Bruselas ha parado el reloj -literalmente- de la fusión entre Iberia y Air Europa. La Comisión Europea ha comunicado este lunes que ha pausado su análisis de la operación de compra de Air Europa, del grupo Globalia, por parte de Iberia, del grupo internacional IAG. Europa ha utilizado literalmente el instrumento "stop the clock", en su traducción literal al castellano como “parar el reloj”.

Un instrumento “habitual” en este tipo de operaciones que no tendría nada que ver con que, tanto Air Europa como Iberia, hayan aparecido en los contratos e investigaciones del caso Koldo en los últimos días. O al menos eso aseguran fuentes del sector conocedoras de la operación. No obstante, la paralización -o pausa- del análisis de la autoridad europea para la unión de estas dos aerolíneas coincide en el tiempo con la investigación del papel que podrían haber jugado ambas dos compañías en el traslado de mascarillas desde China durante la pandemia de coronavirus, con contratos con Sociedad de Gestión y Apoyo de Empresas SL, la empresa liderada por Koldo García, exasesor de José Luis Ábalos, anterior ministro de Fomento y gran protagonista del caso que lleva su nombre.

Mientras que Air Europa ha aparecido en varios medios de comunicación por su supuesta relación con el caso Koldo en la última semana, Iberia lo ha hecho en los últimos días, respondiendo a ello con un comunicado oficial en el que asegura haber actuado con legalidad en el envío de material sanitario, entre ellas mascarillas, durante la crisis del coronavirus. Iberia ha reconocido en un comunicado remitido este domingo que Hacienda le pidió información sobre los contratos firmados por Sociedad de Gestión, la empresa de Koldo García, en junio de 2022. Información que fue trasladada con “total transparencia” y que, desde entonces, no ha vuelto a solicitar ningún detalle más sobre el precio de los vuelos contratados con la empresa ahora protagonista del caso Koldo.

Intentos de fusión desde 2019

Apenas horas después del comunicado oficial de Iberia, y de conocerse nuevas informaciones sobre la supuesta relación de Air Europa con la compañía, publicada en varios medios de comunicación nacionales, la Comisión Europa ha anunciado este mismo lunes la “parada del reloj” en el proceso de negociaciones para la fusión de Iberia y Air Europa, abierta desde su primer intento en noviembre de 2019. Y es que el “stop the clock” de Bruselas se usa habitualmente para poder recabar información adicional en un proceso como este sin llegar a consumir el tiempo reglamentado. Según las fuentes conocedoras de la operación, se trata en todo momento de información relativa al negocio de ambas aerolíneas y del papel que jugaría la empresa resultante de la fusión de ambas en rutas y número de vuelos para evitar prácticas anticompetencia. Algo así como los famosos remedies -concesiones en castellano- de la unión entre Orange y MásMóvil en el sector telco, aprobada por la Comisión Europa hace apenas dos semanas.

Por parte de Iberia, su matriz IAG se ha comprometido ya a trabajar con la Comisión Europea para facilitar “lo antes posible” todos los datos solicitados que estén en su poder. Todo ello para avanzar en la fusión entre las dos aerolíneas, ambas propiedad de grandes conglomerados aéreos. Y es que el deseo de IAG es que la Comisión Europea autorice “con todas las garantías” la compra de la aerolínea, una operación que permitirá aunar la fuerza de Iberia y Air Europa en España. La unión de ambas aerolíneas en el cielo español llevará consigo importantes beneficios para los viajeros y usuarios del transporte aéreo, para el hub de Madrid-Barajas y para la competitividad de la economía española en general.

Las negociaciones por la fusión entre Iberia y Air Europa están en marcha desde hace años, con la fecha final de plazo marcada para el próximo 7 de junio en el segundo intento de compra de la aerolínea. A día de hoy, la operación ha entrado ya en la “segunda fase”, con la Dirección General de la Competencia de la Unión Europea investigando a fondo la unión de ambas aerolíneas en España. La unión de Iberia y Air Europa viene de lejos en el mercado ya que el primer intento se efectuó en noviembre de 2019 a un precio de 1.000 millones de euros. Un acuerdo que, un año después -y en medio de la pandemia- en noviembre de 2020, se redujo a la mitad de precio, valorando la transición en alrededor de 400 millones. Una rebaja justificada precisamente por la irrupción de la pandemia, el menor número de vuelos y, por tanto, la caída de negocio para ambas aerolíneas. Finalmente, un año después, las compañías acordaban el precio del traspaso en 500 millones de eurosa la espera de recibir el visto bueno definitivo de Bruselas.