La crisis de precios del mercado de la vivienda está dejando imágenes bochornosas como la sucedida este lunes en Getafe, donde una anciana de 80 años fue desahuciada junto con su hija del piso en el que vivía desde hacía 76 años tras venderse este a una empresa inmobiliaria. La especulación se está llevando por delante a muchas familias y, este martes, el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha hecho públicas las estadísticas detalladas de las ejecuciones que responden al impago de las hipotecas.
La media de desahucios diarios que afectan a personas físicas ha ascendido a 30, sumando un total de 2.727 entre abril y junio. Poniendo el foco exclusivamente en los inmuebles que funcionaban como vivienda habitual, la cifra se reduce hasta los 2.247 y los 25 diarios. Pese a la elevada e intolerable cifra, más cuando se supone que los desahucios hipotecarios que afectan a familias vulnerables están suspendidos (la trampa está en la consideración de la vulnerabilidad), las cifras han bajado con respecto al mismo trimestre de 2023 y los tres primeros meses del año.
Las certificaciones hipotecarias que afectan a personas fijas se han reducido un 17,1% en comparación con el pasado curso y un 3,7% atendiendo al periodo enero-marzo de 2024. Poniendo el foco en las viviendas habituales, la reducción interanual asciende hasta el 17,5% y la intermensual al 6,2%. En el apartado de otras viviendas el descenso comparativo con 2023 es del 15,4% y se experimenta la única subida en el subgrupo de las personas físicas en la diferencia con el trimestre anterior, con un crecimiento del 9,9%.
La evolución de las ejecuciones del total de fincas, por el contrario, ha sido positivas. Así, con un total de 5.534, se ha experimentado un incremento del 2,5% trimestral y del 3,3% anual. Esta tendencia se mantiene poniendo el foco en las urbanas, cuyas ejecuciones han avanzado un 4,6% trimestral y un 2,1% anual hasta alcanzar las 5.177. Estos incrementos responden, principalmente, al aumento de las ejecuciones entre las fincas consideradas “otras urbanas” (locales, garajes, oficinas, trasteros, naves, edificios destinados a viviendas, otros edificios y aprovechamientos urbanísticos).
Las ejecuciones de este tipo de fincas han crecido un 20,8% mensual y un 50,2% anual, hasta alcanzar un total de 1.849. Los solares (103) han sufrido una leve subida trimestral (1%) y una fuerte caída interanual (-18,3%), situación contraria a la experimentada por las fincas rústicas (357 ejecuciones), cuyo total se ha elevado en un 26,1% anual, pero se ha reducido un 20,7% en comparación con el trimestre precedente.
Desgranados todos los datos, las ejecuciones hipotecarias sobre viviendas concentraron el 58,3% del total, un 40,6% atendiendo solo a las habituales. Asimismo, El 7,6% de las ejecuciones hipotecarias en el segundo trimestre fueron sobre viviendas nuevas y el 92,4% sobre usadas. El número de ejecuciones hipotecarias sobre viviendas nuevas disminuyó un 14,1% en tasa anual y el de usadas un 13,1%.
Diferencias por comunidades autónomas
La afectación de las ejecuciones hipotecarias presenta notables diferencias entre los territorios, principalmente por las distintas realidades poblacionales, pero también por los niveles de renta. Así, las comunidades autónomas (CCAA) con mayor número de certificaciones por ejecuciones hipotecarias sobre el total de fincas este trimestre fueron Cataluña (958), Andalucía (990) y Comunidad de Madrid (881). Por su parte, La Rioja (12), Comunidad Foral de Navarra (36) y Extremadura (61) registran el menor número.
No obstante, atendiendo solo a las viviendas, fueron Andalucía (695), Cataluña (690), y Comunidad Valenciana (541) las que presentaron el mayor número de ejecuciones. Los menores se dieron en La Rioja (10), Comunidad Foral de Navarra (12) y Extremadura (31). Las posiciones se invierten en la afectación a personas físicas, pasando Cataluña a la primera posición (639), por delante de Andalucía (629) y Comunidad Valenciana (467). Por abajo, las posiciones se mantienen inalteradas y con unos valores muy similares.