Amorós ha lamentado el "ataque insólito e injusto" que, en su opinión, está sufriendo su "crédito profesional, su honor personal y su propia dignidad", al tiempo que recordó que las retribuciones inherentes al puesto de director general fueron acordadas por los órganos competentes "con años de antelación" a su nombramiento, a finales de 2010. La ex "número dos" de la CAM ha criticado que se le acuse de un "supuesto falseamiento contable" sin considerar que hay toda una organización detrás de la elaboración de las cuentas, un conjunto de procedimientos reglados, auditores externos e inspecciones de los organismos reguladores, especialmente porque desde 2008 la CAM cotizaba en bolsa.

Niega la mayor
La exdirectora general niega la mayor y niega rotundamente que se hayan falseado los datos. En este sentido, aseugra que se elaboraron siguiendo criterios de las autoridades supervisoras -como el Banco de España- y de los auditores externos, además de siguiendo las normas contables. Asimismo, asegura que no actuó "en beneficio propio y en ningún modo de forma irregular, tal y como maliciosamente se me imputa".