Para el BBVA es más fácil cambiar los logotipos en un millar de sus oficinas de todo el mundo en poco más de un mes, que aclarar si su expresidente, Francisco González (FG) encargó al excomisario Villarejo espiar a un Gobierno democrático con dinero del banco. Hace un año que el propio FG dijo haber encargado una investigación interna sobre el asunto, de la que nada se supo más allá del anuncio. Investigación que ahora continúa, pero con cambio de nombre (el BBVA la denomina forensic) y que ahora que llevan a cabo los bufetes Garrigues, Uría & Menéndez y PwC. Sea cual sea la denominación de las pesquisas o la procedencia de los encargados de llevarla a cabo, ésta no ha ofrecido ningún resultado aún. Y el banco mantiene absoluta opacidad acerca de ella, pese a que insiste en que colabora activamente con la justicia -el caso está judicializado- y con los reguladores, aunque los jueces callen y el Banco Central Europeo (BCE) haya pedido públicamente que la investigación vaya avanzando en sus conclusiones y que éstas se hagan públicas. 

Esta combinación de inmovilismo y opacidad ha pasado factura a la reputación del antiguo banco público y a la del sector bancario español en general. El ranking de reputación corporativa de empresas en España muestra cómo la marca BBVA cae del cuarto al décimo puesto y ocupa ahora su lugar el eterno competidor: Santander. 

Los esfuerzos del sucesor designado por FG, Carlos Torres Vila, han estado más orientados a loar a su mentor o a desviar la atención a otras iniciativas de la entidad, antes que a resolver el problema del elefante en la sala. Mientras se repite que la investigación "va para largo" y hasta se niega a los accionistas la información de cuánto está costando al banco, se publicitan iniciativas tales como hablar de ayudas a emprendedores inferiores a los honorarios percibidos por por Villarejo o retocar la tipografía del logotipo

El proceso de cambio de marca y logo, ha informado hoy BBVA, se extenderá durante los próximos seis a doce meses y en él han sido involucrados los empleados y clientes, a través de más de 4.800 entrevistas la fase de desarrollo. El responsable global de marketing de BBVA, Rob Brown, ha reconocido que logísticamente es una tarea "enorme" pero que "merece la pena". "Independientemente del país, BBVA ahora se ve, se siente y suena igual. Eso es muy importante, porque nuestro compromiso es ofrecer los mismos productos y servicios globales a todos nuestros clientes, independientemente de su procedencia", ha indicado.

Mientras tanto, en un año de investigaciones, de forensics y de contratación de abogados y de consultoras, Carlos Torres Vila es incapaz de explicar si FG contrató a Villarejo para realizar escuchas ilegales y sabotear un supuesto asalto a la presidencia del banco por parte de Sacyr.