La factura de la luz está en máximos históricos. Pero la organización FACUA recuerda que “el ciudadano tiene en sus manos la posibilidad de ahorrar energía en su vida diaria”, pues “los actos que realiza en su hogar, en sus compras, en su trabajo, influyen en su gasto energético”. Son varios los meses en los que los precios de la luz están alcanzando picos máximos, con precios que ya superan los 200 euros, de ahí la importancia en minimizar el consumo y no desperdiciar la luz.

FACUA recuerda que el acceso a suministros energéticos como la electricidad o el gas “tiene carácter esencial en el ámbito doméstico para el bienestar de las personas”. Asimismo, “no solo asegura un nivel básico de confort, sino que garantiza un desarrollo vital mínimo ligado a acciones tan elementales como la conservación de alimentos, la cocina, la iluminación, la climatización o la disposición de agua caliente sanitaria”.

Pero la reducción de consumo energético es una vía para reducir la factura de la luz. Además, de mejorar los servicios que proporciona la energía (luz, calor, movimiento...), y “reducir las emisiones contaminantes de CO2 (dióxido de carbono) a la atmósfera, y por tanto detener el calentamiento global del planeta y el cambio climático”.

Factor importante para ahorrar en la factura de la luz

Para FACUA, el factor más importante a la hora de ahorrar en la factura de la luz es “contar con bombillas LED”, dejando atrás las halógenas e incandescentes. “Podrás ahorrar entre el 80 y 90% del consumo eléctrico en iluminación. Además, la vida útil de los LED es muy superior (30 veces más que las incandescentes y 15 veces más que las halógenas), y su encendido es automático”.

Por otro lado, destaca como aconsejable “aprovechar la luz solar natural tanto para la iluminación de toda la casa, como para mantenerla a buena temperatura en invierno”.

Además, “la utilización de colores claros en las paredes aporta mayor iluminación de visual y sensorial en tu hogar”.

Algunos aparatos “como los sensores de movimiento, o los reguladores de potencia, te permitirán ahorrar luz, ya que solo se encenderán cuando estés en la habitación y con la potencia que desees”.

Y, por supuesto, no hay que olvidar “apagar siempre la luz” al salir de una habitación.

Elección de electrodomésticos

FACUA afirma que “algunos electrodomésticos de casa consumen más energía que otros y hacen que las facturas aumenten significativamente”.

Ya sea en verano o en invierno, “los ventiladores pueden ser un gran aliado, ya que consumen menos energía que la calefacción o el aire acondicionado. Los ventiladores pueden usarse en invierno si vienen preparados con la opción de posición “invierno”. Con esta opción las palas invierten su sentido y desplazan el aire caliente, que tiende a subir, por toda la habitación”.

Además, “si priorizas el uso del microondas frente al horno, estarás reduciendo hasta en un 70% tu gasto energía”.

Por último, una alternativa a los cargadores comunes de móviles o portátiles son los cargadores solares. Estos recargan las baterías con coste cero energético. Lo único que debes tener en cuenta es que, si se quedan enchufados, continuarán consumiendo energía.

Por otro lado, FACUA afirma que “tanto la elección de nuestros electrodomésticos como la manera de utilizarlos resulta de gran importancia a la hora de ahorrar energía en casa”.

Al adquirir un electrodoméstico, hay que tener en cuenta su clase. Así, “si, por ejemplo, compramos un frigorífico o lavadora hay que tener en cuenta que sea de clase A o superior, ya que consumen entorno a un 70% menos que un modelo de clase media”.

Para utilizar el aire acondicionado o la calefacción en casa, “es conveniente conocer que las temperaturas ideales para verano son entre 24º y 26º, y entre 19º y 21º en invierno. Subir un grado en invierno o bajarlo en verano puede aumentar el consumo de luz en torno a un 7%”.

A la hora de usar el horno, es bueno saber que “al abrir la puerta este pierde entre 25 y 50 grados, produciendo un nuevo gasto de energía para recuperar la temperatura”.

Para utilizar la plancha, FACUA recomienda “acumular ropa para plancharla de una sola vez”. Esto se debe a que “el mayor consumo energético de este electrodoméstico tiene lugar desde que se enchufa hasta que alcanza la temperatura elegida”.

Ahorra con el frigorífico

FACUA recuerda que “desde su invención en 1879 por el alemán Karl Von Linde, el frigorífico se ha convertido en el electrodoméstico indispensable de cualquier hogar, pero también en uno de los más utilizados”.

Uno de los principales factores que contribuyen al ahorro de energía “tiene que ver con la localización de tu nevera. Cuida bien dónde vas a instalarla, ya que debe mantenerse lejos de fuentes de calor y contar con el espacio adecuado para no sobrecalentarse. Esto ayudará a que consuma menos energía para mantenerse fría”.

Por otro lado, “al abrir el frigorífico para coger o guardar cualquier alimento, debemos hacerlo de manera que el frigorífico se cierre lo más rápido posible, con intención de que no pierda temperatura y así no gaste más energía para intentar recuperar el frío”.

De igual forma, “es de gran importancia mantener el frigorífico con la temperatura adecuada, tanto para la nevera, como para el congelador, ya que si lo configuramos para que enfríe en exceso estaremos gastando mucha más energía”.

Por último, “hay que tener en cuenta que el frigorífico consume más energía si se encuentra vacío, ya que cuesta más enfriar el aire que los alimentos. Por ello, es aconsejable mantener la nevera con un mínimo de alimentos para no gastar más energía de la necesaria”.

No te olvides del standby

Standby, consumo fantasma o derroche silencioso es el estado en el que se encuentra cualquier electrodoméstico que, estando apagado, se mantiene conectado a la red eléctrica y continúa consumiendo energía.

El derroche fantasma tiene lugar cuando mantenemos electrodomésticos conectados a la red eléctrica a pesar de no utilizarlos. Esto puede identificarse gracias al piloto en rojo de algunos aparatos como la TV, o por el transformador interno: por ejemplo, si dejamos el cargador conectado en el móvil o en el portátil, aunque los hayamos apagado, siguen manteniéndose calientes porque continúan consumiendo energía.

Para evitar mantener tus equipos electrónicos en ese consumo fantasma, que sólo sirve para aumentar el importe de tu factura eléctrica, puedes usar regletas con un interruptor. Así, cuando apagues la regleta estarás cortando el suministro eléctrico a todo dispositivo electrónico que mantengas enchufado.

Recuerda que dejar los aparatos eléctricos con la función modo de espera o stand by supone 1 de cada 10 euros del consumo eléctrico en el hogar.

Con las manos en la masa

La cocina es una de las estancias más utilizadas del hogar, pero también es uno de los rincones que más electricidad consume. El horno, frigorífico, la cocina de inducción, la lavadora o el lavavajillas son solo algunos de los electrodomésticos que utilizamos casi de forma diaria.

Tanto si te apasiona cocinar, como si lo haces por necesidad, debes saber que una forma muy sencilla y práctica de ahorrar energía es envasando y congelando alimentos. Sí, si cocinas de más, puedes envasar y congelar aquello que te sobre, consiguiendo alargar la vida de tus alimentos y aprovechando al máximo el encendido de los fuegos.

Utiliza el calor residual de tu cocina eléctrica para terminar de cocinar tus platos. Si apagas el fuego entre dos y cinco minutos antes de terminar de elaborarlo, podrás acabarlo de cocinar con el calor residual.

Procura utilizar sartenes y cacerolas adecuadas al tamaño indicado en la zona de fuegos de tu placa, ya que con esto evitarás desperdiciar el calor.

Por último, ten en cuenta que si utilizas ollas exprés o cocinas al vapor, reducirás el consumo de energía y también comerás más sano.

Consejos para ahorrar en calefacción

La llegada del invierno provoca un importante incremento del consumo eléctrico en los hogares, derivado del uso de la estufa o la calefacción. Sin embargo, con estas recomendaciones podrás reducir el uso de este tipo de dispositivos y el importe de tus facturas:

Aisla bien las ventanas y puertas para mantener la vivienda a una buena temperatura y no entre aire frío de la calle. Utiliza burletes y notarás como tu casa mantiene mejor el calor.

Otra medida para ahorrar en calefacción es la de abrigarnos bien en casa. Deja atrás la manga corta y utiliza ropa más cubriente. Con esta acción podrás bajar la calefacción a la temperatura adecuada de 21º, ahorrando con ello hasta un 20% en la factura de la luz.

Además, las cortinas o alfombras también nos pueden ayudar a mantener una temperatura adecuada en el hogar. Si usas cortinas y alfombras oscuras, absoberán mejor la radiación solar, aportando mayor calidez a la vivienda.