El juzgado de Instrucción número 41 de Madrid ha abierto una investigación secreta contra la esposa de Pedro Sánchez, Begoña Gómez, y su actividad laboral, después de haber sido denunciada por Manos Limpias, un pseudosindicato escorado a la extrema derecha, según reportó El Confidencial. El Tribunal Supremo de Madrid ha reportado que el juzgado ha aceptado la demanda de Miguel Bernad, líder de la citada organización. Sin embargo, esta denuncia se fundamenta únicamente en recortes de prensa procedentes de diarios de derecha y extrema derecha, y en un bulo, y la propia organización ha reconocido que puede contener información falsa. El recorrido judicial de Manos Limpias ha sido, cuanto menos, convulso a lo largo de los años, llegando a enfrentarse no sólo a la mujer del presidente del Gobierno, sino a un programa de televisión infantil o a la utilización de un medicamento para facilitar la erección, entre otros rocambolescos casos.

En 2005, Manos Limpias denunció ante la Fiscalía de Menores y el Defensor del Menor la serie de televisión para niños 'Los Lunnis', por mostrar un enlace homosexual en uno de sus episodios. Dicho caso terminó archivándose, pero no fue la única ocasión en la que la flagrante homofobia de la organización quedó patente. También denunciaron a la Guardia Civil por permitir que los agentes gays vivieran en los mismos cuarteles, contra la Junta de Extremadura por una campaña de salud sexual, y contra la propia Ley del matrimonio entre personas del msimo sexo. También se querellaron contra José Mantero, un párroco que fue el primer sacerdote católico español en reconocer su homosexualidad. Constantemente, el mismo patrón.

La homosexualidad ha sido uno de los frentes de combate recurrentes de este pseudosindicato de ultraderecha que nació originalmente como una herramienta de defensa de los derechos de los empleados de la Función Pública, y que poco a poco fue derivando, de la misma manera que su líder, a derroteros ultraconservadores. Bernad ha respaldado, en numerosas ocasiones, candidaturas de extrema derecha, e incluso llegó a militar en una de ellas, con el partido Soluciona. Recordar, también, que fue condenado a ocho años de prisión por un delito de corrupción política y recibió la prohibición de ejercer cargos públicos.

Sin embargo, las personas homosexuales no son el único enemigo de esta organización ultraconservadora. También se llegaron a querellar contra la Viagra y su utilización, en una causa inexplicable que tampoco prosperó. Otro de sus objetivos fue el exfutbolista del FC Barcelona Samuel Eto'o. La intensidad con la que el ex blaugrana celebró el título liguero del 2005 molestó en Manos Limpias, y sus palabras "Madrid, cabrón, saluda al campeón" fueron la base de una denuncia de este pseudosindicato, que le acusó ante la RFEF y el Consejo de Deportes por "incitar a la violencia y ofender a los madrileños".

Pablo Iglesias o el Caso Noos

La cosa no termina aquí. Otras denuncias protagonizadas por Manos Limpias llevan hasta el ex vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias. Los hechos se remontan hasta febrero de 2015, cuando situaron en el centro de su diana al exlíder de la formación morada. ¿Los motivos?  A juicio de Manos Limpias, "encabezar una organización criminal", y le compararon con Adolf Hitler, Vladimir Lenin, Pol Pot o Mao Zedong. "Multitud de políticos y líderes revolucionarios se han disfrazado de demócratas, aprovechándose de las libertades y del Estado de Derecho, el cual persiguen destruir desde dentro", denunciaron en un escrito presentado ante el Tribunal Supremo. Como la inmensa mayoría de las denuncias de esta organización, quedó en agua de borrajas.

Y por último, está el Caso Noos, probablemente la denuncia más mediática de la organización, cuando personaron como acusación popular en este controvertido caso. En aquella ocasión, su presencia fue clave para que el juez Castro decidiera sentar en el banquillo a la infanta Cristina. También lo hicieron contra el ex presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol. En su día, reconocieron y se dieron a conocer por presentarse, precisamente, en numerosas demandas judiciales en contra de decisiones de las administraciones gobernadas por partidos de izquierda y por nacionalistas periféricos.

Un eterno historial de denuncias rocambolescas que ahora encuentra un nuevo episodio con la esposa del presidente del Gobierno, en una denuncia fundamentada en titulares de prensa y en informaciones que se han demostrado ya como falsas, sin aportar ningún documento que certifique el haber cometido los delitos de los que acusan a Begoña Gómez.

Síguenos en WhatsApp y recibe las noticias destacadas y las historias más interesantes.