elaborados, mejorando consecuentemente su alimentación. Las estaciones de medición, además, han constatado un aumento del 58% en los niveles de dióxido de nitrógeno el primer lunes laborable después de la iniciativa, lo que quiere decir de que la calidad del aire ha mejorado durante las cuatro semanas que ha durado este experimento. Con todo, este informe ha presentado luces y sombras y pone el foco en que un nuevo modelo tiene que adaptarse a las necesidades organizativas de cada empresa.

Por ahora lo único tangible son las negociaciones y el debate para implantar la jornada de 37 horas y media en vez de las 40 tradicionales. No sin dificultades. El Ministerio de Trabajo que lidera Díaz y los agentes sociales cerraron sin avances su primera reunión sobre este asunto al tiempo que la patronal del comercio se ha pronunciado en contra esta medida. Aseguran que "obligaría a la contratación de más personal" y que "dispararía los costes para los comerciantes de una forma inasumible". Por eso, la ministra Mónica García ha resaltado los "alentadores" resultados que ha presentado el ensayo impulsado por Portugal, que muestra mejores datos que cualquiera del resto de estudios.

 

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