En la jornada del lunes un documento no oficial ha circulado por los entramados de Bruselas y este martes será debatido. El non paper, procedente de la presidencia del organismo, contempla una serie de orientaciones que buscan identificar las ventajas de la excepción ibérica que pueden ser delicadas de cara a su aplicación a nivel europeo y adaptar el mecanismo para su extensión. Según los estudios de la Comisión Europea plasmados en el documento, la asunción la solución ibérica acarrearía un beneficio neto de 13.000 millones de euros.

Esta cantidad sustanciosa se recaudaría a pesar de que la intención de la institución presidida por Ursula von der Leyen es implantar un mecanismo más liviano. Teniendo en cuenta la diversidad presente dentro de la Unión, el tope al precio del gas de cara a la generación de electricidad propuesto por la Comisión Europea es menos ambicioso que el hispanoportugués. Concretamente, duplica el techo y plantea un tope de entre 100 y 120 euros/MWh, lejos de los 60 euros/MWh hora establecidos en España.

"Sumar este mecanismo por encima del tope inframarginal produciría así un beneficio neto de aproximadamente 13.000 millones de euros sobre los 70.000 millones del tope inframarginal", apunta el documento de trabajo que el Ejecutivo comunitario ha circulado entre las capitales en el marco de las negociaciones para intervenir el mercado energético. Además, se contempla también que los beneficios netos obtenidos tendrían un "efecto beneficioso sobre la inflación", si bien advierte de que uno de los riesgos asociados a la medida es el previsible aumento del consumo del gas.

España ve el techo muy elevado y niega el aumento del consumo

Teresa Ribera, vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, acude este martes al Consejo de Transporte, Telecomunicaciones y Energía donde los ministros de Energía de los Veintisiete debatirán sobre las líneas marcadas por el Consejo y la Comisión europeos. Antes de su entrada, Ribera se ha mostrado su disconformidad con establecer un tope tan elevado. “La comisión propone un tope del precio del gas más alto que el del mecanismo ibérico, que nosotros no creemos que esa sea la solución”, ha lamentado.

Sin embargo, la ministra sí ha celebrado que el propio documento no oficial que ha circulado reconoce que “la propuesta más eficaz es la de España y Portugal de hacer una doble subasta en dos tiempos para que los importadores de terceros países paguen el precio original y ese mecanismo de reducción de precios medios solo aplique aquellos que estén dentro de él”, buscando así combatir que Estados sin la excepción pudiesen beneficiarse de su aplicación en terceros países.

Sobre las acusaciones que señalan que la implantación de un mecanismo de desacople del precio del gas podría aumentar el consumo de este, la secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, se ha pronunciado para desmentir que ambas circunstancias estén relacionadas. “El consumo no aumenta por el tope al precio del gas. Los problemas de Francia y la sequía son las causas que han motivado un aumento de consumo de gas, no el mecanismo ibérico, que lo que evita es el efecto contagio del gas en el mercado mayorista”, ha sentenciado