Los cortes de luz se han convertido en la tónica general de este inicio del primer trimestre de 2021, en el que ya hemos sufrido la sacudida de la borrasca Filomena. La ola de frío, nieve y lluvia ha causado estragos en algunos puntos de nuestro país, entre ellos la capital, y ha cuestionado la capacidad del sistema de suministro eléctrico estatal azotado por las fuertes rachas de viento.

La alta demanda de electricidad en los hogares españoles, desde donde muchos ciudadanos permanecen teletrabajando durante esta tercera oleada -una de las más agresivas- de la pandemia, ha provocado la saturación del sistema eléctrico y que se hayan producido cortes de luz reiteradamente especialmente en ciudades como Madrid y Toledo. De hecho hasta la fecha de hoy sigue habiendo problemas respecto al suministro. Esos micro cortes de luz que sin explicación alguna sorprenden a los tele trabajadores en mitad de una reunión telemática.

No obstante, una de las zonas más conflictivas en este inicio de año tiene su localización en La Cañada Real. Un problema mucho más complejo y de mayor calado político que llevó a la portavoz del Grupo Municipal Mas Madrid, Rita Maestre, junto a varios compañeros a reivindicar en el pleno del Ayuntamiento la falta de suministro eléctrico en la Cañada Real Galiana.

Otros municipios de la Comunidad de Madrid, como el de Algete también han denunciado los constantes “cortes y microcortes” en el suministro eléctrico y desde el Ayuntamiento se “exige el fin” de estas “históricas deficiencias”, especialmente en plena pandemia.

Deficiencias energéticas que no atajan los políticos, ya que eso supondría dar un tirón de orejas a las eléctricas y cerrar con ello el acceso a las famosas ‘puertas giratorias’. No obstante, no olvidemos que en el año 2016 el Parlamento Europeo solicitó que se investigara la posible correlación entre una presencia elevada de políticos y exministros en los consejos de administración de las empresas energéticas y las prácticas de los oligopolios del sector en algunos Estados miembros”. En el 2019, el Consejo de Europa dio un especial toque de atención a España recomendando mejorar su marco legal, pero, poco o nada ha cambiado la situación desde entonces.

Precisamente, la ausencia de soluciones mantiene a los usuarios crispados, especialmente en las redes sociales. Algunas empresas como Enel-Codensa admiten a través de sus perfiles de Twitter estas fallas sectorializadas a las que pretenden dar solución día a día aunque siguen sin dar a conocer los detalles de los fallos en el sistema eléctrico. No obstante, según detalla un informe publicado por La Asociación para la Transición Energética “los datos documentados recopilados por las diferentes administraciones públicas, 75 municipios peninsulares de cinco comunidades autónomas -Andalucía, Aragón, Castilla-La Mancha, Cataluña y Madrid- sufren problemas de suministro.  Su red de distribución es titularidad, en su gran mayoría, de Endesa.”.  

De hecho, según concluye la asociación, “tenemos por un lado a una empresa que hace dejación de funciones, llevándose los recursos a Italia [Endesa es propiedad en un 70 por ciento de la italiana Enel]. Y, por otro lado, a la Generalitat de Catalunya que se pone de perfil en materia de supervisión, inspección y sanción a la empresa, por sus negligencias y los problemas que causa en la población”. Esos parecen ser los principales problemas que sobrevuelan la piel de toro en materia de electricidad.

Los precios

Precisamente la alta demanda también ha afectado de forma considerable a los precios del suministro eléctrico. España ha pasado en cuestión de días de tener el precio de luz más caro de toda Europa (94,99 €/MWh.) al más barato (27,5 €/MWh.). De esta fluctuación se verán beneficiados, sobre todo, los 11 millones de consumidores de la tarifa PVPC, es decir, la tarifa regulada.

Mientras tanto en Europa

El pasado 8 de enero, la Unión Europea estuvo a punto de vivir una de las mayores crisis energéticas de su historia. Un gran apagón continental. Según ENTSO-e, los operadores de la red eléctrica europea detectaron una división debida a varios cortes de transmisión que se produjeron en breves periodos de tiempo. La diferencia de hercios entre la parte norte y sur del continente estuvo a punto de tumbar el sistema. Gracias a la coordinación de los operadores con los GRT, se pudieron conectar de nuevo las los áreas. Sin embargo, no es la primera vez que esto ocurre en el continente, ya que el 4 de noviembre de 2006 se produjo una separación del área síncrona con una perturbación e impactos mucho mayores en los clientes.

En todo momento la entidad mantuvo informados a los miembros de la Comisión Europea y al Grupo de Coordinación de Electricidad compuesto por representantes de los Estados miembros. En conjunto se ha abierto una investigación que presentará los resultados de la investigación al Grupo de Coordinación de Electricidad, que los publicará posteriormente una vez finalizado el análisis.