La serie documental de Rocío Carrasco acabó hace casi dos semanas, pero sigue acaparando titulares. Una de las últimas personas en referirse a la misma ha sido precisamente una de las cara visibles en el plató: Ana Bernal-Triviño.

La periodista, experta en violencia de género, trataba de dar contexto a cada intervención sobre maltrato narrada por Carrasco. Sin embargo, no todos han visto con buenos ojos que colaborara con la productora de 'Sálvame' y Telecinco.

"El segundo paso después de mi familia, que no tenía ningún problema, fue comentarlo con un circuito muy pequeñito de gente", ha contado en 'Buenismo bien' asegurando que era con personas formadas en feminismo.

"Solo me fallaron dos", confesaba en la 'Cadena Ser'. "Me dijeron que 'qué pena dónde te vas a meter', como si aquello fuera denigrante", añadía explicando que no era denigrante ir a 'Sálvame'. "También esas personas necesitan información. No entiendo esto de los clasismos", explicaba sobre los espectadores del programa.

Sin embargo, no todo fueron malas caras. "El primer día que fui yo no ni lo quise anunciar", agregaba sobre una posible crítica. "Empezó el programa y lo que recibí fue una cantidad brutal de muestras de cariño, que ni me esperaba, que tuve que apagar el móvil porque me echaba a llorar".