El BBVA sufre una crisis de reputación provocada por los espionajes supuestamente encargados por Francisco González al excomisario José Manuel Villarejo, que tendrían como objetivos a ejecutivos de la competencia, a los reguladores del sistema financiero y a un Gobierno elegido democrácticamente. El sucesor elegido por González, Carlos Torres Vila, ha decidido ponerse manos a obra y solucionarlo... cambiando de logotipo. 

Además del nuevo logo, BBVA ha anunciado que unificará su marca en todos los mercados del mundo en los que opera y ha presentado un nuevo logo de la entidad, prescindiendo así de las designaciones locales Bancomer (México), Francés (Argentina), Compass (Estados Unidos) y Continental (Perú), mientras que la franquicia turca Garanti cambiará su marca a Garanti BBVA. 

El banco que fuera presidido por Francisco González (FG) y con cuyos fondos pagó al excomisario Villarejo, ha comunicado que realizará un despliegue progresivo de su nueva identidad, que incluirá cambios en sus edificios corporativos, la red de oficinas y resto de materiales corporativos. El sucesor de FG, Carlos Torres Vila, ha señalado durante el evento que " el BBVA ha sido pionero en su apuesta por la digitalización y en buscar soluciones que ayuden a los clientes a tomar las mejores decisiones en sus vidas y en sus negocios. Su reflejo en una marca común es el paso natural en estos momentos", ha afirmado Torres.

Por su parte, el consejero delegado de la entidad, Onur Genç, ha explicado que unificar el nombre del banco y actualizar su logo busca transmitir mejor la "nueva realidad" de BBVA, "cada vez más global y digital".

Crisis de reputación, nada de la 'investigación'

No parece, sin embargo, que dentro de este esfuerzo por mejorar la reputación del banco, que amenaza también a la del resto de bancos españoles, esté la resolución de la investigación interna sobre el caso Villarejo, encargada por el propio FG y que lleva casi un año sin ofrecer resultados. Dicha investigación se lleva a cabo por los bufetes Garrigues y Uría Menéndez, así como por PwC, sin que arroje más luz que decir que aún no ha concluido. 

Por su parte, el que fuera el banquero mejor pagado del país, pero eterno segundón a la sombra del Santander, Francisco González, sigue disfrutando de una de las jubilaciones más caras de Europa y de despacho, chófer, escolta y secretaria en la sede del BBVA en el Paseo de Recoletos en Madrid. Todo ello pese a haber renunciado "temporalmente" a la presidencia de honor del BBVA y de la Fundación del banco.