Economistas Sin Fronteras propone en su último dossier un panorama distinto al que va construyéndose como hegemónico en relación a la Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Con el título de Agenda 2030: gatopardismo o transformaciones, Economistas recomienda en este informe considerar la Agenda, aprobada en la Asamblea General de Naciones Unidas hace cuatro años, más como un territorio para la disputa política y del pensamiento que como un plan de acción plagado de soluciones para los principales desafíos del tiempo que vivimos.

En este sentido, Kate Raworth, de la Universidad de Oxford, realiza en sus páginas un interesante acercamiento al gráfico de la economía rosquilla que, subraya, proporciona claves fundamentales para construir un nuevo pensamiento y nuevas prácticas económicas, menos esclavas de la monetización, que incorporen otros capitales humanos y sociales y se enfoquen en la redistribución.

A renglón seguido, Fernando Prats  y Jorge Ozcáriz, del Foro Transiciones Fundación Renovables y director de COMAV Foro Transiciones respectivamente,  sugieren un nuevo enfoque de lo territorial que asuma una nueva relación entre todos los tipos de vidas existentes que conforman los ecosistemas que soportan toda actividad. 

Por su parte, Pedro Ramiro Erika González, reflexionan y exponen el marco jurídico internacional que en la actualidad privilegia dimensiones del capital y la propiedad privada sobre el marco internacional de los derechos humanos. Mostrando los mecanismos con los que dicho marco jurídico constituye una de las principales dificultades para hacer efectivas formas de justicia global coherentes con los derechos humanos.

De enorme interés también es el artículo de Kate Donald, del Center for Economic and Social Rights (CESR), con sede en Nueva York, puesto que nos relaciona la política fiscal y los mecanismos de tributación con la perspectiva de género.

En el ámbito de las relaciones internacionales y la cooperación, Ignacio Martínezabunda en los límites del sistema internacional de cooperación que están impidiendo su necesaria redefinición ante el nuevo contexto global.

El dossier finaliza, como es habitual, con una lectura recomendada. En este caso, acudimos a la disciplina de la filosofía de una de las autoras más reconocidas en los últimos años. El breve ensayo Nueva ilustración radical, de Marina Garcés, nos ofrece un valiente y ambicioso punto de partida para repensar de manera radical nuestro mundo. Asumiendo que vivimos un tiempo de descuento, una condición póstuma marcada por la insostenibilidad de la experiencia humana de progreso, la filósofa nos propone recuperar el más genuino aparato crítico de la ilustración para releer el presente y, con ello, actualizar las posibilidades de emancipación.