La brecha salarial existe, es un hecho que los hombres obtengan mejores salarios que las mujeres. Sin embargo, esta diferencia es ostensiblemente mayor cuando se habla del colectivo de mujeres que sufren discapacidad, las cuales, viven una doble discriminación por el hecho de ser mujer y por padecer una situación de discapacidad.

De acuerdo con el último estudio realizado por ClosinGap y Grupo Social Once, una mayor inclusión en el mercado laboral de las mujeres de dicho colectivo podría suponer un incremento de 7.300 millones de euros en el PIB español.

Además, dicho colectivo experimenta también una preocupante tasa de contratos temporales, la marcada temporalidad, así como el difícil acceso al mercado de trabajo para las mujeres con discapacidad supone un coste de oportunidad para el PIB español de casi 1.000 millones de euros anuales. Cifra que podría incrementarse hasta en 700 millones de euros si desapareciera la brecha salarial entre hombres y mujeres y suponer un impacto de 3.400 millones si se igualaran los salarios de las personas con discapacidad con el de los hombres sin ella (colectivo que registra los salarios más elevados).

De acuerdo con el estudio, si se eliminaran las desigualdades existentes que actualmente impiden que las personas con discapacidad, en concreto las mujeres, participen más y con más calidad en el mercado laboral, la economía española podría generar hasta 9.000 millones de euros más al año.

La discapacidad y el complicado acceso al empleo

Las mayores brechas se dan en el porcentaje de acceso al mercado de trabajo. Así pues, de acuerdo con el INE, los hombres sin discapacidad (HSD) contarían con una tasa de inserción en el mercado de trabajo de un 83,3% frente a la que presentan las mujeres sin discapacidad, un 72,1%. Claro ejemplo de la brecha de género.

Sin embargo, la diferencia es mayor si se observan a hombres y mujeres que presentan una discapacidad. Así con todo, los hombres con esta condición cuentan con una tasa de inserción del 34,3% y, las mujeres con un 33,3%; el colectivo más castigado.

De acuerdo con los datos, la dificultad de acceso al mercado de trabajo viene más marcada por el hecho de tener una discapacidad que por el hecho de ser mujer. Si bien es cierto que la diferencia entre hombres y mujeres sin discapacidad resulta notable; en el caso del colectivo que la tiene, la diferencia entre hombres y mujeres es prácticamente testimonial. Sin embargo, la diferencia entre el colectivo con discapacidad y los que no la tienen resulta abismal. Los hombres que pertenecen a este colectivo tienen un 48,7% menos probabilidad de entrar en el mercado laboral. Por su parte, las mujeres con discapacidad tienen un 38,8% menos que las mujeres fuera del colectivo.

Diferencias en el mercado de trabajo

Una vez dentro del mercado laboral, el estudio analiza las condiciones laborales atendiendo a diversos factores como la duración del contrato (indefinido o temporal) y la de la jornada laboral (completa o parcial).

En este caso, la brecha de género resulta más llamativa que en el caso anterior, ya que se observa que las mujeres en ambos colectivos cuentan con más frecuencia con contratos menos estables y se puede afirmar que las desigualdades vienen explicadas por el género. Son de esta forma las mujeres con discapacidad las más castigadas en este sentido, al contar con mayor parcialidad (23,4%) y mayor temporalidad (29,6%)

Estos datos demuestran que la brecha salarial está fuertemente influida por el género más que por el hecho de padecer una discapacidad. No obstante, las mujeres con discapacidad continúan siendo el colectivo peor remunerado con un salario medio de 15.014 euros anuales en contrato temporal y de 18.980 euros al año en contrato indefinido.

En cuestión de salarios, la brecha salarial del colectivo con discapacidad se asemeja mucho al del resto de personas. Si las mujeres con discapacidad percibieran el mismo salario que los hombres con discapacidad, esto supondría una ganancia bruta anual adicional de casi 690 millones de euros, equivalente al 0,1% del PIB.

Tal y como arroja el estudio, si se igualara la ganancia de los hombres y mujeres con discapacidad a la de los hombres sin discapacidad (que es la ganancia media más alta de todos los grupos), el impacto económico adicional superaría los 3.400 millones de euros, equivalente al 0,3% del PIB. Y, finalmente, si todos los colectivos igualasen su ganancia anual a la de los hombres sin discapacidad, el impacto potencial de cerrar la brecha salarial por discapacidad y por género se situaría en 54.400 millones de euros al año, el 4,4% del PIB de 2019.