Telefónica se ha convertido en protagonista indiscutible del Ibex en la vuelta a la actividad habitual empresarial. La irrupción de Saudi Telecom Company (STC), participada por el Gobierno saudí, en su accionariado sorprendía a todos los niveles el pasado martes 5 de septiembre a última hora de la tarde. La entrada de capital saudí en Telefónica ha provocado un fuerte movimiento en su accionariado, dejando al gigante de las telecomunicaciones STC como máximo accionista, por encima del macrofondo de inversión BlackRock y de grandes entidades financieras como CaixaBank, también a través de CriteriaCaixa, y de BBVA. Sin embargo, hay un nombre clave en el terreno inversor nacional que también tiene una estrecha relación con Telefónica y que, por el momento, no parece haberse visto afectado tras la irrupción de capital saudí en el accionariado: Amancio Ortega.

Amancio Ortega, el multimillonario más rico de España y uno de los propietarios de las mayores fortunas del mundo -en la última lista Bloomberg aparece como uno de los 15 mayores ricos a nivel internacional con una fortuna de 67,8 billones de dólares- también invierte en Telefónica. Pero no lo hace a través de la compra de acciones o mediante una opa, como ha intentado hacer Saudi Telecom, sino que mantiene otra estrategia con la que ve engrosar su fortuna, al igual que hace con otros gigantes del Ibex 35.

El hombre más rico de España invierte en las grandes cotizadas españolas a través de fusiones o de acuerdos en proyectos que considera claves para Pontegadea, su sociedad de inversión y principal origen de su fortuna, más allá de los millones que obtiene con Inditex. Es el caso de su relación con Telefónica, con la que, hace apenas un año, ha cerrado la fusión de sus filiales de telecomunicaciones. Es aquí donde aparece el negocio de Telxius, una de las filiales de Telefónica, con amplia expansión internacional.

Amancio Ortega empezó a negociar con Telefónica a principios de 2022

Las negociaciones entre Amancio Ortega y Telefónica para fusionar sus telecomunicaciones internacionales comenzaron a principios de 2022. Ya en el mes de febrero, la teleco de José María Álvarez-Pallete y Pontegadea, el vehículo inversor del fundador de Inditex, ratificaban una primera alianza en la que apostaban por los cables submarinos como activos para desplegar los servicios de telecomunicaciones, especialmente importantes tras el impacto de la pandemia de coronavirus a nivel mundial y de cara a la expansión de la nueva era digital.

Las compañías se comprometieron en ese momento a aumentar su participación en Telxius Telecom, comprando un 40% del capital, un porcentaje que hasta ese momento estaba en manos del fondo de inversión internacional KKR. Con esta operación, Telefónica aumentaba su participación hasta el 70% de Telxius mientras que Pontegadea, el vehículo inversor de Ortega, la aumentaba hasta el 30%. Una adquisición que se formalizó por un importe estimado de 215,7 millones de euros.

Telxius Telecom cuenta, a día de hoy, con una de las redes de cable más grandes y con mayor potencial del mundo. Se trata de una red internacional de cables submarinos de fibra óptica de gran capacidad, que alcanza una extensión de 94.000 kilómetros entre los que destacan sistemas de nueva generación como Marea, Brusa y Mistral, así como SAm-1, el sistema que conecta desde el año 2000 Estados Unidos y América Latina. A través de su red IP Tier 1, Telxius proporciona conectividad directa a internet con una cobertura de 93 puntos de presencia y 27 estaciones de amarre en 23 países. Además, cuenta con una extensa oferta de servicios de capacidad, colocación y seguridad a nivel mundial.

El ecosistema global de infraestructuras de red e instalaciones de vanguardia de Telxius cubre las necesidades de numerosos clientes empresariales y organizaciones, que precisan de altas capacidades y baja latencia para el desarrollo de su actividad, incluyendo a los grandes Hyperscalers. Las redes de cable han demostrado ser críticas en su respuesta ante entornos desafiantes, como ha ocurrido durante la pandemia, y serán igualmente decisivas para el desarrollo del metaverso, la web3 y la nueva era digital.

Cualquier operación necesita el visto bueno regulatorio y de competencia

Apenas un año después, a principios de 2023, Telefónica y Pontegadea cerraban el acuerdo para hacerse con Telxius como empresa clave en el despliegue de las telecomunicaciones por debajo del mar. En ese momento se convertían en dueños del 100% de la filial de la teleco de Pallete tras haber recibido las aprobaciones regulatorias y de competencia habituales en este tipo de operaciones y que ahora, también necesita Saudi Telecom Company (STC) para hacerse con el 9,9% de Telefónica.

Para hacerse con el control de Telxius, Telefónica y Pontegadea han efectuado la operación a través de Pontel, filial de Telefónica participada al 83,35% por la teleco y al 16,65% por Pontegadea Inversiones. Con este movimiento, Pontel -y por ende Telefónica y Pontegadea- pasaban a ser socios únicos de la empresa de infraestructuras de telecomunicaciones en los términos señalados en el anuncio de la operación a principios de 2022.

Amancio Ortega mantiene así una estrategia de inversión en España poco invasiva, sin fuertes compras de capital o movimientos bursátiles, sino que materializa su apuesta en el resto de cotizadas del Ibex 35 a través de fusiones o acuerdos, en aras de alcanzar simbiosis. Es el caso de su unión con Repsol, otra de las grandes cotizadas del selectivo, para desplegar energía renovable por todo el territorio nacional. Todo ello a través de acuerdos de financiación materializados entre la multienergética y Pontegadea que, previsiblemente, se mantendrán en el tiempo.