En un 8M más polémico que nunca por la cancelación de manifestaciones y concentraciones feministas, en aras de proteger la salud y frenar el avance del coronavirus, solo hay que echar un vistazo a las cifras económicas para entender la necesidad de celebrar el Día Internacional de la Mujer y de continuar con la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres.

UGT presentaba, hace solo unos días, el balance anual sobre la desigualdad entre hombres y mujeres, con datos que dejaban patente la brecha salarial y las dificultades a las que se enfrentan las mujeres en el mundo laboral día a día. Unos datos que demuestran también que la crisis del coronavirus se ha cebado con el colectivo femenino.  

“En estos momentos es más necesario que nunca redoblar los esfuerzos para vencer los retos que la pandemia nos plantea en todos los ámbitos, especialmente en los del empleo y la igualdad de género” -denuncia el sindicato- “Esta situación ha evidenciado más, si cabe, los desequilibrios y desigualdades entre mujeres y hombres y los importantes déficits de nuestro estado de bienestar y de protección social”.

Relacionado UGT y el 8M: La crisis del coronavirus se ceba con las mujeres

Empecemos por el empleo. Según las cifras desveladas por UGT, la tasa de actividad femenina fue 10,7 puntos inferior a la tasa masculina en 2020, a pesar de haber reducido ligeramente la brecha de género con respecto al año anterior. Asimismo, la población ocupada femenina sigue en desigualdad con respecto a los hombres, con 1.656.900 mujeres menos en cuanto a ocupación laboral.

El 57,66% de la población inactiva en 2020 corresponde al género femenino, de las que la mayoría se encuentra a cargo de las labores del hogar, mientras que entre los hombres el mayor porcentaje corresponde a periodos de jubilación y prejubilación. En cifras, el 93,2% de las mujeres inactivas no buscaban empleo para dedicarse a los cuidados, ya sea de niños, adultos enfermos, incapacitados o mayores.

Brecha salarial del 21,41% 

Pero la situación no mejora entre las mujeres empleadas. Según el informe de UGT, el 74,03% del empleo parcial es femenino y la brecha salarial es del 21,41% entre ambos sexos. Las mujeres recibieron un salario medio anual de 21.011,89 euros en 2018 frente a los 26.738,19 euros que recibieron los hombres de media. Es decir, 5.726,30 euros de diferencia a nivel anual.

A pesar de que es la brecha salarial más baja de los últimos once años, la diferencia no es suficiente y UGT alerta de que, a este ritmo, no alcanzaremos la igualdad salarial hasta dentro de 43 años. Es decir, hasta 2064 no se registraría finalmente una igualdad salarial entre hombres y mujeres.

Según UGT, la brecha salarial se dispara cuando se trabajan horas extraordinarias, con una diferencia del 72,86%. Por sectores, las brechas salariales más elevadas se producen donde hay mayor presencia de mujeres y superan el 30% en las actividades administrativas y servicios, en otros servicios alcanza el 31,40% y en actividades profesionales, científicas y técnicas el 30,7%.

Otro de los datos más importantes es que las mujeres tienen una fuerte presencia en las ocupaciones peor remuneradas. Por ejemplo, en las ocupaciones de trabajadoras no cualificadas, con salarios medios de 11.716,52 euros anuales, existe una brecha salarial del 28,90% y 4.762,47 euros de diferencia en relación a sus compañeros.

Las mujeres, esenciales en la pandemia

Precisamente estas han sido, y siguen siendo, profesionales esenciales en la pandemia de coronavirus. El informe de UGT explica que la brecha salarial más alarmante se produce entre los trabajadores de los servicios de la salud y el cuidado de las personas, donde ha pasado del 19,51% en 2017 al 28,49% en 2018. Y es que la segregación ocupacional se mantiene entre la población ocupada y las mujeres trabajadoras se concentran en tres sectores de actividad: Sanidad, Educación y otros servicios.

Relacionado Las mujeres de la pandemia

En cuanto a los tramos de edad, las mujeres de más de 65 años están afectadas por una brecha salarial del 32,86%, la brecha más elevada. En el momento del inicio de la vida laboral se observa una brecha del 20,19%, que aumenta en el siguiente tramo de edad y desciende al 15,24% para la franja de edad entre 25 y 29 años. A partir de esa edad, la brecha va aumentando y solo se reduce en la franja de 60-64 años.

De hecho, desde el 11 de noviembre de 2020 y hasta el 31 de diciembre, las mujeres trabajaron gratis, ya que la brecha salarial equivale a 51 días de trabajo sin sueldo para el género femenino, tal y como denunciaban desde UGT a partir de los datos de Eurostat.

Con una situación negativa de por sí, la irrupción de la pandemia hace un año no ha mejorado las cosas, sino que las ha empeorado. Así, el 51,78% de los trabajadores afectados por un ERTE son mujeres y un 50,97% de las mujeres trabajadoras ha tenido que adaptarse al teletrabajo, por encima del 49,03% de hombres.

Más allá de la adaptación general al teletrabajo, las mujeres lo han tenido más complicado. Según los datos del sindicato, las cifras continúan dejando patente que los cuidados familiares corresponde habitualmente a la población femenina, que ha tenido que compatibilizar y conciliar esta dedicación con el teletrabajo.

“En estos meses se han puesto de manifiesto las graves consecuencias sociales que tienen para las mujeres las tareas de cuidados y la ausencia de buenas políticas de corresponsabilidad y de protección social, tanto para las mujeres que trabajan en el sector de cuidados, como para las trabajadoras que asumen de forma estas tareas en el ámbito del hogar y han tenido que compatibilizar trabajo y cuidados familiares, sobre todo en los periodos más restrictivos de la movilidad y los confinamientos domiciliarios”, denuncia UGT.

¿Qué pasa en el Ibex?

La situación es similar cuando se trata de grandes empresas y altos cargos. En este caso, las cotizadas del Ibex han cumplido con los objetivos de igualdad de género previstos para 2020 y el 31,17% de los consejeros son mujeres. El siguiente paso es alcanzar el 40% de presencia femenina en los consejos de administración a finales de 2022, siguiendo las recomendaciones de la CNMV, algo que ya han conseguido empresas como Red Eléctrica, CaixaBank o IAG.

Así lo certifica el informe de Atrevia e IESE Business School. “El Ibex ha llegado más de lo que se esperaba. Para llegar al 40% que se le pide para el próximo año es necesario contar con 40 personas más. Sería una mujer más por cada empresa”, explicaba Núria Chinchilla, autora del informe.

Relacionado El Ibex cumple con los objetivos de igualdad de género: el 31,17% de consejeros ya son mujeres

En total, 21 de las 35 cotizadas del Ibex superan el 30% de mujeres, según los datos del informe, y algunas incluso ya superan el 40% de presencia de mujeres en sus consejos, entre las que se encuentran Red Eléctrica Española (REE), con un 50%; CaixaBank, con un 42,9%; IAG, con un 41,7% o Banco Santander, con un 40%.

Uno de los aspectos más interesantes de los datos es que, en el caso de consejos familiares, hay un 33% mínimo de presencia femenina, “ya que son hermanas o familiares cercanas”, tal y como explicaban las autoras del informe. En el lado más positivo se encuentran los sectores financiero y energético, con cuatro mujeres en cada consejo de administración; mientras que el sector inmobiliario aún no ha cumplido con sus objetivos.

Por otro lado, el informe destaca que hay una escasa representación en los máximos órganos del poder ejecutivo. Es más, solo hay tres mujeres en este aspecto: Ana Botín, presidenta de Banco Santander; Beatriz Corredor, presidenta de Red Eléctrica (REE) y María Dolores Dancausa, CEO de Bankinter. “La foto no es tan positiva. Es demasiado residual el número de mujeres que lideran las compañías”, aseguran las expertas.

En esta línea, la presencia de mujeres en las comisiones de empresas del Ibex se limita a los puestos de sostenibilidad, medio ambiente y buen gobierno y, según el informe, no hay ninguna mujer en las comisiones de seguridad e innovación y apenas en la gestión de riesgos.