El actual presidente del BBVA, Carlos Torres, ha remitido una carta a toda la plantilla en la que a que afirma que "de ser ciertas" las revelaciones que se están conociendo durante los últimos días, sobre seguimientos a políticos, empresarios y policías, desvelarían una conducta contraria "a los valores de BBVA que nos mueven día a día".

Torres ha calificado de "deplorables" y "diametralmente opuestas a lo que somos" las informaciones que vinculan al anterior presidente de la entidad, Francisco González, con el seguimiento e intervención de comunicaciones privadas encargadas presuntamente al antiguo comisario de Policía Jose Manuel Villarejo, para evitar que otras compañías se hicieran con el poder en el banco.

El presidente del BBVA insiste en que el banco que dirige es "honesto", que cree "profundamente en los principios y la ética", y que su "prioridad es esclarecer los hechos y actuar con la contundencia necesaria para resolver esta situación". 

Torres confirma que el BBVA contrató a Villarejo

La misiva enviada a los trabajadores del BBVA ha sido la primera reacción pública del sucesor de Francisco González a las informaciones sobre los supuestos pagos realizados al grupo Cenyt, vinculado con Villarejo. Carlos Torres admite que el banco inició en junio, antes de llegar él a la presidencia, una investigación sobre la contratación a esa empresa de seguridad, que aún sigue en curso. "La investigación ha verificado hasta ahora que Cenyt proporcionó distintos servicios al banco, pero no se han encontrado documentos relacionados con el control e intervención de comunicaciones privadas publicados por los medios desde el día 9 de enero", añade la carta.

La carta del presidente del BBVA ha llegado a sus trabajadores a primera hora de la mañana de este lunes, cuando varios medios han publicado parte de las conversaciones entre el jefe de seguridad del banco en 2005, Julio Corrochano, y el entonces comisario Villarejo, en las que se da por sentado que Francisco González estaba al tanto. El objetivo del anterior presidente era evitar que el grupo constructor Sacyr se hiciera con el poder en la entidad.