El pasado miércoles trascendió que el BBVA, con el conocimiento y beneplácito del entonces presidente Francisco González, contrató los servicios del comisario retirado José Manuel Villarejo en el año 2004 con el objetivo de obtener información y frustrar el asalto de Sacyr a la entidad. El fin era que el Banco de España no apoyara la maniobra. Y este jueves se han desvelado más detalles de la operación. Según publica Moncloa.com, Villarejo pinchó casi 15.000 llamadas a miembros del Gobierno de Zapatero, empresarios, financieros y periodistas.

La estrategia del comisario pasaba por obtener información y divulgarla por diferentes medios de comunicación con el objetivo de desprestigiar la maniobra de la constructora (tomar las riendas del BBVA). En concreto, Villarejo se centró en investigar el denominado Grupo Hostil (GH), conformado por los promotores del asalto: el entonces presidente de la constructora, Luis del Rivero; su accionista y consejero Juan Abelló;  el jefe de la Oficina Económica de José Luis Rodríguez ZapateroMiguel Sebastián; el exvicepresidente del Gobierno y en aquel momento director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Rodrigo Rato; Ignacio López del Hierro, marido de la exsecretaria general del Partido Popular, María Dolores de Cospedal; y Carlos Arenillas, vicepresidente en esas fechas de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Villarejo intervino teléfonos, espió, escudriñó la vida privada de los personajes antes citados, sus costumbres sexuales, si consumían o no drogas y alcohol… Cualquier cosa valía.

Francisco González (FG), amigo del expresidente del Gobierno José María Aznar, quien le puso al frente de la entidad -de la que sigue siendo presidente de honor-, estaba al corriente del encargo a Villarejo y del progreso del mismo. Y precisamente uno de los detalles de esa operación son las 7.121 llamadas de teléfonos que ya tenían identificados, como por ejemplo el de Miguel Sebastián.

El montante total de teléfonos espiados por Villarejo ascendió a 3.925 entre fijos y móviles. Asimismo, según Moncloa.com, el comisario puso a disposición de los responsables del banco el contenido de 750 llamadas.

Según el citado medio, algunos de los implicados comenzaron a sentirse espiados y vigilados y tomaron precauciones tales como comunicarse a través de otras empresas de mensajería.

Para los trabajos, Villarejo diseñó un dispositivo que incluía “ocho equipos de personal especializado” para realizar, entre otras cosas “operativos in situ”, así como equipos de “vigilancia y control” y de “infiltración”. Su flota estaba conformada por doce coches y cinco motos.