Comienza la segunda gran fase de la operación salida en España, la de agosto. El mes que registra un mayor número de desplazamientos del año y por el que optan la mayoría de las familias españolas para descansar. Pero, a estas alturas del periodo estival, la duda que asalta a muchos es, ¿podemos permitirnos salir de vacaciones?

Según un estudio, elaborado por la consultora independiente Kelisto, casi 2 millones de españoles pagarán a plazos sus vacaciones de verano y gastarán de media unos 1.789 euros, un 10 por ciento más que el año anterior. Datos muy similares a los que aborda el portal iAhorro que, para este verano prevé que el 17,50% de los españoles consideran endeudarse como una posibilidad, frente al 13,10% que afirma que solicitará financiación.

En total, según Kelisto, el 60% de los ciudadanos nacionales, unos 28 millones, saldrán a disfrutar de sus vacaciones de verano y para poder hacer frente a esos gastos extraordinarios cerca de un 17% de ellos aplazarán sus gastos.

¿Qué implica el endeudamiento para la economía familiar?

El 47% opta, según el informe, por los préstamos personales, seguidos de un 46 por ciento que prefiere la financiación que ofrecen los establecimientos donde contratan los viajes. El 25% de los veraneantes tirará de tarjeta de crédito y cerca de un 9 por ciento de los préstamos de familiares. De hecho, como explica Estefanía González, portavoz de finanzas de la consultora, “hasta hace no mucho, las tarjetas de crédito eran el producto más elegido para financiar un gasto extra como las vacaciones de verano, especialmente por su flexibilidad y por la escasa oferta de préstamos para cantidades relativamente pequeñas que había en el mercado. Sin embargo, el aumento de las propuestas de la banca ha permitido que se produzca un cambio de tendencia”.

No obstante, contemplar financiar unas vacaciones implica que los consumidores tendrán, según la consultora, que abonar un interés medio del 19,11% por pagar a plazos esos días de relax, lo que implica un gasto 49,3 euros de media para cada español y un total de 97,7 millones de euros en intereses y costes para el conjunto del territorio nacional, algo que los españoles tendrán que tener en cuenta para encarar la temida cuesta de septiembre.

De hecho, desde Facua, alertan del riesgo de pedir un crédito en estas fechas si ya existen problemas para llegar a fin de mes durante el resto del año o si existen otro tipo de créditos como el hipotecario y el del coche. El problema al que se enfrentan los españoles, es sin duda, el endeudamiento. ¿Por qué?

Los préstamos al consumo generalmente implican unos elevados intereses, especialmente si se alarga el plazo de amortización para poder hacer frente a cuotas más bajas. En este caso, lo que muchas familias pueden encontrarse es que el precio final sea más alto, ya que los intereses se han acumulado y, por lo tanto, la deuda se solape con otro tipo de necesidades como el inicio de la campaña escolar o, incluso, las siguientes vacaciones previstas.

En el caso de las tarjetas de créditos tanto la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), como el Banco de España son claros al respecto: cuidado con las tarjetas revolving. Éstas, que han comenzado a denunciarse masivamente en los juzgados españoles, suelen emplear un sistema de pago aplazado o mediante préstamos preconcebidos, que podrá devolverse en cuotas fijas cada mes, sin embargo, lo que esconden es que, generalmente, aplican intereses muy superiores a la media, si hablamos de créditos al consumo, por lo que pueden ser el quebradero de cabeza para la economía familiar al acumular nuevos intereses inasumibles.

De hecho, durante el año pasado, las reclamaciones que más crecieron al Banco de España fueron precisamente las relacionadas con los préstamos personales, entre los que también se encuentra este tipo de producto considerado como un crédito al consumo.

La deuda por comunidades

Los españoles no se endeudan por igual en todo el territorio. Por comunidades autónomas, Andalucía, lidera el ranking.  La necesidad de financiación le supondrá  a los andaluces un gasto adicional de 17,8 millones de euros entre intereses y comisiones. En segundo lugar, se encuentra Cataluña, con un gasto por financiación de 15,5 millones de euros seguida de Madrid, que casi roza los 14 millones de euros, (13,9 millones). Por el contrario, según la consultora, Melilla, Ceuta y la Rioja son las comunidades donde menos se recurre al pago aplazado de las vacaciones.